KEMET contra el Sindicato Industrial de Trabajadores en Plantas Maquiladoras Similares y Conexos (SITPMSC). La maquiladora KEMET además de continuar con los despidos de trabajadores, ahora se niega a otorgar un aumento legal al salario y continúa con su intento de que se desconozca al sindicato. Esto como una muestra de que la lucha de la organización obrera contra el capital se agudiza debido a la situación mundial y nacional; los obreros de KEMET y sus compañeros obreros en el estado deben estar alertas, deben aprender de su lucha.
No hace mucho, analizamos la difícil situación que enfrentaban los trabajadores en el estado y en el país; dando cuenta del informe de sus representantes, sobre los despidos masivos que hacían las empresas “… La maquiladora KEMET despidió alrededor de 60 por ciento de la plantilla laboral con la que empezó en 2022. Y se esperan 300 despidos en los próximos días. De los mil trabajadores que iniciaron el año. Informó María Dolores Zúñiga Vázquez, secretaria general del SITPMSC de esta ciudad capital.
A escasos tres meses la lucha se intensifica, pues además de haber sufrido el despido de trabajadores, anunciado por la empresa, ahora el sindicato informa que solo tienen una plantilla laboral de 500 trabajadores. Agregó que este año tocaba revisar el tabulador salarial de los mil 200 trabajadores. Esta puede ser una explicación de los despidos, sin embargo, la empresa argumentaba problemas de falta de demanda por la pandemia.
El grupo de obreros a través de su arma de lucha económica, de defensa de sus intereses, es decir de sus derechos, su sindicato, demandan un salario digno que tenga valor adquisitivo y que les permita comprar todo lo necesario, no como el actual que no les alcanza ni para abastecerse de los productos de la canasta básica.
Un horario de trabajo que les permita disponer de tiempo para su descanso y para atender a su familia. Que tenga recursos para brindar lo necesario a sus hijos para sus necesidades de educación, cultura, deporte y esparcimiento. Que le permita cubrir sus necesidades de vivienda y de servicios básicos en la misma, agua, energía eléctrica, lo necesario para una vida digna.
Por ello, pedían un 20 por ciento de aumento al salario, pero la empresa solo ofrecía el cuatro por ciento y no escuchó el reclamo del sindicato, el cual discutió el asunto y junto con sus agremiados decidieron irse a la huelga, decisión importante, trascendente, que va a llevar a obreros y representantes sindicales a emplearse a fondo a efecto de exigir que la empresa no desdeñe y, antes bien, acepte por válidos, reales y objetivos los reclamos del 20 por ciento de aumento al salario.
La bandera rojinegra fue puesta en la entrada de la empresa y en los accesos principales, a las 12.00 horas del jueves 30 de marzo, misma que fue declarada válida por las autoridades laborales del estado. Esto, una vez que la empresa se negó a aceptar la petición de los obreros.
La empresa ofrecía un cuatro por ciento de aumento salarial, solo con la inflación del primer trimestre del año que se reporta en 7.12, la propuesta de la empresa queda absurda. Y si agregamos el aumento del 20 por ciento de incremento al salario mínimo aplicado para 2023, el cuatro por ciento ofrecido por la maquiladora no refleja la realidad que está viviendo la clase obrera.
Al no haber respuesta el día 4 de abril, los obreros impidieron el paso del personal directivo y administrativo de la empresa, quienes reaccionaron a través de su apoderado legal quien solicitó la fuerza pública, amenazó a los dirigentes y arengó contra ellos a los trabajadores (El Mañana).
Después de cinco días, el 4 de abril se informa que se soluciona el conflicto al declararse inexistente la huelga en la empresa KEMET, al llegar a un acuerdo con los obreros a través de sus representantes. Iniciando este miércoles a partir de las 19:00 horas, las actividades de manera normal.
“…La secretaria del trabajo Olga P. Sosa Ruiz informó que el representante legal de KEMET, Alejandro Torres Mansur, dio a conocer la finalización de la huelga… La Jueza de Justicia Laboral, Tranquilina Martínez Balderas, es quien dictaminó la inexistencia de ese movimiento en ese centro laboral. Con esto refrendamos el compromiso de que en Tamaulipas se vive una paz laboral en beneficio de las y los trabajadores, quienes tienen todo el respaldo del gobierno de Américo Villareal, garantizando la protección de sus derechos laborales…”, dijo Olga Sosa. (El Mercurio).
La nota no informa cuál fue el acuerdo entre ambas partes SITPMCS y la empresa KEMET. Pero resalta y elogia la intervención de un tercero: el gobierno: Secretaría del Trabajo, Jueza de Justicia Laboral y el Gobernador del estado.
Esperaremos a conocer el porcentaje obtenido de aumento al salario. Felicitamos a la clase trabajadora por su decisión de lucha y a sus representantes que estuvieron a la altura en la contienda. Estas líneas pretenden hacer notar a nuestros lectores, la importancia de esta lucha y la necesidad de buscar en ella las enseñanzas que nos puedan dar.
Por principio de cuentas, de 1,200 obreros que iniciaron el contrato de trabajo, quedan 500, quienes, al tocar revisión salarial, exigieron un aumento, pues el salario actual no les “sirve”, para ello contaron con su “arma de lucha económica”, el sindicato.
Después de algunos desencuentros con la empresa y gracias a la unidad de la clase obrera y el sindicato, que dieron la lucha –recordemos que el sindicato exigía el 20 por ciento de aumento, y la empresa solo ofrecía el cuatro por ciento– se logró después de 5 días de huelga un acuerdo (no se ha informado el acuerdo sobre el porcentaje).
Una lucha más, un aumento más; un golpe durísimo, la pérdida de 700 trabajadores, un aumento al salario, y la incertidumbre del tiempo que vive nuestro país, su economía sin crecimiento, aguantara KEMET.
Y lo más importante; el obrero no solo necesita un arma económica, un sindicato, para la lucha. Necesita sobre todo un arma para la lucha política. Un arma que lo lleve a gobernar su país y al gobernar lograr que el obrero, el pueblo trabajador, los economistas científicos, de la economía política de un gobierno de los obreros, pueda cambiar su situación de él y de las demás capas sociales del pueblo trabajador: El campesino, los maestros.
El arma política, es su partido de clase, el partido de los obreros, con su proyecto científico, de transformación de nuestra patria México, en un país más justo, más equitativo, más democrático y soberano. Adelante trabajadores de KEMET, los antorchistas tamaulipecos estamos con ustedes.
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