En un artículo anterior, me referí a los graves efectos que, sobre los estados del sureste mexicano, habían tenido los fenómenos meteorológicos de la temporada de huracanes del Atlántico; tal como se había pronosticado, estaba siendo superior a los años anteriores, en cantidad e intensidad de tormentas tropicales, ciclones y huracanes; además de intensas lluvias, con máximos históricos en precipitaciones, en lugares de esta región del país. También mencione que Tabasco sufría los mayores estragos, para esas fechas miles de familias llevaban casi un mes viviendo bajo el agua, habían perdido en cuestión de horas su patrimonio: su casa, sus muebles, su ropa, zapatos, herramientas de trabajo, animales domésticos, sus cultivos, pero sobre todo estaban perdiendo la esperanza, porque no recibían el auxilio de ningún nivel de gobierno, ni municipal, ni estatal, mucho menos federal.
No es difícil comprender la desesperante situación que, por esos días, estaban padeciendo no cientos sino miles de familias tabasqueñas; pero, como si las tormentas, los vientos huracanados y las lluvias intensas fueran poco, estas mismas familias sufrieron un nuevo impacto, un nuevo golpe, haciéndolas sufrir más de lo que ya estaban sufriendo. Este impacto, este golpe, no vino de un nuevo huracán, vino directamente de la decisión del gobierno de la autonombrada Cuarta Transformación, de su máximo jerarca, Andrés Manuel López Obrador, quien dio la orden de inundar las zonas bajas de Tabasco.
Lo reconoció públicamente, en un video donde, desde un helicóptero, después de presentar a los funcionarios que lo acompañan, entre ellos al gobernador de aquel estado, señalando las zonas inundadas, dice textualmente "en Tabasco las cosas mejoran, en buena medida, el cerrar esta compuerta, parcialmente, la compuerta del Macayo, sirvió para que no se inundará por completo Villahermosa. Este río el Carrizal, es el que pasa por Villahermosa, se cerró esta compuerta, y toda el agua de la presa siguió por el Samaria, a la zona baja, Jalpa, Nacajuca, Centla, allá es donde tenemos el problema, tuvimos que optar entre inconvenientes, no inundar Villahermosa, y que el agua saliera, por el Samaria, por las zonas bajas, desde luego se perjudicó a la gente de Nacajuca, son los chontales, los más pobres, pero teníamos que tomar una decisión, ahora ya estamos ayudando allá abajo y ahora donde vive la mayoría de la gente de Tabasco se evitó una inundación mayor…”. AMLO se justifica, era preferible inundar las zonas bajas, las zonas donde la mayoría de la población es indígena y pobre, antes que a Villahermosa.
En circunstancias extraordinarias quienes asumen la dirección, tiene que tomar decisiones que no a todos pueden parecer correctas, como en este caso. La decisión de López Obrador, fue inundar los municipios de la región de Los Ríos, La Sierra, la Chontalpa y la de los Pantanos, para salvar a Villahermosa, donde se ubican los grandes comercios, el centro histórico y viven las familias más adineradas del estado. Dio la orden consciente de las consecuencias: miles de personas humildes serían afectadas en su vida y su patrimonio.
A quienes hayan visto el video en cuestión, después de escuchar lo dicho por el presidente, inevitablemente le surgen las siguientes dudas, ¿por qué, antes de ordenar desviar las aguas hacia las partes bajas, no giró instrucciones de poner sobre aviso a quienes serían afectados?, ¿por qué no ordeno la evacuación de la población más vulnerable?, niños, enfermos, discapacitados y ancianos; ¿por qué no se aseguró de que hubieran suficientes refugios?, ¿por qué no ejecutó un plan de apoyo con alimentos, medicinas, ropa, zapatos, cobijas?; sabía que familias completas se quedarían prácticamente con lo que traían puesto, al momento de buscar refugio para salvar sus vidas. Aunque parezca increíble, Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, y Adán Augusto, gobernador de Tabasco, prácticamente se quedaron contemplando la inundación autorizada por el primero y consentida por segundo; se cruzaron de brazos y taparon sus oídos para no escuchar los lamentos de los damnificados. En una parte del video se le escucha decir "ya estamos ayudando allá abajo&rdquo, pero es mentira, ninguno de los dos hizo ¡nada!
Han transcurrido más de 60 días desde las primeras inundaciones, no hay cifras exactas del número de damnificados, las estimaciones de quienes conocen la situación directamente, hablan de una cantidad que ronda el medio millón; en realidad no importa si son más o menos, lo que importa es tomar conciencia de su dolor, de sus pérdidas, de su coraje, de su llanto, de su impotencia. Las redes sociales, nos han permitido ser testigos de forma directa de ese profundo sufrimiento, seguramente a más de uno, le han asomado las lágrimas a los ojos, viendo y escuchando hablar a quienes lo perdieron todo. Ningún hombre o mujer bien nacido, deben ser indiferente a los llamados de auxilio de los tabasqueños más pobres.
Si el "Peje&rdquo, después de tomar la decisión de afectar a miles de sus paisanos, sólo por ser pobres e importarles menos, ha decidido abandonar esperando a que las aguas bajen y ceda la inundación, para hacer un censo, y hasta entonces "escoger&rdquo, a través de los llamados "siervos de la nación&rdquo, a quienes "merezcan” recibir ayuda del gobierno federal; los mexicanos de buena fe no podemos caer en esa inacción que raya en lo criminal. Los miles de afectados por las inundaciones necesitan apoyo urgente en este momento, y la necesitaran por mucho tiempo. Además, a las frías y contaminadas aguas que los rodean, se sumará el frío invernal.
Por eso el Movimiento Antorchista Nacional (MAN), está convocando a antorchistas y no antorchistas, de todo el país, a unirse en una acción de solidaridad colectiva, en un acto de solidaridad del pueblo pobre con el pueblo pobre, porque Tabasco nos necesita. El MAN realizará una campaña nacional de donación de alimentos no perecederos, ropa, zapatos, cobijas, agua, colchonetas, etc., se instalaran centros de acopio en todos los estados del país, para recibir todas las donaciones posibles, las cuales, se harán llegar a los damnificados por la inundaciones, de los municipios siniestrados. En todos los rincones del país los antorchistas convocan al pueblo a solidarizarse con sus hermanos tabasqueños.
Tabasco no sólo necesita ayuda para enfrentar la contingencia actual, sus habitantes deben unirse y exigir la construcción de obras de gran calado que eviten nuevas inundaciones, deben demandar al gobierno estatal y federal, destinen recursos suficientes para construir la infraestructura adecuada, esto es perfectamente posible, hay ejemplos de ciudades situadas por debajo del nivel del mar, como los Países Bajos, en el continente europeo; ahí han sido capaces de construir grandes obras para evitar vivir amenazados por las inundaciones,
Los tabasqueños humildes, deben recobrar la esperanza, cuentan con la fraternidad y solidaridad de la organización más grande y mejor estructurada de México. El Movimiento Antorchista Nacional, hará su mejor esfuerzo para hacerles llegar ayuda de forma inmediata y, sobre todo, respaldará con todos los medios posibles, su lucha por un plan hídrico integral, la solución definitiva a las inundaciones. Que no les quepa la menor duda.
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