Hablar con la verdad se ha vuelto lo más incómodo para el gobierno de la autodenominada 4T. Desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), lo que la ciudadanía mexicana ha visto en los medios de comunicación ha sido una sarta de mentiras y verdades prefabricadas propagadas por toda la nación y declaradas “únicas versiones aceptables”.
Para Morena, todo lo que se oponga al actuar de las autoridades es “propaganda enemiga contra su partido y su política”; así lo plantean desde el púlpito del poder los defensores de los intereses de la clase rica de este país.
Buzos ha navegado contra corriente, se ha sumergido hasta el fondo de los acontecimientos y los ha estudiado desde su atalaya con la intención seria de realizar una investigación científica y comprometida.
A simple vista, pareciera que esta cuestión es particular de México, pero, así como existe la censura en nuestro territorio, también ocurre a escala internacional. Hoy en día, los medios propagandísticos del imperialismo han secuestrado la verdad.
Tanto la radio como la televisión, los reportajes y las notas están enfocados en defender la versión de aquellos que pueden pagar lo suficiente para que las cosas “desagradables” que perjudican a la clase rica y poderosa del capitalismo y a sus aliados sean envueltas con una máscara o embellecidas con términos menos lacerantes para los receptores.
Así es como la burguesía ha ido sembrando, desde el fin de la Guerra Fría, la indiferencia y ha aplaudido la defensa del interés individual entre las masas.
El Estado y los opresores han perfeccionado las máquinas para la comunicación masiva y mejorado las narrativas discursivas desde las cuales atacan, algunas veces de manera sutil y otras no tanto, a sus enemigos de clase.
Es una lucha encarnada por mantener vivo a un sistema que está agonizando, que no tiene nada que ofrecer ni a la humanidad ni al planeta. Por ello, no es de extrañarse que potencias imperialistas como Estados Unidos o la Unión Europea descalifiquen, ataquen y censuren a los medios de comunicación que se contraponen a sus intereses (caso RT, Sputnik y otros).
Los imperios que alguna vez se repartieron el mundo, que colonizaron y esclavizaron a los países menos desarrollados, están verdaderamente preocupados porque las masas despierten y descubran que la manera en que se conducen China y Rusia es la más viable para la sobrevivencia y el confort de la humanidad.
Entre este espeluznante y brumoso panorama han navegado medios de comunicación alternativos que obedecen y defienden los intereses de los oprimidos.
Tal es el caso de la revista Buzos de la Noticia, que cumple 25 años de ser un medio diferente de los demás medios nacionales que hoy se encuentran sometidos y al servicio del Estado. Buzos ha navegado contra corriente, se ha sumergido hasta el fondo de los acontecimientos, los ha observado y estudiado desde su atalaya con la intención seria de realizar una investigación científica y comprometida, que ponga sobre la superficie la verdad que ilustrará a su audiencia con el fin de educarla y hacerle entender que la verdad de la burguesía jamás será ni representará la verdad del pueblo trabajador.
La labor de este medio alternativo mexicano es cada vez más valiosa y esencial para la liberación de la clase proletaria, que durante muchos años ha sido enajenada y sometida a un régimen de hambruna y miseria.
Felicito a todo el equipo que hace posible la existencia de la revista; a la guía del maestro Pedro Zapata, que ha impulsado este proyecto y lo ha encaminado a ser voz de los necesitados, defendiendo la verdad por sobre todas las cosas. ¡Larga vida a la revista Buzos! ¡Enhorabuena!
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