En México las cosas van de mal en peor. Los problemas que enfrentamos se agudizan: la pobreza, falta de servicios, falta de vivienda, inseguridad y violencia están afectando a todos los sectores de la población mexicana, y muy especialmente a los niños.
La Secretaría General del Consejo Nacional de Población estima que en 2024 residen en nuestro país alrededor de 132.3 millones de habitantes, de los cuales las niñas y niños de 0 a 17 años representan el 29.4 %, y se distribuyen en 49.1 % de mujeres y 50.9 % de hombres, es decir, unos 38.3 millones de mexicanos se encuentran en este rango de edad.
Los problemas que enfrentamos se agudizan: la pobreza, falta de servicios, falta de vivienda, inseguridad y violencia están afectando a todos los sectores de la población mexicana, y muy especialmente a los niños.
Esto es importante porque los niños y las niñas, como mencioné, son la población más vulnerable que está padeciendo los problemas que aquejan al país, y es urgente reafirmar sus derechos y concientizarnos acerca de la importancia de trabajar todos en conjunto para lograr crear una mejor patria, en donde nuestros niños puedan ser felices y en donde todas sus necesidades sean cubiertas: alimento, vestido, educación, respeto, etcétera.
Sin embargo, es triste reconocer que con casi 40 millones de niños y adolescentes que representan el 35 % de la población mexicana, más de la mitad, 51.1 %, vive en pobreza, es decir, uno de cada dos niños, niñas y adolescentes.
México se corona como un país en extrema desigualdad que está dañando a la niñez, que es parte de las familias que no cuentan con los ingresos necesarios, careciendo hasta de lo más indispensable para sobrevivir. De estos, el 2.5 % padece de pobreza extrema, según los datos expuestos por el Informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Esta situación no es para nada aceptable y debería avergonzarnos que nuestra niñez continúe viviendo en estas condiciones, sobre todo porque son los habitantes de un país que se presume rico. Entonces, ¿qué es lo que está sucediendo?
La riqueza en este sistema imperante, el capitalismo, no está siendo distribuida equitativamente y entonces vemos que mientras unos cuantos poseen riquezas descomunales, que ni en toda su vida ni en la de varias generaciones de su familia podrán gastársela, otros tantos millones viven en pobreza, careciendo hasta de lo más indispensable para vivir y de los servicios más necesarios.
Muchos en nuestro país padecen hambre, frío y enfermedades, sin poder recibir atención médica adecuada porque el sistema de salud prometido no se cumplió en estos seis años de Gobierno fallido.
Desgraciadamente, cada seis años los mexicanos elegimos a nuestros verdugos y les damos tanto poder que ellos deciden en qué se gastarán los recursos públicos, ese dinero que todos con nuestros impuestos logramos juntar y que debería de emplearse en mejorar las condiciones de vida de los propios mexicanos.
Sin embargo, justo en estos últimos años estamos presenciando un grave deterioro de la obra pública, del sistema de salud, de las escuelas, pues 26 mil 463 planteles de educación básica y media superior no cuentan con servicio de electricidad, 56 mil 109 operan sin agua, 43 mil 558 no tienen lavamanos y hay 5 mil 950 planteles sin sanitarios, aunado a la pésima educación que se imparte y demás, pues uno de cada dos niños no comprende lo que lee y dos de cada tres no pueden realizar operaciones matemáticas simples.
No hay construcción de obras, nada, y se está reduciendo a cero la edificación de vivienda para las clases más desprotegidas.
Los problemas se vienen agravando, y los niños son arrastrados a esta grave crisis que se padece, pues ni siquiera hay empleo, y los empleos en donde claramente se sufre explotación los ocupan precisamente los niños, los más indefensos, porque ellos no reclaman.
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2022 publicados por el Inegi, 3.7 millones de personas de entre cinco y diecisiete años se encuentran en situación de trabajo infantil, lo que representa un 13.1 % de la población en ese rango de edad.
Además, se dio a conocer que la mitad de esos niños que son explotados laboralmente realizan un trabajo peligroso, es decir, 1.2 millones de niños y adolescentes, sobre todo trabajan en el área de la construcción o el sector agropecuario y bares.
No se puede tapar el sol con un dedo, las cosas están muy mal. Otro indicador que demuestra lo dicho es la grave deserción escolar que se presenta en México, abandono que principalmente ocurre por carencias económicas. Los datos son alarmantes.
De acuerdo a Mexicanos Primero, sólo 28 de cada cien estudiantes que ingresan a la primaria llegan a la educación superior y de 2019 a 2023, un millón 254 mil estudiantes abandonaron sus estudios de educación básica, especialmente en nivel primaria.
De cien estudiantes que inician primaria, 92 llegan a secundaria, 84 llegan a media superior, 39 estudiantes a nivel superior y sólo 28 ingresan a la universidad.
Los recursos públicos están secuestrados por la élite en el poder. En definitiva, con la 4T en el poder los problemas sociales se han agudizado, pues ha crecido la inseguridad, la violencia, el desempleo, la pobreza y los mexicanos ya no vemos la salida de este túnel en el que se mantiene sumido al país.
Los niños son el presente de México y no existe un verdadero apoyo hacia ellos. Hoy con más urgencia se vuelve indispensable que todos los mexicanos conscientes nos organicemos y luchemos por salvar a México. Por nuestra patria, por nuestros niños, por todos los mexicanos.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario