Desde que llegó Donald Trump al poder de Estados Unidos, realizó a rajatabla varias acciones que no son nada favorables para Latinoamérica y mucho menos para nuestro país; acciones que deben preocupar a todo mexicano. Desde las deportaciones masivas hasta la imposición de aranceles, son los temas principales en sus primeras semanas de mandato.
Ante estos problemas que parecen no afectarnos, nos afectarán muy fuerte, desde el incremento de los precios de las mercancías hasta la falta de empleo para todo mexicano deportado.
Trump ha convertido a los migrantes en chivos expiatorios de los problemas económicos y sociales de Estados Unidos, ignorando que su país se ha construido, en gran medida, gracias al trabajo y sacrificio de millones de latinos.
En la semana del 20 al 26 de enero (en su primera semana de gobierno), las autoridades estadounidenses deportaron a más de cinco mil personas, de las cuales cuatro mil eran mexicanas. Estas cifras, frías y deshumanizantes, esconden historias de familias separadas, sueños truncos y vidas destrozadas.
Trump ha convertido a los migrantes en chivos expiatorios de los problemas económicos y sociales de Estados Unidos, ignorando que su país se ha construido, en gran medida, gracias al trabajo y sacrificio de millones de latinos.
Las deportaciones no sólo son inhumanas, porque los deportan encadenados como si fueran delincuentes, son un insulto a la dignidad de un pueblo que ha contribuido al crecimiento de Estados Unidos.
A esto se suman la amenaza de imponer aranceles del 25 % a las exportaciones mexicanas, una medida que podría devastar la economía nacional. México es el tercer socio comercial de Estados Unidos, con un intercambio bilateral que supera los 600 mil millones de dólares anuales. Sin embargo, Trump parece dispuesto a sacrificar esa relación por su agenda proteccionista.
Frente a esta embestida, la respuesta del gobierno mexicano ha sido, en el mejor de los casos, tibia. La negociación entre Trump y Claudia Sheinbaum culminó con un compromiso por parte de México de reforzar la frontera con 10 mil elementos adicionales para darle una pausa de un mes para que no se aplique la elevación de los aranceles.
Si bien esta medida podría interpretarse como un intento por apaciguar las tensiones, también refleja una actitud de sumisión que contrasta con la firmeza que la situación exige. México no puede permitirse ser visto débil o complaciente, debe defender sus intereses con determinación y dignidad.
Trump contra México simboliza un reto sin antecedentes, que requiere una respuesta estratégica de Claudia Sheinbaum. Se necesita defender los intereses de nuestro país con inteligencia.
Los mexicanos debemos estar unidos frente a estas amenazas. Esta es nuestra oportunidad para demostrar que México no se doblega ante nadie.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario