“Para la fe, por más bien intencionada que sea, debe basarse en hechos, no en ficción; la fe en la ficción es una condenada falsa esperanza”.
-Thomas A. Edison
Desde que arribaron al poder, López Obrador y Morena se encargaron de polarizar al país en dos bandos: ellos, los primeros, son quienes van por la transformación del país, autodenominados demócratas, patriotas; y los segundos, la oposición, quienes velan por los privilegios, de unos pocos, los vendepatrias, chayoteros, fifís. Dicha dicotomía se sintetizó con la sentencia totalitaria que el propio presidente dijo hace un año: si no estás conmigo, estás contra mí.
Hasta hoy, todo lo que Morena y AMLO dicen, (des)hacen, lo legitiman desde esa óptica. Vistas así las cosas es claro que jamás, nunca ningún argumento que demuestre con hechos los malos resultados de su política económica o de sus malas decisiones políticas, será bienvenido, al contrario, será una argucia más de la derecha, de los conservadores, de la prensa vendida, de los neoliberales, que quieren acabar con la Cuarta Transformación.
Es del conocimiento de todos que la 4T llegó al poder con el eslogan: la esperanza de México. Lo repetían y repetían hasta el cansancio. No fue nada difícil que pegara en la población, pues ante la situación que se vivía en el 2012, México estaba urgido de encontrar alguna pizca de esperanza que le prometiera mejorar su situación, aunque ésta no estuviera sustentada con la realidad.
Pero nada ha cambiado siquiera en su estrategia de campaña. Tan es así que en este periodo electoral vuelven a la misma fraseología de siempre, y que todos hemos escuchado en algún spot, visto en alguna lona o en las redes sociales la siguiente frase: defendamos la esperanza. Nuevamente, a eso se limita Morena para querer ganar las elecciones este 6 de junio. Sin embargo, a casi tres años de gobierno, habrá que precisar a qué clase de esperanza se refieren cuando le dicen al pueblo de México que la defienda. Sólo como muestra, revisemos algunos datos en Puebla.
Seguridad: De cada 10 habitantes en la capital poblana ocho consideraron que vivir en su ciudad es inseguro, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) con datos a marzo de 2021. De acuerdo con los resultados de la encuesta publicada este lunes por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 80.4 por ciento de los poblanos declaró sentir algún riesgo en su lugar de residencia.
Educación: La deserción para el ciclo escolar 2020-2021 en el estado de Puebla alcanzó a 5 mil 17 estudiantes, de acuerdo con el titular de la Secretaría de Educación del Estado, Melitón Lozano. De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del Inegi, Puebla cuenta con un total de un millón 710 mil 331 viviendas particulares habitadas, de ellas, un millón 19 mil 357 carecen de conexión a Internet y en un millón 204 ml 718 de los hogares, ninguno de los integrantes tiene alguna computadora, laptop o tableta.
Pandemia: A tres meses de iniciada la pandemia, el municipio de Puebla ya había acumulado mil 10 defunciones por covid-19. En marzo de 2021, el ayuntamiento de Puebla acumuló 662 casos de covid-19 desde que comenzó la contingencia sanitaria, así como 63 casos positivos, 38 trabajadores han perdido la vida a causa del virus y hay 13 casos sospechosos, además que 44 empleados han informado que cuentan con un familiar contagiado en casa, informó el director Jurídico de la Secretaría de Protección Civil y Gestión Integral de Riesgos, Fernando Errechin Gómez.
Empleo: En el marco del 490 aniversario de su fundación, la ciudad de Puebla superó la cifra de 66 mil personas desocupadas y más de 440 mil trabajando en situación de informalidad laboral. El dato de desocupación representa para la capital poblana el nivel más alto registrado en los últimos cuatro años, conforme a indicadores del Inegi. Tras 11 meses de la pandemia de covid-19, 1,500 comercios del Centro Histórico de Puebla han cerrado por las bajas ventas, lo que también se traduce en más de 12,000 empleos perdidos.
Obra pública: En su Informe anual sobre la condición de pobreza y rezago social 2020, la Secretaría de Bienestar del Gobierno federal reveló que en la capital del estado de Puebla hay todavía 60 mil viviendas que no cuentan con agua potable. Por mencionar la más urgente. Todo ello mientras que durante 2020 se registró un presunto subejercicio de mil 71 millones de pesos en el municipio, pero hubo gastos innecesarios en publicidad, viáticos, impresiones y papelería, mismos que superaron los mil 172 millones de pesos.
En materia de obra pública, el subejercicio de mil millones -la quinta parte del presupuesto anual- equivaldría a la pavimentación de aproximadamente 12 kilómetros de calles, según el índice de precios registrado por la Secretaría de Hacienda. En materia de obra pública, de los poco más de mil millones de pesos para este rubro Rivera sólo gastó 566 millones, el resto del dinero fue inutilizado, como si no hiciesen falta obras de agua potable o de drenaje en las colonias y juntas auxiliares de Puebla. Claudia presume que no hay deuda, pero sin decir nada de la falta de servicios. ¡Vaya estupidez!
No acabaríamos de mencionar sus pésimos resultados. Pero está claro que la credibilidad de los gobiernos morenistas cae drásticamente, sobre todo en lugares (como es el caso de Puebla) donde prácticamente en todos los sectores el gobierno es a todas luces muy incompetente. Así es como en marzo de 2021, la presidenta Claudia Rivera nuevamente se colocó como la peor alcaldesa del país dentro de la encuesta C&E Research, pues solo el 29.4 por ciento de los poblanos aprueban su gestión.
Está claro, pues, que la 4T no sólo no cubrió las expectativas, sino que ha generado un panorama contradictorio, por un lado ha acrecentado los males que ya tenía el país (sumando algunos otros, todavía peores, como el retorno a la autocracia), y, por el otro, la oportunidad de que el pueblo mexicano aprenda de una vez y para siempre que en cada elección debe analizar bien la trayectoria y los hechos de los candidatos en cuestión.
Morena sabe que las encuestas empiezan a reflejar el desastre provocado por el gobierno, que sus candidatos malos y corruptos no superan el 50 por ciento de la intención de voto y que esta vez no serán catapultados por López Obrador, que, aunque su aprobación todavía se mantiene arriba, desciende cada vez más. La realidad se ha impuesto y varias encuestas lo único que reflejan es el evidente fracaso de la 4T y el despertar del pueblo mexicano.
Ante todo, esto, uno pensaría que ellos cambiarían su estrategia para bien, que iban a recapacitar aunque sea un poco. Pero no. Lejos de eso, Claudia, como muchos otros a nivel nacional, tiene la desfachatez de reelegirse, y lo hace, como decía arriba, con el eslogan “Defendamos la esperanza”.
Pues bien, querido lector, ahora sabe a qué esperanza se refieren los de Morena cuando quieren que la defiendas. Por ese motivo también me sumo a los millones de mexicanos que llaman a no votar por Morena, pues votar por morena es votar por el desastre de México y Puebla, es votar por corruptos como José Juan, incompetentes como Claudia Rivera o pederastas como Saúl Huerta. Y eso, tú no lo quieres.
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