Cada ser humano tiene un libre albedrío para decidir sobre el futuro de su vida, en el entorno en el que este habita según las condiciones de vida en las que se desenvuelve, resulta un tanto contradictorio en algunas ocasiones pensar que a una persona que no cuenta con lo básico para vivir pueda pensar en desarrollar su pensamiento para su propia vida, como el alimento y la falta de vivienda, una persona busca resolver en primer lugar esos problemas fundamentales antes de tomar otro tipo de decisiones.
De manera general, resulta preocupante pensar que en pleno año 2020, en nuestro país las personas antes de pensar en desarrollar su creatividad, estemos tratando de resolver esas situaciones inmediatas y ahora en peores condiciones debido a que la pandemia trajo consigo muchos más males que bienes y que esperábamos la actuación inmediata y oportuna del Gobierno federal, actualmente mucha gente no cuenta con un trabajo estable, no se ha podido normalizar de estos días de encierro en donde despidieron a la gente sin darles ningún tipo de protección, ni alimentaria ni de salud, ni de ningún tipo.
La gente, al integrarse paulatinamente a su vida cotidiana, más por necesidad que por recomendación, se enfrenta con otro grave problema, que es el inicio de clases para sus hijos debido a que la modalidad escolar es que pasarán los cursos por internet o por televisión, y generarán trabajos transmitidos por internet, y es aquí donde las familias mexicanas se encuentran vulnerables ante estas decisiones del gobierno para desarrollo de las clases, debido a que en muchos hogares las madres y los padres de familia trabajan para sopesar un poco la cuesta que los mexicanos estamos viviendo por todos lados.Y, por otro lado, en muchos lugares no cuentan con un televisor, mucho menos con internet.
El 11 por ciento de los hogares en las zonas rurales del país —alrededor de 14 millones de personas— no cuentan con un aparato de televisión para acceder a la señal y la programación, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Contenidos Audiovisuales 2018, del Instituto Federal de Telecomunicaciones.
Los niños y jóvenes, tendrán el desafío de reanudar el ciclo escolar 2020-2021 de educación básica, luego de que el gobierno federal y las televisoras convinieran la transmisión de clases por esa vía.Del restante 89 por ciento de los hogares que sí cuentan con el aparato en estas áreas, más de la mitad (54 por ciento) tienen acceso a televisión abierta; 41 por ciento tienen el servicio de paga y sólo 5% cuentan con ambos.
Sobresale que 38 por ciento de los que tienen el servicio de TV de paga lo obtuvieron porque no reciben o cuentan con una señal abierta.Mientras que 68 por ciento de los hogares que mencionaron no tener este sistema se debió al costo del servicio.
El trabajo a distancia implica reconocer las distintas realidades que existen en México y hablar de 11 por ciento de hogares sin televisor debe motivar a que se investigue cómo se puede llegar a ellos.
Esta diversificación se explica desde el tema económico, pues hay pobreza extrema, pobreza y deficiencia de ejercer los derechos derivados del tema financiero en los hogares mexicanos.
El gobierno federal tuvo cuatro meses para desarrollar una plataforma donde se consideraran a todos los hogares del país, y que hubiera contenidos e interactividad, y la educación fuera lo más semejante a una relación de enseñanza-aprendizaje como si se estuviera en el aula, sin embargo, es aquí donde se ven las deficiencias del método a distancia, ya que de acuerdo con la información del Instituto Federal de Telecomunicaciones, el porcentaje de hogares a escala nacional que cuenta con una pantalla de televisión es de 93 por ciento.
San Luis Potosí, se ha caracterizado como una ciudad exportadora de grandes personajes en la historia de México, debido a la creatividad en la que se desenvuelven sus estudiantes, sin embargo, el día de hoy los jóvenes se verán mermados en varios de sus derechos fundamentales, el primordial para ellos es la educación, no hay otra manera más que la clase vulnerable de este país se determine a organizarse y concientizarse en el Movimiento Antorchista, exigiéndole al gobierno lo que por ley a los mexicanos nos corresponde.
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