“Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío… Todo era paz entonces, todo amistad, todo concordia”.
Pienso que a estas alturas del desarrollo del país, la experiencia y los avances tecnológicos con que cuentan los organismos de protección civil federal y estatales deberían servir para disminuir el impacto de huracanes como “John” entre la población.
En la sociedad capitalista se ha promovido el desarrollo del interés individual sobre el colectivo, donde el egoísmo, en su expresión más evidente, entendido como “atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse de los demás”, se ha fomentado indiscriminadamente desde que el hombre nace y comienza a recibir la educación ideológica de este sistema político-económico que nos domina, aun si no somos conscientes de ello.
Rafael Ramírez Castañeda fue un maestro normalista revolucionario que impulsó la educación rural en México. Nació en Las Vigas, Veracruz, el 30 de diciembre de 1884.
El día en que Gustavo Alarcón Herrera rindió protesta como presidente municipal de Chilpancingo, Guerrero en el salón de sesiones y ante el pleno del Congreso del Estado, miles de personas marcharon por las principales calles de ese municipio guerrerense hasta la plaza cívica de la cabecera municipal para exigir justicia por el asesinato de Alejandro Arcos Catalán.
En la sociedad actual, el pueblo ha quedado atomizado, disgregado; cada individuo debe ver su propio beneficio y vigilar sus intereses por su cuenta. Esto no sólo es provocado por la ideología individualista favorable al sistema, sino también impulsado desde el poder del Estado.