Tal como lo anunciamos hace ocho días, el pasado martes 11, una comisión de integrantes del Comité Estatal de Antorcha en Guerrero se presentó a entregar el pliego petitorio con las demandas más urgentes de todos los antorchistas en la entidad, entre las que se encuentran obras de infraestructura y servicios básicos, regularización de escuelas, pago a profesores que llevan ocho años dando clases sin salario; inclusión a programas agrícolas, así como dotación de fertilizante a campesinos de todas las regiones, solo por mencionar algunas.
Los pobres nunca alcanzarán justicia verdadera en un sistema económico gobernado por unos cuantos
Fuimos atendidos por el director de Gobernación en el estado, Rafael Julián Arcos, quien dijo que revisarán las peticiones para ver a cuáles de éstas se puede dar respuesta positiva, reiterando el compromiso de la Gobernadora del Estado, Evelyn Salgado Pineda, de atender a todas las organizaciones por igual y de reconocer el derecho de petición y de organización de todos los guerrerenses.
Como ustedes saben, esta presentación del pliego es solo el inicio de un proceso de visitas y recordatorios para que se atiendan sus peticiones y, en el caso de que se aprueben algunas de ellas, hay que realizar una serie de trámites, muchas veces, complicados.
Por ahora, tenemos que reconocer que la atención fue, no solo correcta, sino cálida, esto nos permite creer que existe disposición para atender las peticiones hechas, entendiendo que quizá no se podrán resolver todas, pues algunas llevan ya muchos años, incluso décadas sin atención. De todas maneras, quienes tenemos la necesidad de solución debemos revisar continuamente el avance de nuestras gestiones. Ya les iremos informando de manera periódica en las reuniones de su municipio, comunidad y colonia, la participación que se requerirá de ustedes en cada etapa del proceso.
Ahora bien, suponiendo que se resuelvan algunas de sus demandas más apremiantes, tengo que recordarles lo que hemos estado diciéndoles durante el tiempo en que hemos militado en Antorcha, acerca de que la historia de la lucha por la liberación de los pueblos nos demuestra que los pobres nunca alcanzarán justicia verdadera en un sistema económico gobernado por unos cuantos que son dueños de las fábricas, empresas, tierras y grandes negocios, porque su poder para controlar la economía es tan grande que pueden poner las autoridades que más convenga a su imparable deseo de acumulación de riqueza. Esto es así porque por más que se trate de ocultar o se niegue, en las sociedades donde predomina la llamada economía de mercado, hay una constante lucha de clases entre los que tienen los grandes medios de producción y toda la clase trabajadora que tiene que vender su fuerza de trabajo para poder sobrevivir y mantener a su familia, pues no tiene herramientas ni medios para trabajar o si los tiene, éstos son en realidad de pequeños negocios o comercios en los que apenas se produce para mantenerse y no para generar riqueza.
Esta afirmación de que los gobiernos en los países capitalistas benefician solo a los ricos se demuestra, con lo que dice el Centro de Investigación Presupuestaria (CIEP), acerca de que la inversión gubernamental en obras y servicios para la sociedad mexicana, que desde los años 90 ha venido disminuyendo drásticamente, pasando del 9.6 hasta el 4.2% del Producto Interno Bruto, es decir, ha habido una disminución de más del 50%. Es necesario recordarles también que este dinero que no se invierte en las clases trabajadoras, se destina a ayudar a las grandes empresas para que hagan más inversiones, con el supuesto argumento de que generan empleo y por eso benefician a la sociedad.
Pero en este sentido, tengo que decirles que los grandes defensores de los pobres en la historia de la humanidad, con sus descubrimientos acerca del funcionamiento de la sociedad capitalista, han demostrado que el capital, es decir, el dinero que se invierte y que genera ganancia en el proceso de producción, se invierte en dos elementos, el primero de ellos es el llamado Capital Constante que está formado por las máquinas, edificios, materias primas y materias brutas. Este Capital Constante no genera ganancia, sino que solo transfiere su valor a las mercancías que se producen; en segundo lugar, se invierte en lo que se llama Capital Variable, que es lo que se invierte en contratar obreros, es decir, en fuerza de trabajo que es la única que crea valor y con ello, ganancias para los empresarios.
Fue el filósofo y revolucionario alemán, Carlos Marx, quien descubrió las leyes de funcionamiento de las economías como la nuestra, las llamadas economías capitalistas, y dijo que en estas sociedades, hay una tendencia natural, un rumbo específico, que consiste en que crece y crece cada vez más el Capital Constante, o sea, las máquinas y edificios, mientras que el Capital Variable, lo que se invierte en salario de los trabajadores disminuye, también cada vez más, esto significa que debido al desarrollo tecnológico, las empresas van necesitando cada vez menos trabajadores, aumentando así el desempleo.
Esto quiere decir que las sociedades como la nuestra no pueden resolver las necesidades materiales de la población y tampoco generar suficientes empleos. Este es un proceso que va desarrollándose porque está sujeto a las leyes que se cumplen necesariamente.
Ante este empobrecimiento y falta de empleo continuo, a los que ahora se le suman las presiones de Donald Trump para poner impuestos a las exportaciones, la expulsión de miles y quizá cientos de miles de paisanos que trabajan en Estados Unidos, que también afectarán severamente a los mexicanos, ¿qué debemos hacer los antorchistas? Pues, en primer lugar, comprender que debemos fortalecer nuestra organización, participando más activamente y acercando a ella a todos los mexicanos que sufren, al igual que nosotros, las consecuencias de ese sistema económico para que juntos formemos una fuerza social tan grande y fuerte que sea capaz de llevar al poder a otro tipo de gobernantes que no se sometan a los ricos y poderosos, sino que distribuyan la riqueza social de manera más justa y equitativa, mediante la atención de las necesidades sociales.
La realidad nos dice, cada vez con más fuerza, que esta es la única salida para los pobres, pues como decía, la justicia no se va a alcanzar en una sociedad enferma como la nuestra, con una pobreza insultante que provoca falta de educación, salud, vivienda digna y empleo decoroso y una sociedad, que como todos lo hemos atestiguado, está llena de violencia. Por eso, es fundamental que no solo estemos al pendiente de nuestras demandas inmediatas que van plasmadas en el pliego entregado, sino al llamado constante de nuestra organización que nos llama a permanecer unidos y dispuestos a luchar y curar la sociedad en la que vivimos en beneficio de todos. Sea.
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