MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Una nueva sociedad

image

La coyuntura política obliga a que los pueblos del mundo tomen partido en la lucha por el dominio del planeta que se decide entre Estados Unidos, que encabeza el imperialismo, y Rusia y China, que defienden el derecho de los pueblos a elegir y guiar su desarrollo.

En este sentido, cada vez más países están volteando a ver a los Brics+ como una alternativa para el desarrollo de su sociedad. Sin embargo, México sigue fuertemente atado a los intereses norteamericanos.

Las soluciones que se implementan en nuestro país no son efectivas, sino contraproducentes y engañosas como el hecho de repartir dinero de manera directa a costa de recortes.

¿Y qué pasa en nuestro país? Los problemas sociales se agudizan afectando con más fuerza a los trabajadores. No hay creación de empleos, el empleo informal representa el 54.3 % de los ocupados, el salario pierde poder adquisitivo, la educación enfrenta problemas serios, la pobreza y la desigualdad aumentan, no hay medicinas en los hospitales, el narcotráfico cada día toma mayor fuerza y cada vez se hacen más recortes a los municipios y a la inversión pública. En conclusión, la vida del mexicano trabajador se vuelve más difícil.

Ante la situación nacional, ¿qué ha hecho la 4T y en general todas las administraciones para resolver los problemas? Nada efectivo. Los problemas de este país no se han solucionado, porque no se ataca la causa que los origina: la injusta distribución de la riqueza.

¿Cómo se explica lo anterior? Vivimos en una sociedad capitalista en la que los ricos obtienen su ganancia a través de la explotación del trabajo asalariado. Así funciona el mundo entero. Esta forma de producir y distribuir la riqueza es la que genera la desigualdad y la pobreza.

Si conocemos la causa del problema fundamental conocemos la solución. La verdadera solución es terminar con el sistema capitalista que encabeza Estados Unidos.

Por otra parte, salta a la vista que las soluciones que se implementan en nuestro país no son efectivas, sino contraproducentes y engañosas como el hecho de repartir dinero de manera directa a costa de recortes a la salud, educación, etcétera.

Pero la cosa no es tan sencilla como declarar divorcio con el capitalismo. Como dijo Carlos Marx, para que una nueva sociedad surja deben darse las condiciones de necesidad y posibilidad.

En estos momentos las condiciones de necesidad están dadas: hay una enorme masa de gente en México y el mundo que no tienen nada y unos cuantos que tienen en sus manos la riqueza del mundo.

Las condiciones de posibilidad también están madurando cada vez más: la tasa de ganancia va a la baja, Estados Unidos tiene una deuda enorme, no tiene fuentes de materia prima y las viejas recetas para corregir los problemas ya no funcionan. Es decir, este sistema ya dio todo lo que podía dar al desarrollo de la humanidad y como todo fenómeno que nace debe morir.

Hablando exclusivamente de nuestro país, esta tarea, organizar y educar al pueblo para guiarlo a su liberación, es la que hoy se requiere con mayor urgencia. Estamos en un momento donde la oportunidad de cambiar nuestra sociedad está muy próxima y el pueblo debe estar listo para su tarea histórica. ¿Pero quién debe organizar y educar al pueblo?

Aquellos que tienen la posibilidad de comprender con mayor rapidez y profundidad lo hasta aquí planteado; en México los estudiantes pueden jugar un papel importante. No porque el pueblo sea ignorante sino porque al pueblo no se le da educación y porque al pueblo se le quita el tiempo trabajando de tal manera que cuando los hombres y mujeres salen del trabajo lo último en lo que piensan es en educarse. Piensan en sus problemas y en descansar para regresar a trabajar.

Para dar el cambio a una nueva sociedad en la que la riqueza se distribuya de mejor manera y no exista explotación del hombre por el hombre es necesario un cambio de clase en el poder político; es necesario que la clase trabajadora tome el poder político y empiece a construir la nueva sociedad. 

Para esto falta un factor, el factor subjetivo: la clase trabajadora debe tomar conciencia de su deber, de su tarea histórica. Sin embargo, como Lenin lo dejó escrito: el pueblo trabajador no tomará conciencia por sí solo, es necesario que una fuerza externa lo eduque, lo organice y lo guíe a su liberación.

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más