El pintoresco pueblo de San Andrés Mixquic, es uno de los siete pueblos originarios de Tláhuac. Se encuentra ubicado en el extremo sudoriental, en una zona en la que antiguamente fue una isla rodeada por el lago de Chalco. Aunque es un lugar lejano, muchos turistas lo visitan sobre todo en la época de celebración del Día de Muertos.
Justo aquí se llevó a cabo la II Jornada Nacional de Declamación, en el teatro Miquiztli, donde más de 550 declamadores despertaron con sus bellas declamaciones, los sentimientos más sublimes en todos los que pudieron presenciar este gran evento.
A pesar de haber viajado durante casi 2 horas para llegar al lugar de la cita, y como lo hicieron todos los que acudieron de otras alcaldías para ser partícipes de esta muestra de declamación, el ánimo estaba encendido, y la emoción se respiraba en el ambiente.
Muchos de los declamadores que aquí se presentarían son jóvenes dedicados, quienes están aprendiendo poesía y a declamar, como una forma de elevar su espíritu y adquirir cultura, porque leyendo y escuchando a los grandes poetas de la humanidad, por supuesto que nuestra conciencia se transforma, no es el mismo individuo quien atento lee y escucha poesía, y sobre todo el que todavía imprime el plus en aprenderla, memorizarla para luego declamarla.
Muchos de los declamadores que participaron en esta muestra, también son jóvenes estudiantes de las distintas escuelas fundadas por el Movimiento Antorchista en la capital del país, ya sea de preparatoria, secundaria o primaria, o algunos otros son habitantes de las colonias que fundó Antorcha, en donde también se trabaja en clubes culturales, de poesía, danza y baile, nacional o internacional, oratoria, pintura y teatro.
Este evento dio inicio en punto de las 10:00 am con la bienvenida de la dirigente del antorchismo capitalino, Gloria Brito Nájera, quien de antemano felicitó a todos los participantes, en primer lugar, y a los maestros, en segundo lugar, porque en ellos se recarga todo el peso, desde la elección de la pieza poética, la memorización, y los ensayos para pulir la poesía, señalando que muchas veces no se reconoce esta labor, que es fundamental.
En los eventos antorchistas se entremezclan la bellas artes, porque todas las artes son importantes y educan a la sociedad, es por eso que se les brinda su espacio, por eso vemos que Antorcha realiza jornadas de declamación, como en esta ocasión, pero también de teatro, danza, baile, pintura, oratoria, al igual que al deporte también se le brinda su espacio, por el grado de importancia que posee en la formación de mexicanos más fuertes, solidarios e inteligentes.
En esta ocasión esa entremezcla pudo observarse, porque a pesar de que este fue un evento de declamación, la danza, el baile y la música se hicieron presentes para amenizar este gran evento, con la presentación de los grupos culturales de la secundaria Wenceslao Victoria Soto, de la primera colonia antorchista en la capital del país, quienes ejecutaron “Bailes de Colima”, así como melodías que fueron interpretadas magistralmente por el maestro de música de esa escuela.
Alrededor de las 10:40 am se dio a paso a la serie de participaciones, con la categoría infantil A, en la que declamó una pequeña niña de siete años, de la colonia antorchista en Tláhuac, Margarita Morán, la poesía “Tu risa”, del poeta chileno Pablo Neruda, con la que demostró su gran sensibilidad y enterneció a muchos por ser una declamadora muy pequeña. Este hecho nos puso a reflexionar y a reconocer el gran trabajo cultural que Antorcha promueve desde su nacimiento hace cinco décadas, primero, entre todos los activistas de esta organización y segundo, a todo aquel que tenga alguna relación con la organización.
La participación de esta pequeña y la de todos los declamadores, niños, jóvenes y adultos nos brindó un aliciente para seguir trabajando con los niños, para inculcarles el amor por las bellas artes, porque en ellos se fincan las esperanzas de que este mundo llegue a ser uno más habitable y justo.
Al terminar esta categoría, acto seguido se abrió paso a los otras categorías, con participaciones de declamadores con una profunda visión del mundo y con una sensibilidad a flor de piel, quienes dominaron el escenario para dar muestra de sus grandes dotes artísticos.
Y así, en las categorías infantil b, juvenil A y B, libre popular y semiprofesional, los declamadores demostraron preparación y participaron con orgullo de representar a su centro o escuela.
Todo el público atento escuchó y paladeo las bellas declamaciones, recordando las palabras que los activistas del Movimiento Antorchista, que trabajan en las distintas colonias y escuelas les habían repetido en varias ocasiones, para ir haciendo conciencia en el pueblo de la importancia fundamental de las bellas artes, para que no se siga viendo el arte como un accesorio de las clases adineradas, sino como una necesidad para las clases más vulnerables, las cuales no poseen recursos a manos llenas para costearse clases de arte, por ejemplo.
Esta II Jornada Nacional de Declamación en la CDMX fue muy exitosa y demostró, una vez más, que Antorcha está más viva que nunca y que en el marco de su aniversario número 50, cinco décadas de trabajo y lucha constante, demuestra que es la única organización social realmente comprometida y fuerte, que es capaz de lograr un cambio profundo en los destinos del país.
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