Frente a Palacio de Gobierno, cientos de antorchistas protestaron demandando respeto a su organización, pues acusan, el Gobierno de Hidalgo mantiene una política de eliminación de las organizaciones sociales, por lo que en boca del secretario de gobierno, Guillermo Olivares Reyna, lanzaron calumnias y acusaciones sin pruebas contra el Movimiento Antorchista y sus líderes.
Antorchistas de la zona norponiente de la capital hidalguense acudieron a las instalaciones de la Secretaría de Obras Públicas del gobierno de Hidalgo, para solicitar que, ante las constantes torrenciales lluvias, se tomen medidas que eviten pérdidas materiales o daños a las cientos de familias que ahí habitan.
Para mantener a una población sometida, no solamente se requiere la fuerza de las armas y de todos los poderes del Estado, como ministerios públicos, jueces y la misma burocracia; también se necesita, y son fundamentales, dos circunstancias que van unidas en el mismo derrotero.
Muchos gobiernos y sus respectivos funcionarios le apuestan a que, dicen, “el pueblo no tiene memoria”. Les he escuchado decir que se olvidan pronto las tragedias y también los servicios recibidos del gobierno en turno; también que no agradece “los apoyos”, que si llega otro personaje con mejor oferta, desdeña a aquel que le acaba de tender la mano.
En la sociedad actual, el pueblo ha quedado atomizado, disgregado; cada individuo debe ver su propio beneficio y vigilar sus intereses por su cuenta. Esto no sólo es provocado por la ideología individualista favorable al sistema, sino también impulsado desde el poder del Estado.