* Al sur de Mérida las carencias están a flor de piel, explica en entrevista el dirigente de Antorcha en esta ciudad
Vivir en Mérida, Yucatán, puede ser una experiencia tranquila, segura, agradable, pero sobre todo dichosa, de ser parte de lo que fue la antigua ciudad maya T’ho. No obstante, aunque se percibe un ambiente tranquilo, existe una desigualdad evidente y poco se hace para resarcirla.
En Mérida hay pobreza, se carece de vivienda digna, servicios básicos en colonias populares, así como de una educación de calidad y servicios de salud.
En el sur de Mérida, en particular, las carencias están a flor de piel. Sobre este tema, Miguel Ángel Matos Tzab, dirigente de Antorcha en la capital, dijo en entrevista:
“En esta parte las familias son las más afectadas. La administración pasada, no vio por ellas, a pesar de que decían que ‘Mérida, la capital donde se vive bien’, pero a la vista de todos, existen dos Méridas: la donde se vive bien (Norte) y, por otra parte, la zona más marginada, que es la zona sur y donde están las colonias populares”.
Al cuestionarlo si ha habido acercamiento con el gobierno ante las carencias y desigualdades que existen en Mérida, explicó:
“Con la administración anterior, que fue panista, poco hubo y por ende poco se avanzó. Con la actual, hicimos entrega de nuestro pliego petitorio, que engloba las demandas de primera necesidad de los meridanos, pero hasta el momento no se ha dado una respuesta favorable. Sólo se concentran en acudir a asambleas, pero no se atienden las verdaderas necesidades.
Se dice que hay acercamiento con la gente, tanto del gobierno municipal como estatal pero, así que se diga que se han hecho obras y que son fruto de los actuales gobiernos, no, no hay. Sólo se han dedicado a difundir lo de los programas federales y con ello los mismos diputados han aceptado un presupuesto que no beneficia directamente al pueblo”.
A pesar de que en años pasados se señaló a Yucatán como una de las entidades donde más se generó empleo, se le queda a deber a los yucatecos, acusó el líder:
“No hay. La gente tiene que ver cómo salir adelante, ya sea vendiendo pet, fierro viejo, entre otras actividades para salir adelante”.
Añadió que las principales necesidades que tiene la población, sobre todo las que viven en el sur, son los servicios básicos “como la electrificación, el agua potable, las pavimentaciones de calles e incluso la vivienda, que es un tema que no se ha visto en resolverle a la gente, sobre todo a la que vive en esta parte de la capital”.
Asimismo, el dirigente reiteró que Mérida vive en el rezago, donde no se ve, o se ve poco, por la calidad educativa de los jóvenes:
“Ocho de cada diez niños trabajan, no están estudiando porque no tienen las oportunidades o no se tiene el recurso para hacerlo, y el gobierno no da las alternativas para poder hacerlo”.
Otro de los problemas con los que se enfrentan los meridanos es el aumento a la canasta básica, toda vez que Mérida se posiciona como una de las capitales más caras. La canasta ronda los mil 16.90 pesos, abarcando tan sólo 24 productos, de acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Matos Tzab señaló también:
“La gente medio mata su hambre; no les alcanza para comprar todo lo que compete a una canasta básica. La cebolla cuesta entre 27.25 y 32.31 pesos por kilogramo, el pollo entero aumentó un 9.86, de 69.55 a 76.41 pesos. Como vemos, los costos suben y el salario se queda corto, por lo que al pueblo no le alcanza para alimentarse bien.
Lo más elemental, como el aceite, el huevo y el arroz, son cosas con las que medio se alimentan las personas, pero digamos que la gente tiene acceso para comprar carne, frutas, verduras, lácteos, es inalcanzable para la gente y sólo trabajan para medio matar su hambre”.
Para el líder social, que lucha y convive con las personas que viven al día, señala que hay una desigualdad evidente:
“Se ve en redes sociales a Mérida como algo ejemplar, como una capital en la que se vive bien, pero hay una Mérida de desigualdad porque, aunque se dice que hay desarrollo, la gente lo ve muy lejos; no se ve directamente por su bienestar”.
Ante las problemáticas actuales en las que se encuentran cientos de familias de la capital yucateca, el líder social llamó a todos a que se unan, que conozcan al antorchismo a luchar en conjunto por una vida mejor, aquella de la que hoy “sólo unos cuantos son los beneficiados”:
“El proyecto que tiene el Movimiento Antorchista ha sido siempre el de que el pueblo viva mejor, sin desigualdad y con todas las oportunidades posibles. Por ello es que nace nuestra organización, cuyo único enemigo es la pobreza. Mientras ésta persista, nosotros seguiremos luchando.
El antorchismo, para erradicar la pobreza, ha planteado que debe de haber una mejor distribución de la riqueza, en obras y servicios, que se les cobre más impuestos a quienes ganan más. Hoy es el pueblo a quien se le cobra más impuestos, mientras que los que ganan más pagan lo mínimo y, por último, pero no menos importante, es la generación de empleos bien retribuidos.
Llamamos a los colonos, a los estudiantes, a las amas de casa, obreros, a que se sumen al antorchismo, que es la única organización que ha mostrado que sabe gobernar, porque es el pueblo quien lo encabeza, pero sobre todo deben saber que éste tiene alternativas para una vida mejor”, finalizó.
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