MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Los tabasqueños humildes, inundados y abandonados por los gobiernos de Morena

image

Según datos oficiales muy conservadores sobre las terribles inundaciones de las últimas semanas en Tabasco, Chiapas y Veracruz, dejaron 27 personas fallecidas, 60 mil viviendas dañadas y 180 mil personas afectadas, las peores en los últimos 50 años, con datos de Laura Velázquez, coordinadora Nacional de Protección Civil. Estás cifras de acuerdo a testigos presenciales se quedan cortas, pero son cifras escalofriantes que a cualquier nivel de gobierno deberían de activar en lo inmediato, para auxiliar ipso facto a los sectores sociales ubicados en zona de mayor riesgo y población vulnerable. Pero, desgraciadamente no sucedió as&iacute, los tres niveles de gobierno morenistas de la 4T, empezando por Andrés manuel López Obrador (AMLO), secundado por el gobernador y alcaldes, se aparecieron semanas después, sin ningún plan serio de emergencia que llevara apoyos suficientes para la población en las zonas altamente afectadas e incomunicadas. Una vez más el pueblo tan sufrido de Tabasco, olvidado y abandonado a su suerte.

Es cierto que muchos millones de mexicanos más humildes, viven en zonas de riesgo, pero no porque sea su voluntad, sino obligados por su pobreza y por el vil abandono de los tres niveles de gobierno; hasta ahora, con raras excepciones los gobiernos no han implementado acciones serías, acompañados de inversiones financieras para obra social, que reduzcan los riegos de desastres naturales de las familias que habitan en zonas de derrumbes, inundables, deslaves, solo se han quedado en discursos huecos, llenos de demagogia, pero en los hechos las oficinas están llenas de trabas burocráticas y siempre anteponiendo la falta de recursos para no regularizar y hacer obras para reducir los riesgos de las viviendas que menos tienen. Será porque las familias ricas de este país, han elegido los lugares más seguros para vivir, invirtiendo todo el dinero necesario (que lo tienen) para hacer de sus viviendas verdaderos bunkers para que ellos vivan y han orillado a vivir al pueblo en las zonas de alto riesgo, hacinados, insalubres y padeciendo esa pobreza que los carcome toda la vida, así están las grandes urbes y las alejadas zonas rurales en nuestro desigual y marginal México. Ahí están los hechos más recientes que nos demuestran que la pobreza, la desigualdad  y el rezago social son las causas de los grandes males de México y las inundaciones no son la excepción. El sismo del 85, el sismo del 2017, inundaciones en Tabasco en el 1999 y 2007, inundaciones en Veracruz en el 2007 e inundaciones en Puebla y Guerrero en el 2016, sólo son algunos ejemplos de los grandes estragos que han dejado en las últimas décadas en las capas sociales más desprotegidas. Ahí siguen pendientes  por resolver varias causas, de las que muchas están manos de los gobiernos de antes y de ahora.

1

Ante los desastres naturales que sufre el pueblo, el primero que debería de acudir en su auxilio, deberían de ser los gobiernos, pero cuando no es as&iacute, como el caso actual de Tabasco, solo queda una opción: la que el mismo pueblo se ayude a sí mismo y eso estamos haciendo todos los antorchistas del país, con nuestros modestos esfuerzos, magra economía y dura afectación sanitaria, con nuestros actos estamos demostrando que vamos a compartir, en un acto solidario y fraterno lo poco que tenemos; alimentos, ropa y algunas monedas, dando una lección a todo aquel que lo quiera ver y aprender, que solo el pueblo humilde, solidario y fraterno, si se organiza, educa y lucha puede cambiar de raíz a este país. Que a nadie le quede la menor duda.

Los mexicanos debemos aprender de las tragedias, por duras o difíciles que sean, y nunca olvidar, porque detrás de cada desastre natural hay causas sociales profundas que magnifican esos desastres y si no atacamos esas causas de fondo, volveremos a padecer cíclicamente, situación que ha venido sucediendo en Tabasco, necesitamos detectar cuáles obras hidráulicas de gran envergadura se necesitan en esa región del país, para evitar en lo sucesivo más hechos lamentables como el de ahora y luchemos por ellas, hasta conseguirlas. Sabemos que no es tarea fácil, pero es la única salida y verdadera solución, no olvidemos que ahí no viven los políticos, ahí vive el pueblo, entonces juntos como pueblo a luchar sin descanso, tarea difícil, pero impostergable. Nunca más debe inundarse Tabasco ni cualquier otro estado. Necesitamos obras para el pueblo que eviten futuras inundaciones. A luchar se ha dicho, por un Tabasco sin inundaciones, manos a la obra.

  • Etiquetas:

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más