MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Fin de la seguridad alimentaria en México.

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El concepto de seguridad alimentaria surge en la década del 70, basado en la producción y disponibilidad de alimentos a nivel global. En los años 80, se añadió la idea del acceso, tanto económico como físico. Y en la década del 90, se llegó al concepto actual que incorpora la inocuidad y las preferencias culturales, y se reafirma la seguridad alimentaria como un derecho humano.

Antes se consideraba que había que prever contingencias como sequías, plagas e incluso la guerra, y, por tanto, debía existir una reserva de alimentos que permitiera subsistir a los seres humanos en tanto la contingencia pasaba. Sin embargo, hoy se habla de globalización, de competitividad y de eficiencia en el uso de los recursos: tierra, dinero y mano de obra.

México se ha convertido en el principal importador de maíz en el mundo, ya que, del total del consumo nacional, que es de casi 45 millones de toneladas al año, en el país se producen entre 27 y 28 millones de toneladas, el resto se importa. Se estima que las compras al exterior de maíz en 2021 cerraron en 17.5 millones de toneladas, señaló Luis Fernando Haro, director del Consejo Nacional Agropecuario.

Esto implica que, al no producir en el territorio nacional, nos volvemos dependientes de las políticas de otros países; tenemos que estar a expensas de que en los países que tienen excedentes nos puedan vender, si quieren. Y claro que lo hacen, solo que a costos mayores, costos financieros y costos políticos más altos.

Hoy, ante el conflicto entre Rusia y Ucrania, Estados Unidos (EE. UU.) regaña al gobierno de México. El Embajador de EE. UU., en México, Ken Salazar, reclamó el apoyo de los diputados a Rusia y pidió solidaridad con Ucrania. 

La falta de apoyo al campo y a los pequeños campesinos provoca la baja en la producción de maíz, y para evitar que la escasez ocasiones un incremento mayor de la tortilla, el Gobierno mexicano tiene que importar 18 millones de toneladas; por tanto, los gritos que alaban a Morena están fuera de toda realidad porque nuestra soberanía no existe; los EE. UU., deciden por nosotros, aunque el presidente diga que no. Nuestra seguridad alimentaria está en crisis, no producimos lo que consumimos, ni siquiera maíz y eso que somos el origen de esta gramínea.

El presidente, Andrés Manuel López Obrador no quiere ayudar a los campesinos, prefiere que muchas parcelas no se siembren, por eso les da un apoyo clientelar reducido en su poder de compra. Aunque aumente los pesos en el programa de apoyo al adulto mayor, la verdad es que pueden comprar menos que antes, cuando recibían menos pesos, en los gobiernos pasados.

López Obrador engaña a los trabajadores del campo como engaña a los niños, dándoles un dulce mientras les quita la soberanía, el patrimonio, porque muchas parcelas se están empezando a mal vender.

Curiosamente el sector agroexportador aumentó sus ingresos, hoy es más rico y está acaparando de nueva cuenta las tierras. Producimos menos maíz y tenemos que comprarlo más caro en el extranjero, la superficie de siembra para todo tipo de cultivos ha decrecido en el país, ya que pasó en 2014 de 22 millones de hectáreas a 18 millones en 2020, casi 4 millones menos; esto se debe en parte al cambio climático, pues ha habido años de sequía, y a la pésima política pública del gobierno de la 4T. 

Tan sólo el presupuesto de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) en tres años cayó 40 por ciento.

La propaganda política del gobierno es mayor que en los gobiernos pasados, las cortinas de humo lanzadas desde la presidencia son constantes, los periodistas de ahora tienen miedo, están controlados, amenazados y son asesinados, si tratan de decir la verdad. Los chairos de Morena no fundamentan científicamente sus dichos, son loros que repiten lo que el presidente les dice, dicen mentiras sistemáticamente y hunden en la desinformación al pueblo mexicano.

Nuestra soberanía nacional y seguridad alimentaria han sido asesinadas por Morena, la pobreza carcome al campo y también a la ciudad, si el campo no produce con la fuerza de sus campesinos, todo seguirá subiendo de precios. 

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