Corría el año 1996 cuando un grupo de jóvenes estudiantes entusiastas, de algunas regiones del país, fundaron el Movimiento Estudiantil Ignacio Manuel Altamirano, el cual más tarde, el 23 de mayo de 1999, se transformaría en la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (FNERRR), con 28 delegados de los estados de la república mexicana y con el firme objetivo de luchar por una educación, democrática, crítica y popular para todos.
Desde aquel entonces, se han celebrado cuatro congresos nacionales y los jóvenes fenerianos han formado comités estudiantiles en todo el país, con el propósito de continuar con la noble tarea de combatir el rezago educativo de manera organizada, emulando la labor del maestro de zonas rurales, Rafael Ramírez Castañeda.
Orgullosamente, quien esto escribe, formé parte de este grupo de jóvenes revolucionarios representando al Estado de México, ahora veo con entusiasmo que las condiciones para la lucha juvenil son proclives ante los últimos acontecimientos de la Cuarta Transformación que atenta contra la educación.
A los jóvenes de hoy ya no nos engañan, las becas que entrega la 4T son cubiertas con los impuestos de todos los mexicanos; para nada son un regalo del gobierno morenista y menos del presidente, Andrés Manuel López Obrador. La pandemia trajo un gigantesco rezago en la enseñanza de los estudiantes, de hecho la deserción escolar creció a un millón 47 mil 227 alumnos a nivel nacional en los ciclos escolares 2018-2020 y 2020-2021, como consecuencia del confinamiento por la pandemia covid-19.
La 4T indolente no ayudó adecuadamente a los estudiantes que no contaban con internet o herramientas para tomar clases a distancia, dejando en el abandono a generaciones completas sin estudiar, pues las necesidades orillaron a muchos jóvenes a buscar un empleo para sobrevivir.
Desde que gobierna la 4T, las cosas van mal en la educación. En el ciclo escolar 2020-2021, la SEP contabilizó 4.9 millones de estudiantes en nivel bachillerato o preparatoria, sin embargo, para el ciclo 2021-2022 se registró un abandono del 11.3 por ciento, es decir 563 mil 305 jóvenes no volverán a clases. Entre 2018 y 2021 el presupuesto destinado a la educación en México se redujo casi a 22 mil millones de pesos, al desaparecer 9 programas que fortalecían el aprendizaje de millones de estudiantes. Uno de estos programas que desaparecieron era el de Escuelas de Tiempo Completo (ETC) que ofrecía clases suplementarias y alimentación a 3.6 millones de niños y jóvenes.
No hay cambios para mejorar la educación, el anterior sistema educativo mexicano y el actual, que ha impuesto Morena, es un modelo injusto, desigual. Se le brinda muy mala educación a los más pobres y actualmente nuestro país es el segundo lugar con mayor deserción escolar en América Latina. Pero al parecer al gobierno de la 4T no le interesa, solo quiere adoctrinar a las nuevas generaciones para establecer una errónea historia oficial, al reducir el presupuesto educativo que afectó a 37 mil 570 escuelas y 4.3 millones de alumnos.
Los hijos del pueblo tienen una gran tarea. Ante estos nuevos retos, el movimiento estudiantil deberá crecer de manera vigorosa para impulsar una educación para todos y saquemos a nuestra patria del marasmo en el que lo ha hundido la 4T. ¡Feliz día del estudiante, este 23 de mayo del 2022!
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