Prácticamente desde fines del siglo antepasado y las primeras décadas del fenecido siglo XX la prensa realmente independiente y libre jugó un papel principal en la defensa de los intereses de las mayorías desprotegidas de nuestro país. Este fenómeno revolucionario coincidió o mejor dicho fue posible porque los mexicanos de entonces y sus líderes populares, entre ellos renombrados periodistas como Francisco Zarco o J. Guadalupe Posadas, atravesaban el período inmediatamente anterior al movimiento armado de 1910-1917 de la Revolución Mexicana que concluyó en la Constitución que rige a todos, y con un nuevo país de cambios fundamentales. Acabado definitivamente ese período, se acomodaron los nuevos ricos en el poder de la república y la prensa quedó completamente a su servicio, como había ocurrido durante la prolongada dictadura porfirista.
Hoy, lo que hace la prensa del estado de Puebla cuando se refiere a la lucha del Movimiento Antorchista en esa entidad es trastocar la verdad, acusar a las víctimas de ser los victimarios. Esto sucede sobre todo en los ataques a la seguridad y vida de los antorchistas: como la agresión a balazos con heridos ocurrida en San Martín Texmelucan; el secuestro y serio intento de linchamiento de jóvenes universitarios antorchistas a cargo de turbas de manipuladas en la comunidad de Zacachimalpa, cercana a la capital de estado; el allanamiento realizado por bandas armadas a moradas y oficinas de varios de compañeros; la amenaza de muerte a la presidenta municipal de Tecomatlán y a dirigentes en Coayuca de Andrade y Ajalpan. 18 crímenes políticos en total, ocurridos en los últimos meses sin que las autoridades tengan tras las rejas a casi nadie de los autores materiales o intelectuales de estos delitos.
Lo anterior confirma la conclusión arriba dicha: Lo medios informativos oficiales, reconocidos por quienes mandan en este país, no están para servir, defender y orientar al pueblo, sino para desorientarlo, atacando las manifestaciones de descontento y las luchas por la justicia y el progreso de los que más sufren la pobreza en nuestro país. La razón de ser de los medios informativos oficiales es apoyar al sistema y aquellos que se benefician y enriquecen a manos llenas todos los días con el sudor de los trabajadores del campo y la ciudad.
Es particularmente cínico el caso de diarios como La Jornada de Oriente en Puebla, parte de la cadena de periódicos La Jornada la cual, por cierto, desde su fundación en la Ciudad de México en 1984 presumió ser un nuevo grupo de paladines de la "libertad de prensa", cortina de humo para esconder los intereses políticos y económicos de sus fundadores. Sí, "libertad de prensa" para hacer negocio con la publicidad y los acuerdos en lo oscurito, "libertad de prensa" para hablar bien de los que pagan y calumniar a sus enemigos políticos. Ese es el periodismo común y corriente de nuestros días en televisión, radio, internet y prensa escrita.
La Jornada de Oriente, medalla de oro en noticias falsas (las famosas fakes news), ha jugado el papel de emisaria en el asesinato de antorchistas poblanos al anticipar el del, sin decir su nombre, del uerido compañero Manuel Hernández Pasión, presidente municipal de Huitzilan de Serdán ultimado cobardemente en octubre pasado por sicarios ligados al cacicazgo de la Sierra Norte de ese estado, que comanda el presidente de Zacapoaxtla Guillermo Lobato Toral, cacicazgo del cual forma parte Alonso Aco, viejo explotador de los campesinos de Huitzilan, que fue quien hizo la advertencia de muerte en La Jornada de Oriente.
Esta clase prensa poblana se ha dedicado desde hace décadas con sus mejores e inescrupulosas plumas a denostar, desprestigiar, calumniar al antorchismo presentándolo: como un grupo armado del PRI, invasor de tierras, extorsionador de las "pobres" autoridades cada vez que, basados en nuestro derecho constitucional, nos movilizamos para demandar las justas demandas de nuestros agremiados. Y por último, que somos un grupo de asesinos para proteger los lugares donde gobierna Antorcha.
Esto hace la mayoría de la prensa poblana. Su actual "campaña calumniosa...tiene por eje las elecciones", han dicho los antorchistas poblanos, que sumaron una cantidad mayor de candidaturas con el crecimiento de su fuerza. Una prensa que victimiza sin piedad a las víctimas del cacicazgo que se atreven a luchar por el respeto a sus opiniones y derechos. Es de adivinarse que en el proceso electoral poblano en curso, nuevas amenazas, nuevas provocaciones o asesinatos incluso esté preparando el cacicazgo de ese estado, lo cuál es un grave riesgo a la vida y la seguridad de los dirigentes antorchistas. Estos actos delictivos caso de realizarse son merecedores de larga prisión que los involucrados deben tomar en cuenta. Los antorchistas de todo el país estamos atentos y exigimos justicia en defensa de nuestros hermanos poblanos.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario