Una buena mañana
la nenita Alastini
de apenas cuatro años
lidiaba con sus juguetes.
Como todos los días
jugaba y sonreía
y en los patios corría
llena de fantasías.
Una triste mañana
sonaron las sirenas
anunciando el arribo
de misiles judíos.
Los padres de Alastini
intentaron salvarle
pero los proyectiles
masacró a los civiles.
Pobre de Alastini se salvó,
pero no sus padres.
No entendía aquella realidad
todo había cambiado.
Quién se apiada y salva aquel bebé
todos a la estampida.
Los caballeros de la muerte,
los sionistas y otanitas
no respetan ya vida
quieren Gaza y sus riquezas.
Es imperialismo.
Ya son miles los caídos
y las deidades de la tierra
anhelan sangre anhelan muerte
de la raza que se opone
a sus proyectos.
Cuántas vidas más han de caer
pobre Palestina
para que ya exija la humanidad
parar la masacre.
Mañana puede ser otro país
pobre Palestina.
Los caballeros de la muerte
y todo el capitalismo
serán nada si el coraje
une fuerzas buenas almas
y así triunfe
el humanismo.
El humanismo.
El humanismo.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario