Los mexicanos siempre hemos sido un pueblo unido, solidario ante las desgracias que se nos han presentado. Como un solo hombre, nos hemos levantado, dejando las diferencias a un lado y alzando la voz cuando se necesita.
Los mexicanos debemos ser como una roca sólida: dejar atrás las diferencias políticas y cerrar filas para defender nuestra soberanía ante las amenazas externas.
Es necesario recordar lo anterior porque hoy más que nunca se requiere esa unidad, esa solidaridad ante la llegada del magnate económico Donald Trump al poder de nueva cuenta. Sus discursos de odio y sus amenazas para varios países demuestran que aún sigue creyendo que es el dueño del planeta, que él es quien manda y que su país debe estar sobre todos los demás.
Contextualicemos el asunto. Donald Trump llegó al poder en 2016, lo que representó un desafío significativo para México, especialmente debido a su retórica y políticas en materia migratoria, comercial y diplomática. En ese contexto, la unidad nacional se convirtió en un elemento clave para enfrentar las amenazas externas y fortalecer la identidad y soberanía del país.
Hoy, en 2025, regresa al poder, prácticamente con el mismo discurso nazi que en 2016, calificando a ciudadanos mexicanos como títeres del narcotráfico, tachando a nuestro gobierno de permitir el trasiego de narcóticos. En fin, sus declaraciones son la portada de un gobierno capitalista aferrado a sus verdades y dispuesto a quitar del camino a quien le lleve la contraria.
Esto es muy preocupante, pues, a unas semanas de haber llegado al poder, está deportando a cientos de indocumentados. Las fronteras mexicanas son testigo de lo que está pasando. Las amenazas de subir la cuota en aranceles también preocupan, pues nuestro país depende en más del 80 % de las exportaciones a Estados Unidos.
La situación no es nada alentadora. Por eso, los mexicanos debemos ser como una roca sólida. Dejemos atrás las diferencias políticas y los intereses partidistas. Hoy debe preocuparnos la política internacional. Debemos estar atentos a las declaraciones de Donald Trump y sus funcionarios.
Desde el norte hasta el sur, todos los mexicanos merecemos ser tratados con respeto. Claro que estamos en contra de las sustancias ilícitas, del paso de armas de Estados Unidos a México, de las desapariciones de miles de jóvenes y familias enteras, pero eso es resultado de un sistema económico podrido como en el que vivimos. Y, aunque no lo reconozcan, quien da pie a todo esto es la economía más poderosa: Estados Unidos.
Por eso, hoy es necesario cerrar filas para proteger a nuestros productores, a esas miles de familias que cada día salen a trabajar para que tengamos un plato de comida en nuestra mesa, a nuestra mano de obra que produce. Debemos defender nuestra cultura, nuestra identidad, nuestras raíces.
La unidad nacional mexicana frente a las amenazas de Donald Trump debe ser el tema del día. Desde su campaña presidencial en 2016, Trump adoptó un discurso agresivo contra México, enfocándose en temas como la migración, el comercio y la construcción de un muro fronterizo.
Compañeros y amigos, los invito a reflexionar y a que los discursos de Trump sean un catalizador para reforzar la unidad nacional mexicana, promoviendo la defensa de los derechos de los migrantes, la soberanía económica y la dignidad del país en el escenario internacional.
Y si es necesario reducir la dependencia económica de Estados Unidos, México debe fortalecer su mercado interno y diversificar sus socios comerciales. Ampliar relaciones con países de Asia, Europa y América Latina a través de tratados comerciales como el T-MEC, el acuerdo con la Unión Europea y la Alianza del Pacífico nos permitirá mayor estabilidad frente a las políticas proteccionistas del país vecino.
A nuestro gobierno federal lo invito a que tome una postura firme y diplomática. Sé que no es fácil ponerse a las patadas con el país vecino, pero tampoco debemos dejar que hagan con México lo que les dé la gana. Somos muchos para defender a nuestra nación y lo haremos si este magnate económico no para sus amenazas.
Los mexicanos siempre hemos sido un pueblo unido, solidario ante las desgracias que se nos han presentado. Como un solo hombre, nos hemos levantado, dejando las diferencias a un lado y alzando la voz cuando se necesita.
Es necesario recordar lo anterior porque hoy más que nunca se requiere esa unidad, esa solidaridad ante la llegada del magnate económico Donald Trump al poder de nueva cuenta. Sus discursos de odio y sus amenazas para varios países demuestran que aún sigue creyendo que es el dueño del planeta, que él es quien manda y que su país debe estar sobre todos los demás.
Contextualicemos el asunto. Donald Trump llegó al poder en 2016, lo que representó un desafío significativo para México, especialmente debido a su retórica y políticas en materia migratoria, comercial y diplomática. En ese contexto, la unidad nacional se convirtió en un elemento clave para enfrentar las amenazas externas y fortalecer la identidad y soberanía del país.
Hoy, en 2025, regresa al poder, prácticamente con el mismo discurso nazi que en 2016, calificando a ciudadanos mexicanos como títeres del narcotráfico, tachando a nuestro gobierno de permitir el trasiego de narcóticos. En fin, sus declaraciones son la portada de un gobierno capitalista aferrado a sus verdades y dispuesto a quitar del camino a quien le lleve la contraria.
Esto es muy preocupante, pues, a unas semanas de haber llegado al poder, está deportando a cientos de indocumentados. Las fronteras mexicanas son testigo de lo que está pasando. Las amenazas de subir la cuota en aranceles también preocupan, pues nuestro país depende en más del 80 % de las exportaciones a Estados Unidos.
La situación no es nada alentadora. Por eso, los mexicanos debemos ser como una roca sólida. Dejemos atrás las diferencias políticas y los intereses partidistas. Hoy debe preocuparnos la política internacional. Debemos estar atentos a las declaraciones de Donald Trump y sus funcionarios.
Desde el norte hasta el sur, todos los mexicanos merecemos ser tratados con respeto. Claro que estamos en contra de las sustancias ilícitas, del paso de armas de Estados Unidos a México, de las desapariciones de miles de jóvenes y familias enteras, pero eso es resultado de un sistema económico podrido como en el que vivimos. Y, aunque no lo reconozcan, quien da pie a todo esto es la economía más poderosa: Estados Unidos.
Por eso, hoy es necesario cerrar filas para proteger a nuestros productores, a esas miles de familias que cada día salen a trabajar para que tengamos un plato de comida en nuestra mesa, a nuestra mano de obra que produce. Debemos defender nuestra cultura, nuestra identidad, nuestras raíces.
La unidad nacional mexicana frente a las amenazas de Donald Trump debe ser el tema del día. Desde su campaña presidencial en 2016, Trump adoptó un discurso agresivo contra México, enfocándose en temas como la migración, el comercio y la construcción de un muro fronterizo.
Compañeros y amigos, los invito a reflexionar y a que los discursos de Trump sean un catalizador para reforzar la unidad nacional mexicana, promoviendo la defensa de los derechos de los migrantes, la soberanía económica y la dignidad del país en el escenario internacional.
Y si es necesario reducir la dependencia económica de Estados Unidos, México debe fortalecer su mercado interno y diversificar sus socios comerciales. Ampliar relaciones con países de Asia, Europa y América Latina a través de tratados comerciales como el T-MEC, el acuerdo con la Unión Europea y la Alianza del Pacífico nos permitirá mayor estabilidad frente a las políticas proteccionistas del país vecino.
A nuestro gobierno federal lo invito a que tome una postura firme y diplomática. Sé que no es fácil ponerse a las patadas con el país vecino, pero tampoco debemos dejar que hagan con México lo que les dé la gana. Somos muchos para defender a nuestra nación y lo haremos si este magnate económico no para sus amenazas.
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