Al 25 de abril, día en que escribo estas líneas, nuestro país cuenta con mil 221 decesos por covid-19 y con 12 mil 872 casos positivos confirmados, datos que muestran que el problema sigue en la tendencia de agravarse, tomando en cuenta que desde el 21 de los corrientes pasamos a la fase 3 de esta crisis sanitaria donde "se cumularán gran número de contagios, de hospitalizaciones..." según Hugo López Gatell, subsecretario de la Secretaría de Salud, estamos por entrar a la parte más difícil del problema, razón por la cual se deben tomar medidas más objetivas para esta crisis sanitaria.
El optimismo de las autoridades de los tres niveles con aplanar la curva de la dispersión del contagio por el coronavirus con la sana distancia y el enclaustramiento obligatorio "sin más ni más", queda rebasada por la realidad de nuestro país. Escribo desde el municipio de Ario de Rosales, Michoacán y daré algunos datos que me permitan poner con claridad mi reflexión.
El 70 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) del estado de Michoacán se encuentra en el empleo informal, en este grupo entran los que tienen ingresos ocasionalmente y los que viven al día; el ingreso de muchas familias se ha visto reducido, tenemos el caso de los taxistas de Ario de Rosales que llevan pasaje a la capital michoacana, quienes dos semanas atrás hacían ya en promedio siete viajes de 30 que hacían antes de la pandemia, una reducción del 77 por ciento; la semana pasada se agravó a tal grado que sólo hacían ya cuatro viajes en promedio, reduciéndose en un 87 por ciento; el precio de los artículos de la canasta básica han estado subiendo, por ejemplo el huevo llegó a costar en promedio 55 pesos el kilo, el frijol pasó de los 28 pesos a los 37 pesos en promedio por cada kilo, el jitomate pasa de los 16 a los 24 pesos en promedio por cada kilo, etcétera; y añado un detalle en materia de vivienda: hay familias que no tienen más que un cuarto para dormir.
Si bien, como medidas para evitar contagios, están bien las instrumentadas por las autoridades, ¿cómo se pretende que las familias se aíslen en sus casas en estas condiciones materiales de existencia?
Recordando el modelo económico que propone el Movimiento Antorchista Nacional ¿cómo será posible el enclaustramiento si es hasta hoy en que no le han garantizado al pueblo empleo con sus prestaciones y seguros? ¿Cómo pretenden que el pueblo se encierre sin salir a buscar sustento si es hasta ahora en que los salarios de los que afortunadamente tienen empleo no suben en términos reales, que les permitan sostenerse a sí mismos y a sus familias, que le permitan curar, educar y por qué no, recrear a los suyos y ni se diga de los que viven al día? A eso hay que agregarle la situación del sistema de Salud, Ario de Rosales (afortunadamente no cuenta con ningún caso confirmado) cuenta con un hospital del IMSS con 11 camas y 2 respiradores, para una población de más 35 mil almas, y hay comunidades y colonias que han esperado toda una vida un centro de salud, una clínica, un hospital que garantice curarlos de una enfermedad o hacer frente a una pandemia como la que se vive actualmente. Si antes era difícil conseguir obras, un hospital, por ejemplo, en beneficio de los más necesitados, ahora con la 4T se vuelve más trágico el asunto, porque a estos señores se les ocurrió cerrar el "Ramo 23" que es de donde las autoridades estatales y/o municipales echaban mano para hacer obras. La propuesta del Movimiento Antorchista de instrumentar una política fiscal progresiva, donde paguen más impuestos los que tienen más ingresos es otra arista de la tragedia que viven los mexicanos: sólo se dice que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) que dirige Santiago Nieto investigará a las empresas que deben millones en impuestos, pero a la gran masa de obreros, campesinos, colonos, amas de casa con ingresos bajos se le aumenta el impuesto sobre el consumo, por ejemplo el de la luz, ya sin consulta "a mano alzada" de si estamos de acuerdo o no, ni miramientos de ningún tipo; ahora pagaremos más por el servicio de la luz.
Es preciso entonces que se procuren medidas acordes a la realidad del pueblo mexicano. En lo inmediato, se tiene que instrumentar un Programa Nacional de Distribución de Alimentos a las familias que se encuentran en las condiciones arriba mencionadas; El 20 de abril declaró el mandatario estatal de Michoacán, Silvano Aureoles, que se eso se haría en el estado, el pueblo, en la espera hasta hoy y que esperamos se cumplan las expectativas; en el corto plazo, cuando termine esta crisis sanitaria, un plan de empleos emergentes que ayude a reactivar la economía de las familias mexicanas.
No es casualidad que en su sesión extraordinaria del 24 de abril, el Congreso del Estado de Michoacán aprobó, con 30 votos a favor, cero en contra y una abstención, un punto de acuerdo presentado por el Ing. Omar Carreón Abud, líder del Movimiento Antorchista en el estado y diputado al Congreso local, quien solicitó ante la tribuna se demande al gobierno de la República que implemente un Plan Nacional de Distribución de Alimentos a los sectores más necesitados, quienes están sufriendo de forma más directa las consecuencias de la pandemia generada por la covid-19. El Congreso local de Michoacán casi por unanimidad aprobó la propuesta de Antorcha, la cuna de hombres como Morelos y Ocampo está poniendo el ejemplo de que se tiene que hacer un frente común contra esta pandemia y que es preciso lo imiten todos los mexicanos si queremos salir victoriosos de ésta.
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