El fin de semana pasado el Movimiento Antorchista desarrolló dos importantes eventos en materia de deporte y cultura: la XIII edición del Torneo Nacional de Baloncesto que se desarrolló en la Unidad Deportiva "Wenceslao Victoria Soto" en la ciudad de Morelia, Michoacán, en donde se dieron cita miles de basquetbolistas de todo el país; y, el VII Concurso Nacional de Voces que tuvo lugar en el auditorio "Gota de Plata", en la ciudad de Pachuca, Hidalgo, en donde se calcula, arribaron cerca de 500 artistas de todo México.
Estos eventos, con el paso del tiempo, se han convertido en cada vez más trascendentales por el número de participantes, espectadores y, sobretodo, el nivel de competencia cada vez más alto; estos encuentros cierran su ciclo cada dos años con las olimpiadas nacionales llamadas Espartaqueadas Deportivas y Culturales que se desarrollan durante toda una semana en el municipio conocido por los antorchistas como el Atenas de la Mixteca, el municipio de Tecomatlán, Puebla, cuna de este movimiento político nacional, a donde acuden cerca de 21 mil participantes, según los últimos reportes; un año es deportivo y otro año es cultural.
El Movimiento Antorchista, prácticamente desde su nacimiento, se ha dedicado a promover día con día, el arte y la cultura en todos los sectores de la población, porque se ha dado cuenta que estas son otras de las rutas para formar al hombre nuevo que necesita México para dejar atrás los grandes problemas sociales que padece, al hombre que sea capaz de transformar su entorno y sobretodo, que sea capaz de sentir el dolor ajeno para así transformar, no solo su entorno, sino el de la nación entera.
México necesita de hombres y mujeres con una ideología distinta a la que hasta hoy poseen la mayoría de los jóvenes y la sociedad en general, que es la que se les infunde en las universidades y en los clubes deportivos y culturales, una ideología de "no pasa nada" aún y cuando los problemas están a simple vista y a la vista de todos, o una ideología de "las cosas nunca van a cambiar y siempre vamos a vivir en la miseria", porque las instituciones así nos hecho entender a través de todos los medios existentes (radio, televisión, cine, redes sociales, etc.) Necesitamos que los jóvenes logren adquirir un pensamiento más crítico, que se pregunten el porqué de los problemas sociales y traten de encontrarle respuesta y finalmente ser partícipes de una verdadera revolución pacífica, pero con cambios radicales, generando políticas públicas en beneficio de las grandes mayorías y no en beneficio de un puñado de ricachones que se hacen cada vez más ricos a costa de la miseria de los millones de trabajadores que producen la riqueza nacional.
Por lo anterior, la organización seguirá promoviendo el deporte y la cultura, sin dejar de lado la educación política de otros sectores de la población como el obrero, el campesino y el estudiantil, para que sean partícipes de ese cambio que hoy se vuelve más urgente que nunca, por la etapa tan difícil que atraviesa nuestro país, con riesgo de una nueva crisis económica.
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