La simulación, es una conducta recurrente y se da entre aquellos que dicen, o hacen una cosa, pero que en realidad sólo están alterando, aparentando, o distorsionando la verdad con la finalidad de conseguir algo, que, sin ésta acción, no conseguirían.
Resulta más fácil si se tiene el apoyo o la ayuda de paleros y patiños que se presten a la simulación. Uno de los simuladores más famosos, fue Judas, que, fingiendo amor, se acercó a Jesús y plantándole un ósculo traicionero, lo entregó a sus enemigos.
En política es lo más común, la encontramos de manera recurrente y pareciera ser moneda de cambio. La podemos identificar disfrazada de saludo de manos, abrazos con sonoras palmadas, regalos vistosos, enormes canastas navideñas, etc. etc. Sin dejar de mencionar una de sus manifestaciones de mayor contundencia, la alabanza. ésta última, es infalible, pues nadie ofrece resistencia a la caricia de la lisonja, así que, alabar, o lisonjear a alguien en público o privado, garantiza una alianza o complicidad.
Claro que entre más testigos haya, mejor, por eso la importancia de elegir los lugares dónde se observe tan antiguo ritual. Hasta hace poco tiempo, se llevaba a cabo en restaurantes y cafeterías de moda, que no eran otra cosa que pasarelas políticas, con alfombra roja y luces reflectoras.
Ahora, ésta práctica se lleva a cabo con todo descaro y sin decoro alguno en el salón "Tesorería" del Palacio Nacional, todas las mañanas desde que AMLO inició su "gobierno", de lunes a viernes a partir de las siete de la mañana.
El gran simulador, el presidente Andrés Manuel López Obrador y sus lisonjeros, la prensa vendida, simulada, y cómplice, dan lugar a una de las reuniones, dónde la falsedad es total y absoluta, descarada, sin disfraces, abierta y retadora, constante hasta el hartazgo, tan vulgar que provoca náuseas, aquí, dónde el acontecer diario es lo de menos, la nota no está en lo sucedido en el país, o en lo que habrá de suceder con las medidas de gobierno que debería de implementar, no, sino en lo "tartufo" de sus acciones.
El acuerdo con casi todos los medios informativos es más que evidente, las preguntas están previamente elaboradas, corregidas cuidadosamente y finalmente palomeadas, para que no le sea cuestionado algo que lo saque de su zona de confort y lo exhiba cómo lo que en verdad es, un neófito e incompetente. Preguntas serias y torales están descartadas, son las preguntas a modo las que imperan, para permitir, que mañana a mañana responda lo mismo, sin variar ni una coma, que si es la mafia de el "prián", que si la corrupción ya no existe, que no somos los mismos, que me canso ganso, que lo que diga mi dedito, no le cambia ni un acento y ni una coma. Y así entre gracejadas y gazapos hacen de una conferencia de prensa, una simulación orquestada.
Detectados, ubicados y ya conocidos, los lisonjeros se acomodan siempre igual, ocupan las mismas sillas en el mismo orden, el simulador los detecta fácilmente y así, son ellos los señalados con ese dedo, que les ha de dar la voz, para lisonjear a placer al presidente.
La gran farsa, se vio interrumpida el pasado 12 de abril, cuando el periodista Jorge Ramos, confrontó las cifras del presidente, con las emitidas por la Secretaría de Seguridad, las alarmas se encendieron, algunos lisonjeros levantaban la mano intentando dar por terminada la participación de Ramos. EL ejército de bots se apresuró a descalificar a uno de los periodistas más reconocidos a nivel mundial, hasta que finalmente Andrés Manuel, le negó la palabra. Los memes y las ofensas no cesan hasta la fecha. Lo mismo le sucedió a Pedro Ferriz, quién de la misma manera acorraló a un balbuceante presidente, que no encontraba cómo salir librado de los acertados cuestionamientos que éste periodista le esgrimía.
El simulador encontró la forma de que no se altere el orden, de no ser cuestionado ni señalado o exhibido en ningún momento y de ninguna manera. Ahora se reserva el derecho de admisión, hoy es que solo con acreditación expedida por el gobierno, los que pueden pasar al recinto dónde se ha de dar la conferencia mañanera. Y la voz será sólo para los lisonjeros ya conocidos, sólo a aquellos que garanticen no salir del esquema preestablecido, ejemplo, Carlos Pérez Soto alias "don Justo" Ricardo Rocha, Nino Canún, o Nancy Rodríguez entre otros.
Uno de sus momentos más patéticos, fue el día 10 de mayo, en que se presentó Elena Poniatowska, quién alzando la voz, tuvo un diálogo con su difunta madre. "Mira mamá, yo creo que has de estar muy contenta, México va por un camino que tú nunca recorriste con los presidentes anteriores" ella, su madre no. Pero Elena, sí, recorrió México del brazo de Salinas, de Fox, de Calderón, de López Portillo y de Echeverría, sí, el verdugo de Tlatelolco, aquel Tlatelolco que la encumbró y la hizo más rica de lo que ya era. ¿Evidencias? Cientos de fotos que se plasmaron en los periódicos y revistas de la época. Pero ahí no termina todo, "Elenita" la lisonjera mayor, la chayotera consentida de AMLO, la mejor maiceada, recibirá 5 millones de pesos sólo este año, para su fundación. Qué cool, ¿verdad?
La falta de una politización, entre la sociedad, hace que se les preste más atención a los programas de televisión como "La Rosa de Guadalupe" y "Lo Que Callamos Las Mujeres", que a la situación real por la que está atravesando el país, ya sea en materia de economía, de seguridad pública, de seguridad social, etc.
Pero no hay mal que dure 100 años, y la solución está cerca, pero politizar y educar para la lucha a los que traen insertado un pernicioso chip no será nada fácil. Sólo unidos y organizados lo podremos realizar, el deporte, el cultivo de las artes, el estudio y la entrega total, serán nuestros incondicionales y certeros aliados.
Por lo pronto, tendremos que seguir siendo testigos como mañana a mañana se burlan y mofan de todo un país, un simulador y sus lisonjeros.
Y así se da la consigna fuera de cámaras. Ustedes hacen como que me pregunta......y yo hago como que les contesto.
Pesos sólo este año, la colocan como la chayotera mejor maiceada de la sociedad. Pero no es la única, ella se le suman decenas, cientos de críticos y miles de ciudadanos que por su falta de politización, creen que es "cool".
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