MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Don Manuel Serrano Vallejo

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11 años han pasado desde que fuera secuestradoel padre de activistas antorchistas, entre ellos de nuestra compañera MaricelaSerrano Hernández, don Manuel Serrano Vallejo. En aquel entonces, nuestrodirigente nacional, el ingeniero Aquiles Córdova Morán, escribió un artículo enel que señaló que don Manuel Serrano, simple y llanamente no era secuestrable,así lo dijo, pues era un hombre modesto, trabajador, sin cuentas bancarias enAndorra u otro paraíso fiscal, sin propiedades en Miami, ni mucho menos; por locontrario, era un hombre modesto que se levantaba temprano y llevaba susperiódicos a la esquina donde se encontraba la tijera para colocarlos yvenderlos.

El seis de octubre a primera hora de la mañana fue violentamenteseparado de su lugar de trabajo y desde entonces no supimos nada de suparadero.  Imagíneseusted, amable lector, que recibe una llamada telefónica para decirle que supadre no aparece, que salió temprano a trabajar y que no está donde debía o queno llegó a comer como normalmente lo hacía. Pues bien, estando en nuestrareunión de la Dirección Nacional del Movimiento Antorchista, recibimos lanoticia de que no aparecía Don Manuel, que había ido a trabajar, como siempre,y que no estaba en su lugar de trabajo. Poco a poco fue surgiendo informaciónque confirmó nuestras sospechas: don Manuel había sido secuestrado. Pero, ¿porqué lo secuestraron? Como queda demostrado por la irrefutable explicación denuestro dirigente nacional, no fue por su condición económica ni la de sushijos, se trató, entonces, de un secuestro político por que sus hijos y,principalmente, su hija, nuestra compañera Maricela Serrano era la presidentamunicipal de Ixtapaluca.

Elementosde mal trato hubo en el gobierno de Eruviel Ávila, se tensaron políticamentelas fuerzas; salieron espectaculares en el Estado de México atacando a MaricelaSerrano y al biólogo Jesús Tolentino Román; se recibieron diferentes tipos deamenazas directas en contra de Maricela. En ese contexto y con un enemigodeclarado en contra del antorchismo ixtapaluquense, Armando Corona, fuesecuestrado Don Manuel. No queda duda de que su secuestro tuvo un carácterpolítico y la intención era, sin duda, amedrentar a nuestros compañeros, erafrenar el desarrollo de Antorcha, que surgiera una especie de desbandada, degeneración de miedo y terror, que el Movimiento Antorchista apagara susprotestas, que dejara de exigir al gobierno solución a los problemas y,atacando a la cabeza, sus líderes emblemáticos, acabaría con ello con elMovimiento.

Algoasí sucedió, también, el 18 de agosto del año 2000 cuando ganó el compañeroJesús Tolentino Román Bojórquez la presidencia municipal, que en la toma deposesión un fuerte dispositivo armado orquestado por Guadalupe Buendía, aliasLa Loba, y pasivamente permitido por el gobierno del Estado de aquel entonces,pues la policía estaba a unas cuadras pero no intervino, aún cuando el BiólogoTolentino la solicitó formalmente con antelación, mataron a 10 de nuestroscompañeros e hirieron a 99, quisieron, pues, amedrentar a Antorcha, asustarla ydesaparecerla.  Elresultado final no fue la desbandada, no fue el abandono de la lucha, elresultado final fue la consolidación del Movimiento y la demostración de que sepodía gobernar de una manera distinta, lo cual quedó claro en las transformaciones profundas de los municipiosde Chimalhuacán desde el año 2000 y el de Ixtapaluca desde 2013 en que inicióuna serie de cambios fundamentales que mostraron la capacidad de gestión y deinversión correcta de los recursos al invertir en un año en obra pública lo quese gastó en tres trienios anteriores, es decir, en nueve años.

Losintentos de desaparecer a Antorcha no han culminado, pues a la llegada de lamal llamada Cuarta Transformación, que nadie sabe en qué consiste, ni los quela defienden, el entonces presidente AMLO, cerró la solución de demandas a lasorganizaciones sociales y nos persiguió mediante la unidad de inteligenciafinanciera, la cual, de manera ilegal congeló las cuentas de varios compañerosy las de quien escribe. En ambos casos el presidente se equivocó en su estrategiade querer acabar con Antorcha, pues en el primero, cierto es que le cerraron lallave de la gestión al Movimiento Antorchista, pero no es a los líderes aquienes perjudicaron con esa medida, sino al pueblo humilde y desamparado, alque dijeron que defenderían. Por ejemplo, la falta de drenaje de la coloniaFray Servando Teresa de Mier, por poner un ejemplo en Texcoco, no afecta a loslíderes si no a los que ahí habitan, por ende, Morena, al no escuchar lasdemandas de la gente y, sobre todo, al no resolverlas, afecta severamente lavida de los mexicanos.

En el segundo caso, no pudo demostrar ninguna de susacusaciones el gobierno, terminó el sexenio y ninguno de los compañerosacusados de corrupción está en la cárcel.  Yafinalizó el sexenio de AMLO y Antorcha está viva y presente en el panoramanacional. Con ello se demuestra que ni el ataque con balas, ni el secuestro, nila persecución económica, ni bloquear la solución de obras a la gente, acabancon Antorcha. ¿Por qué? Porque la razón de la existencia de Antorcha es másprofunda: la organización surge y es vigente porque lo que le da vida estávigente, esto es, la desigual distribución de la riqueza nacional. Ni lasbalas, ni el secuestro, ni el bloqueo gubernamental oficial, ni la persecuciónpolítica resuelven los problemas de la gente y, por lo mismo, no acaban conAntorcha. Si algún gobierno pretende acabar con Antorcha deberá resolver, defondo, el problema de la desigualdad de la riqueza y, para ello, deberá cambiarel modelo económico, pero eso no ha sucedido ni se ve que vaya a suceder con lanueva presidenta de la república mexicana, o lo que están dejando de larepública.  ClaudiaSheinbaum, en su discurso de toma de protesta, señaló que era demócrata y queno va a reprimir el derecho de manifestación ni la libertad de prensa.

Eso estábien, pero no basta. AMLO dijo también que sería demócrata y que no reprimiríala protesta social, pero se contradice, pues ser demócrata significa respetarel mandato del pueblo y a todos aquellos que protestaban los dejaban que semanifestaran, pero nada, absolutamente nada, les resolvía en concreto. Si laactual presidenta va a seguir esos pasos, su afirmación de que es demócrata vaa quedar debilitada. Ser demócrata implica escuchar a los que plantean unapetición, verificar si socialmente se justifica y atenderla en concreto,resolverla.  Porello, el evento en el que recordamos los 11 años del secuestro político de DonManuel Serrano Vallejo es una buena ocasión para decirle a los Antorchistas yal pueblo de México, que Antorcha sigue viva y que su razón de ser también:mientras la desigualdad y la injusticia campeen en nuestro país, habrá unarazón profunda para educarnos y organizarnos, para tomar el poder político deMéxico y cambiar de raíz el modelo económico, para lograr una patria más justay mejor para los mexicanos.

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