MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La tarea es organizarnos

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Conozco muchas familias pobres, tanto del campo como de la ciudad, que todos los días del año a muy temprana hora marchan presurosos a sus labores cotidianas a mercar su fuerza de trabajo por el pan de cada día; y es así, como los dueños de los medios de producción, al final del día, cuentan con un plus en la mercancía producida que aumenta su capital. Esta actividad mecánica hace que un mar de obreros produzcan una gran cantidad de mercancías diversos, disponibles para el consumo directo o para el intercambio.

Sin embargo, hay muchos pueblos y colonias donde las familias viven en la miseria, con el  hambre marcada en sus costillas, con rostros enjutos por falta de alimentos suficientes y saludables; creando con ello un pueblo enclenque, enfermizo, fácil de atropellar y manipular. Por ello, es un duro golpe para los que más necesitan de una ayuda alimentaría, que les hayan arrebatado el programa de comedores comunitarios, donde al menos, una vez al día, tenían asegurado una comida calientita. Ahora ya saben que este gobierno de la 4T, les mintió cuando dijo que primero los pobres. 

Sucedió lo mismo con la guarderías; las madres de familias que, por el insuficiente salario que recibe el proveedor de la casa, sale también a trabajar al campo o en las fábricas de la ciudad, para contribuir a la economía familiar, dejando el crío en la guardería (cuando había), con la confianza de que al hijo lo cuidaban en un lugar seguro, y a la vez tenia el niño un desayuno y comida nutritiva que era monitoreado por nutriólogos y personal de salud del Desarrollo Integral de la Familia (DIF) estatal, que de manera disciplinada vigilaban el peso y la talla del infante, y eran atendidos en su salud física y emocional con juegos didácticos que estimulaban el aprendizaje con el canto, la danza, el ejercicio diario, etc. Mientras tanto la madre trabajaba, el niño se desarrollaba sanamente.

Un programa que ayudaba a las familias con madres trabajadoras, y madres solteras también, que en la guardería tenían el único apoyo asegurado para poder trabajar. Hoy saben que el gobierno de Morena les arrebató el medio de que disponían para que sus hijos fueran atendidos mientras ellas trabajaban. 

A los hospitales, cuando los hay y cuentan con un médico, se acude a ellos y se diagnóstica con facilidad cuadros de desnutrición, de bajo peso por falta de suficiente y sana alimentación que no permite el sano crecimiento, el desarrollo de las defensa naturales que el cuerpo necesita; pero, la mayoría de las veces el problema sólo queda en el diagnóstico de la enfermedad, porque las farmacias de los hospitales están vacías, sin medicamentos; en su  mayoría no cuenta ni con el paracetamol, y ya ni hablar del cuadro básico de medicamentos que debería tener disponible un hospital o centro de salud. 

Y el problema de salud se agrava cada día más. Se han cancelado los tratamientos a niños con cáncer y a pacientes con VIH o diabetes. El problema se complica en los niños y jóvenes en edad escolar, enfermizos y sin medicamentos para remediar la salud; el aprovechamiento escolar es deficiente, y tal como dice una canción que escuché: “con hambre las letras no entran”. Serias dificultades enfrenta el pueblo trabajador ahora, con esta nueva modalidad educativa a distancia, que solo es un mero intento, ya que no se crearon las condiciones para recibir las clases a distancia. Existen centros de población tanto del campo o de la ciudad que carecen de electrificación, de internet, computadora, u otro dispositivo inteligente para recibir la señal de transmisión y poder recibir las clases, y tener acceso a su formación académica. En el área rural, donde las promesas sobran, para introducir servicios tan necesarios para el progreso de las comunidades, sin infraestructura básica, no se puede acceder a los programas educativos que tanto se anuncia.

Con facilidad se puede deducir que la 4T de Andrés Manuel López Obrador es una pifia más. De este modelo económico neoliberal, su mayor preocupación es la acumulación del capital exprimiendo la fuerza de trabajo del obrero hasta agotarlo, con un salario mínimo para que no se muera de hambre y pueda reproducirse. El aparato del Estado como garante, facilitador del modelo económico para cumplir y trazar las políticas necesarias para el desarrollo del neoliberalismo, la cancelación de programas sociales que ayudaban a los pobres, obedecen a esta política neoliberal, que es gracioso escuchar la promesa de desaparecerlo en una conferencia mañanera. Es evidente que políticas de esta naturaleza son nocivas para la gran masa de obreros de nuestro país. Las huellas del sistema capitalismo son palpables: la falta de inversión en salud pública con más de 200 mil decesos; falta de condiciones para la educación, la falta de vivienda, de cultura, de deporte; la cancelación de fideicomisos a la ciencia y la tecnología, y un largo etcétera. Morena, no es un gobierno de los pobres, cada día apuntala al sistema neoliberal de su gobierno. No hay inversión pública para detonar nuestra economía nacional. El pueblo pobre de México tenemos que organizarnos y exigir al gobierno la implementación de programas sociales que mejoren nuestras condiciones de vida. Ya no hay de otra.

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