Son dos años de observar cómo trabaja Andrés Manuel López Obrador como presidente; ver qué resultados ha dado su gobierno en economía, en salud y en seguridad; ver cómo se conduce ante los grandes problemas que enfrenta el país.¿Y qué vemos? Vemos un fracaso rotundo en la conducción del país.Ya se puede ver un cuadro más o menos completo que nos permite caracterizarlo.No lo que él diga de sí mismo, sino quién es en realidad en toda su crudeza, y, sobre todo, ver a qué intereses representa en los hechos.Nos permite, en otras palabras, desenmascararlo cuantas veces sea necesario.Lo anterior es importante para que el pueblo de México, la parte del pueblo de nuestro México, para ser preciso, que aún ¡no se desengaña de la farsa de la 4T! Antes de que este personaje y su camarilla nos lleven a retroceder décadas en el desarrollo de nuestro país.
Más allá de su psicología megalómana de nuestro personaje, necesitamos ubicar quién está detrás de este personaje.Qué poderes facticos lo pusieron y lo sostienen y, en consecuencia, a qué intereses sirve verdaderamente fuera de su imagen creada de hombre de izquierda.Obviamente no tenemos pruebas directas (documentos, videos, testigos, etc.), esas solo la tendrán los servicios de inteligencia gringos.Sólo podemos tenerlas, indirectas, a través, de hechos que se van dando y que con una observación y con la fría lógica, podemos ir sacando conclusiones.
Preguntémonos ¿quién lo rodea? Para esto veamos que dice Carlos Urzúa, exsecretario de Hacienda en los inicios del régimen de la 4T, al referirse a Alfonso Romo, empresario regiomontano que ocupa nada menos que la oficina de la Oficina de la Presidencia: "¿Cómo un hombre, que llegó a admirar a Augusto Pinochet y a Marcial Maciel, acabó no sólo siendo amigo de López Obrador, sino el Jefe de la Oficina de la presidencia?" Otro hecho del dominio público: se sabe que Ricardo Salinas Pliego multimillonario que aparece en la lista de Forbes con una fortuna de 11 mil 300 millones de dólares, es uno de los empresarios más favorecidos por López Obrador al permitirle manejar los recursos de los programas del Bienestar con las famosas tarjetas.La lista de señores potentados con una estrecha como evidente relación con el gobierno de la 4T; podría seguir, pero no es necesario, para concluir que quien llevó en realidad al poder (fuera de lo que representan las elecciones: solo se utiliza al pueblo para legitimar el poder que se ejercerá en seis años) a López Obrador, son empresarios que hoy se ven beneficiados.Ya en el poder, también se le hace creer al pueblo que él es un "legítimo representante de las causas populares" y que le está haciendo justicia ansiada por el pueblo agraviado, y sino ahí este el pretendido juicio a los expresidentes una vez aprobada la consulta por el sumiso poder judicial.
Pero no sólo un grupo de millonarios criollos apoya a López Obrador, también está el apoyo del círculo de poder del vecino país del Norte, con el presidente Donald Trump como cabeza visible.Y esto no es pura suposición.Los hechos van cuadrando.Obrador, presidente soberbio con los débiles, se muestra sumiso con el poderoso imperio gringo.Acepta un tratado de libre comercio desventajoso a todas luces a nuestro país en el que no podemos comerciar con quien nos ofrezca un mejor trato comercial (China, por ejemplo); le pone al imperio a su disposición la mal llamada Guardia Nacional como muro de bota y casco para los inmigrantes que intentan ingresar a Estados Unidos.Por dar sólo dos ejemplos.
Esto nos es nuevo.La historia nos habla de la intromisión del imperio en los asuntos internos de nuestro país desde mediados del siglo XIX.Para dar una muestra, solo a manera de ejemplo, hay que leer la obra titulada "La Revolución Mexicana de 1910-1917 y la política de los Estados Unidos" de los autores M.S.Alperovich y R.T.Rudencko.Solo un botón: El papel que tomó la actividad del embajador Henry Lane Wilson en la caída y muerte de Francisco I.Madero cuya suerte fue echada en el denominado Pacto de la Embajada, firmado el 18 de febrero de 1913.
Ya tenemos de cuerpo entero a AMLO: un ser sin principios que dice ser de izquierda pero que se codea con los dueños del dinero a los cuales beneficia; un mal intérprete de su personaje de defensor de los intereses nacionales que le limpia los zapatos a Trump; un "enemigo" del neoliberalismo que cumple el anhelo de la burguesía de un estado barato ("austero" para usar de la fraseología de la 4T) como, precisamente lo exige el neoliberalismo, que permite el enriquecimiento de unos cuantos a costa de la miseria de las masas trabajadoras.
Por último echemos a volar la imaginación (¡Ah; la imaginación es una gran auxiliar para entender a los personajes que "trascienden"!) y veamos al presidente viviendo en Palacio Nacional.Sí; donde vivieron Virreyes en la época colonial y después de la independencia, de 1822 a 1884, residencia de Gobernantes como Benito Juárez, Porfirio Díaz, entre otros.¿Por qué, él, que está llevando a cabo la denominada cuarta transformación, no debería vivir en Palacio Nacional? ¡Los Pinos! ¡Ah! Ese lugar ignominioso, era para los presidentes neoliberales, dirá el de Macuspana.Ahora lo vemos (me lo imagino para ser más exacto) ir y venir con su paso senil por los corredores y los inmensos y lujosos salones, como el de los Embajadores en el que en sus muros se encuentran pinturas nada menos que de Miguel Hidalgo, José María Morelos y Benito Juárez; pararse en el gran patio central con su hermosa fuente coronada por un águila juarista y ver desde ahí los hermosos arcos de las tres plantas que conforman ese monumental edificio, y sentirse (aunque eso sea solo en su imaginación) émulo de Juárez al que menciona en cuanto oportunidad se le presenta como aquella en que hizo el ridículo internacional al decir en su discurso a distancia en la Asamblea General de la ONU que a Benito Mussolini, dictador fascista de Italia, le habían puesto "Benito" en honor a nuestro emérito, Benito Juárez.
En resumen: tenemos como presidente a un personaje falso, demagogo, sin principios, megalómano y, por añadidura, ignorante de la historia nacional e internacional.Un buen prospecto para encabezar una dictadura que ya se cierne con nubarrones de una tormenta sobre nuestro México.
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