En México existe el fenómeno de desprestigiar la opinión pública, y en temas de política parece ser cada vez más común. Pero… ¿Es posible hablar de política sin dedicarte a ella? Sí. ¿Tu opinión será válida? No, o al menos no entre mexicanos. Pero no es así de fácil, hablemos del por qué en México no es válido hablar de política, si no eres un experto en la materia. ¿Qué hacer? O más bien ¿qué no hacer al respecto?
“¿Eres político o ya te estás convirtiendo en chayotero? “Dedícate a lo tuyo y deja esos temas para los que sí saben”. ¿Te suena? desde pequeños, asimilamos mensajes de inferioridad en el conocimiento de temas políticos, así que al principio nos juzgamos y después juzgamos a los demás, sus argumentos y sus decisiones desde una postura de descalificación.
El desprestigio a la opinión de otros ocurre cuando adoptamos pensamientos y comportamientos superiores sobre otros, aún cuando no haya argumentos de peso para hacerlo. ¿Cómo puede ocurrir esto? Aunque parezca contradictorio, ser mexicano y opinar de política es un resultado lógico de la socialización. Estas ideas, y comportamientos adquiridos desde pequeños, son un éxito del sistema.
Como decía Rosa Luxemburgo: “No se puede arrojar contra los obreros insulto más grosero, ni calumnia más indigna que la frase las polémicas teóricas son sólo para los académicos”. Es precisamente eso lo que ha pasado a través de tantas décadas en nuestro país, desde que acudimos a la escuela, el sistema educativo ha creado una gran brecha en el conocimiento de la historia entre lo real y lo falso acerca de la política de nuestro país. A partir de ahí, los criterios varían, entre la educación que se recibe en casa y lo que se aprende en la escuela. De forma global cada uno forma un criterio entre lo que piensa que es correcto y no, dependiendo de los criterios de los adultos que nos rodearon, esto al parecer es una cadena interminable.
Esta es una importante razón por la que al llegar a la edad adulta sin un conocimiento crítico hace que la mayoría de las personas crean en políticos que dicen solamente lo que la gente quiere escuchar, lo aceptan sin cuestionar y sin comprobar, pues no han sido educados para ser críticos, sino para obedecer lo que otros dicen. Esto a su vez es acompañado de un bombardeo que está por todas partes a través de películas, música, revistas, comentarios, medios de comunicación.
Pero ¿cómo podemos corregir este problema? Dejar de ver la política como un tema solo para expertos, todos tenemos derecho a dar nuestra opinión, pese a ello, es igual de importante dejar de vernos como competencia, y más como aliados de clase. Demonizar la opinión de otros y santificar nuestra opinión nos aleja más de la opción para llegar a acuerdos.
De hecho, es importante reconocer que siempre existirá la manipulación masiva del sistema a través de los políticos que velan siempre por su beneficio. Lo que está claro es que atacarnos unos a otros, no resolverá el problema y oprimir a los demás personas no nos libera a todos. Este es un sistema diseñado en beneficio para los de arriba e ir en contra es saber que la respuesta siempre será con violencia y enajenación y esto ha funcionado pues actualmente muchas personas prefieren ignorar o justificar la desigualdad que hay en México, y deciden tomar la postura de ‘la política no es para mí’ como una forma de protección y supervivencia. Aunque la realidad es que ignorar la política no te libra de ella. Sí, la política sí es para ti.
Entonces, ¿Cómo romper este círculo vicioso? Es conveniente reconocer que en México urge la tarea de politizarse, no bajo con un fin individualista, sino masivo y transformativo. Ignorar cómo funciona la política en nuestro país es estar en un eterno círculo de confrontaciones. Existen muchos tipos de hacer política, así como formas de gobierno y grupos de resistencia de cada partido enfocados precisamente en dividir, esto ocurre porque los gobiernos no necesitan que estemos aliados, porque hasta el día de hoy, ningún gobierno trabaja a favor de las mayorías.
Hacer una crítica habitual a cualquier forma de gobernar no es suficiente. Estar todos de acuerdo tampoco serviría de mucho. La realidad es que estar a favor de un partido u otro es caer en una forma más de opresión como muchas otras que existen. Pero tener una sociedad que tenga la capacidad de debatir es importante. Saber de política no es solo defender un color u otro, sino reconocer y saber a qué sistema obedecen todas esas formas de manifestación política.
Hoy el país necesita mexicanos más involucrados, que sepan exigir a favor de las mayorías, nuestro país debe convertirse en un lugar donde todos, tengamos la política a favor del pueblo y no el pueblo a favor de la política.
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