MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El deporte en México; entre calzones, Avon y Tupperware

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Hace pocos días, ocurrieron dos acontecimientos que demuestran los dos extremos del deporte mexicano. Sí, solo hay dos extremos. En uno, tenemos que el equipo mexicano de nado sincronizado ganó medallas de oro en el mundial de la especialidad que se verificó en Egipto. Claro, el país se llenó de orgullo, pero el vergonzoso escándalo entre las federaciones de natación mexicana y la internacional con la Comisión Nacional del Deporte (Conade), mancharon ese logro deportivo al destapar, otra vez, la corrupción e ineptitud que opaca al deporte nacional. En este mismo extremo está la iniciativa privada que apoya a algunos deportistas como Checo Pérez o las mismas sirenas, pero no mucho más.

En el otro extremo, con éxito se llevó a cabo la XXI Espartaqueada Deportiva organizada por el Movimiento Antorchista Nacional, que se verificó el mismo fin de semana con resultados completamente opuestos a lo que nos ofrece el gobierno mexicano y los esfuerzos aislados de la iniciativa privada. Analicemos cada una.

Ana Gabriela Guevara cayó del cielo al infierno, de ser orgullo a vergüenza nacional, de ganar una medalla de plata, a burlarse de manera prepotente de otras atletas. En otras palabras, destruyó al deporte de México y lo humilló, en una sola entrevista de radio.

La titular de la Conade ya había demostrado su ignorancia; el 29 de agosto de 2012, la entonces senadora electa por el Partido del Trabajo (PT) se equivocó de sitio para tomar protesta, ya que llegó a la Cámara de Diputados, aunque debía presentarse en la sede del Senado de la República. La medallista olímpica de los 400 metros planos fue corregida por personal del recinto legislativo y la nota, en aquel momento, quedó en una anécdota curiosa.

Desde entonces, han pasado 11 años y son desastrosos los resultados de la ex senadora, ex diputada federal por Sonora y ahora titular de Conade. Fue diputada federal por el PT, de septiembre a diciembre de 2018, fecha que dejó el cargo para ser nombrada directora de la Conade por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Cinco años después, sus resultados son mediocres, a diferencia de su carrera como atleta.

Hay que decir que la crisis deportiva en México no es solo responsabilidad del fracaso de la funcionaria del deporte. Hay mucha historia detrás, pero el también fracasado periodo de transformación cuatroteísta tiene mucha más responsabilidad; primero, por prometer que con ellos, de manera mágica, desaparecería la corrupción y las cosas serían diferentes y, segundo, por robarle el dinero del presupuesto al deporte, cultura, ciencia y obra pública para desviarlo hacia las obras faraónicas del presidente López, obras que se han inaugurado sin estar terminadas. Así es el gobierno de Andrés Manuel: todo está hecho “a medias” y así terminará su sexenio.

En los últimos 50 años el deporte nunca ha sido prioridad de ningún gobierno mexicano: no se ha obtenido ningún triunfo importante a nivel delegación como en otros países; más bien, han sido esfuerzos individuales o de ciertos equipos. Luego de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, México se ubicó en la posición número 49 de 269 países participantes. En el medallero histórico de los juegos ha ganado, desde su primera participación en 1900, 13 medallas de oro de 73 en total. Somos el cuarto país latinoamericano, detrás de Cuba (18), Brasil (32) y Argentina (42), en otras palabras, no alcanzamos ni el podio.

Poniendo los datos de esta manera, parecería que no estamos tan mal: cuarto lugar en América Latina; sin embargo, nuestro desempeño ha sido más que mediocre. Veamos la cosecha histórica de los primeros cinco lugares en el mundo: Estados Unidos con 2,522 medallas en total. La Unión Soviética, 1,010. Gran Bretaña, 851. China, 546 y Francia, 716. China vence a Francia, pues tiene más medallas de oro, por eso se coloca en cuarto lugar. Analizando así las cosas, las 73 medallas mexicanas ya no lucen tanto, cierto.

Como cabeza de la Conade, Ana Gabriela cosechó en la pasada olimpiada en Tokio, cuatro medallas de bronce. ¿Así, o más mediocre? ¿Qué sucedió?

Por un lado, AMLO es el principal culpable de la falta de recursos para los deportistas mexicanos. Fue su idea controlar el dinero nacional y repartirlo de manera patriota, lo que sea que eso signifique. Por eso, si no hay apoyo al deporte es culpa suya. Los malos resultados deportivos son responsabilidad de su administración, pues, él está “previniendo” que se malgaste el dinero en asuntos, según él, sin importancia.

Tenemos el caso de la cultura, la ciencia y el deporte, tres pilares indispensables para el desarrollo sano de cualquier sociedad y que para el presidente beisbolista no son necesarios. ¿Sabía usted que en París 2024 no competiremos en fútbol, disciplina en la que ganamos medalla de oro en Londres 2012? Y si no es por la iniciativa privada, las sirenas de oro mexicanas no hubiesen cosechado triunfos.

Pero todavía falta. Incluso a dos clavadistas olímpicas, ganadoras en Tokio, fue Aeroméxico la empresa que les ofreció vuelos gratis porque Ana Gabriela no es capaz de hacer absolutamente nada bien y les aseguramos que, como otro inútil de la 4T, Hugo López-Gattel, no renunciará a su puesto, se los firmo.

La solución está en el pueblo, no en un mesías

El Movimiento Antorchista Nacional ha organizado 21 ediciones del evento deportivo amateur, no gubernamental, más importante de México: la Espartaqueada Deportiva Nacional. En este esfuerzo social e independiente, se eliminan más de 20 mil deportistas de todo el país para llegar a la semana en que cientos de deportistas de alto rendimiento esperan para competir, pues hay pocas competencias de este nivel en México.

Pero no solo participan aquellos afiliados a alguna federación oficial, sino gente que no es profesional, pero que tiene algún talento deportivo y que en una semana, en Tecomatlán, Puebla, participan en esta justa que a pulso se ha ganado su lugar en el deporte nacional, a pesar de que no es reconocida ni por grandes medios de comunicación, federaciones deportivas o la iniciativa privada.

El proyecto de nación que enarbola Antorcha incluye el fomento, verdadero, al deporte, no como un espectáculo, sino como una herramienta de transformación del hombre y su entorno. Es así como nació esta justa deportiva, con el objetivo de despertar al mexicano recio, inteligente, culto, solidario, progresista y patriota. El deporte educa la voluntad y forja en quien lo practica, la disciplina y el espíritu de equipo. El deporte templa el nervio de quien lo practica, educa a la mente, enseña al individuo a concentrarse y a encontrar respuestas rápidas a problemas, tanto simples como complejos. Todo eso quiere hacer Antorcha con el hombre y la mujer mexicanos, ni más ni menos.

Por eso, como parte de su quehacer diario, el Movimiento Antorchista organiza torneos deportivos que pretenden preparar a los jóvenes para la justa deportiva mexicana más importante a nivel nacional: la Espartaqueada Deportiva Nacional.

Pero el proyecto no acaba ahí. El objetivo de Antorcha es masificar el deporte, es decir, que cada escuela tenga a un verdadero maestro de educación física, que no solo ponga a sus alumnos a jugar fútbol mientras él, o ella, se ponen a platicar en la oficina de la directora. Tenemos un plan nacional de torneros e instrucción que deseamos llegue a cada rincón del país, pero para ello necesitamos también de cada padre de familia, maestro y joven, interesado en dedicarse al deporte profesional, con una perspectiva más allá de lo convencional, se una a nuestros esfuerzos.

Esto no lo puede hacer un hombre solo como López Obrador, sino millones de mexicanos unidos y organizados. Se trata, pues, de elevar el espíritu de los mexicanos a través del deporte masivo y la XXI Espartaqueada Deportiva Nacional, fue otro paso en firme para lograrlo.

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