¿Recuerdan ustedes cuando a principios de 2022, el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador mantuvo una larga confrontación y duras críticas contra los entonces consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), (órgano constitucional autónomo encargado de regular los procesos electorales) : Dania Ravel, Jaime Rivera, José Roberto Ruiz, Beatriz Claudia Zavala, particularmente contra Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, quienes actuaban responsable e imparcialmente, respetando las leyes electorales?
En una acción sin precedentes en la historia de México, el diputado morenista, Sergio Gutiérrez Luna, los denunció ante la Fiscalía General de la República (FGR) por supuestos delitos de abuso de autoridad, coalición de servidores públicos y delitos en agravio del servicio público, por supuestamente incumplir los principios de legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia, por haberse atrevido a proponer el aplazamiento de la consulta de revocación de mandato debido a la falta de presupuesto, por lo que López Obrador, se autonombró “guardián” de los comicios, a pesar de que esa facultad que no le corresponde.
El objetivo era que la mayoría morenista en la Cámara de Diputados les retirara el fuero y dejar al INE con solo cinco integrantes, cuatro de ellos propuestos por Morena, así AMLO y su partido nombrarían a los consejeros faltantes, y asegurarían el triunfo en la pasada elección del 2 de junio para mantenerse en el poder otros seis años. Y logró su finalidad con un INE sumiso encabezado por Guadalupe Taddei, pues según el propio Tribunal Federal del Poder Judicial de la Federación (TRIFE), el presidente vulneró los principios de imparcialidad, neutralidad y equidad en 32 conferencias “mañaneras”, entre los meses de mayo y octubre de 2023, al hacer propaganda electoral a favor de Claudia Sheinbaum, sin que pueda legalmente ser sancionado.
¿Y recuerdan que López Obrador intentó, primero con el respaldo del Senado y la Cámara de Diputados, prolongar el período por dos años más, de 2022 a 2024, del entonces Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, con el argumento de ser un hombre íntegro y tener coincidencias ideológicas con él, viéndose obligado a desistir por la presión de los mexicanos, por ser una descarada violación a la Constitución Política de México?
Por último, ¿recuerdan que el presidente López Obrador intentó imponer a la Magistrada Jazmín Esquivel Mossa, acusada de plagio de su tesis profesional, como presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quién sin haber demostrado su honorabilidad, con su respaldo y sin el menor rubor continúa en el máximo órgano de impartición de justicia del país, resultando finalmente electa, la actual magistrada Norma Piña, acusada y expuesta peligrosamente a un linchamiento despiadado por su rectitud y defensa del máximo orden de impartición de justicia del país?
Pues bien, López Obrador y los integrantes de su partido no descansan en su ambición por tener el control absoluto de los tres poderes de México. Ahora ante su falta de entendimiento de que son poderes independientes, insisten en su Reforma del Poder Judicial para elegir democráticamente a los jueces y magistrados a través del voto popular, dando por sentado que los casi 36 millones de ciudadanos que votaron por Morena, respaldan automáticamente su propuesta.
Con el cinismo que caracteriza a Jazmín Esquivel ha exigido ante el pleno de la Corte, la renuncia de Norma Piña Hernández, supuestamente por su falta de “interlocución” con los poderes Ejecutivo y Judicial, a los que, con cierto sarcasmo, ha contestado AMLO que “no hace falta que renuncie, será el pueblo el que decida, sólo que continúe el debate sobre la Reforma” pues la mayoría del pueblo está a favor de esa Reforma. ¿Cómo ir en contra de la voluntad de millones de mexicanos? Agrega.
Pero ¿de verdad los ciudadanos mexicanos están capacitados para elegir a los 9 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, 5 miembros del Tribunal de Disciplina Judicial, siete de la Sala Superior del TEPJF, 18 miembros de las Salas Regionales del TEPJF, 910 Magistradas y Magistrados de Circuito y 737 Juezas y Jueces de Distrito que suman en total mil 686 elementos?
¿Será que el pueblo sabio votará con consciencia o influirán en ellos los Servidores de la Nación a cambio de la compra de votos en efectivo, como pasó el 2 de junio, de tarjetitas Bienestar, o será a cambio de sentencias absolutorias a presuntos delincuentes?
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