El Movimiento Antorchista en San Luis Potosí protagonizó un gran acontecimiento histórico; puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que actualmente no hay otra organización política en el estado que pueda reunir a decenas de miles de ciudadanos en el modo y en las circunstancias en que lo hicimos el pasado 27 de noviembre.
Fuimos cerca de 130 mil antorchistas, amigos y simpatizantes del movimiento, los que abarrotamos el interior del estadio Alfonso Lastras, gradas y canchas, y dos escenarios alternos en los estacionamientos; los contingentes estaban compuestos por ciudadanos potosinos y no de otros estados de la República como se divulgó en algún boletín que se reprodujo en la mayoría de los medios de comunicación. De otros estados sólo estaban los dirigentes antorchistas. Una buena parte de los contingente sobre todo los que vinieron de la Huasteca y el Altiplano, salieron de sus lugares de origen desde un día antes para llegar por la madrugada. Otra parte importante llegó en vísperas de la aurora y todos esperaron pacientemente dentro del frío inclemente que sólo era superado por el calor de todos los antorchistas los cuales, poco a poco, fuimos abarrotando el recinto. El público estuvo entusiasta, contento, orgulloso, respetuoso, atento y jubiloso por el espectáculo cultural que presenciaba, por el discurso del licenciado Lenin Campos Córdova, dirigente estatal y, sobre todo, por la pieza oratoria del ingeniero Aquiles Córdova Morán, que arrancó un clamor popular de la multitud que imponía emoción a cualquiera y también respeto: era el pueblo organizado, concientizado y en lucha, identificado plenamente con sus dirigentes.
El número y disposición de los asistentes habla de la gran fuerza política de Antorcha puesta en acción, consecuencia de muchos años de trabajo de organización y de concientización; de resultados en la solución de múltiples y variados problemas que aquejaban a la ciudadanía; resultado de contar con una dirigencia que tiene un proyecto científico de nación con el que los pobres se identifican plenamente y por el que luchan todos los días.
El licenciado Lenin, dando muestras de respeto y cortesía, dio la bienvenida a los asistentes, para luego, en su calidad de líder popular que conoce la problemática de más de 200 mil potosinos que representa, externar las demandas más sentidas de los pobres en el estado: empleo, salud, vivienda, educación, etc., y solicitar con respeto pero enérgicamente la intervención del gobernador, doctor Juan Manuel Carreras López, para atenderlas y, sólo así, convertirse éste en el mejor gobernante en San Luis de los últimos tiempos.
La actitud del gobernador, la de encarar la pobreza en los hechos, estuvo acorde con las circunstancias, dentro de las que destaca la imponente multitud organizada: reconoció el trabajo de Antorcha, su arraigo popular, sus resultados en el mejoramiento de las condiciones de vida de miles de potosinos; se dijo aliado del antorchismo y manifestó su disposición de trabajar de la mano con Antorcha para atender las demandas que le planteó el licenciado Lenin y lograr un San Luis más justo, equitativo y próspero.
Por su parte, el secretario general del Movimiento Antorchista, el ingeniero Aquiles Córdova Morán, encendió aún más el entusiasmo de los asistentes. Primero, visiblemente emocionado, después de enaltecer la gran figura histórica de Fidel Castro Ruz, uno de los más grandes revolucionarios del mundo, que dio su vida por la humanidad entera y en particular por los pobres no sólo de Cuba sino de todo el mundo, pidió a la concurrencia un minuto de silencio como un homenaje a uno de los más grandes dirigentes de los pobres del mundo y de la Revolución Cubana, dada su lamentable muerte acaecida el 25 de noviembre pasado. El silencio de la multitud, sensibilizada por el ingeniero Aquiles, estremecía al más indiferente.
Más tarde hizo una demostración clara y contundente de la terribles consecuencias negativas de la puesta en práctica del modelo económico neoliberal que impera en el mundo y en nuestro país, auspiciado por el imperialismo norteamericano y otras potencias. El neoliberalismo produce muchísima riqueza pero, a despecho de lo que había prometido (que sólo con el funcionamiento del libre mercado, sin la influencia de nadie, menos del Estado, la riqueza producida se distribuiría entre toda la sociedad), lo único que ha traído son pobreza, insalubridad, ignorancia, hambre, guerras, etc., el único que puede parar esta gran injusticia en México y en el mundo es el pueblo pobre organizado, consciente y luchando por defender sus derecho a una vida digna, dijo el secretario general del antorchismo. Ante la amenaza de poner en práctica una política proteccionista y de sometimiento colonial más agresivo por parte de los EE UU, ahora con Trump y la clase de la gran burguesía imperial y guerrera en el Gobierno, el ingeniero Aquiles llamó al pueblo a organizarse, a politizarse y a luchar; dijo que era esta una oportunidad para que México se independizara de los EE UU, volcando su economía y su comercio hacia América Latina y el Caribe, e incluso hacia países como China y Rusia, y fortaleciendo el mercado interno nacional.
Ante tales circunstancias, nos dijo el ingeniero Aquiles: los antorchistas tenemos una tarea inmediata que realizar, crecer cada vez más y más, hasta ser un mínimo a nivel nacional de 10 millones de pobres organizados y concientizados para disputar democráticamente el poder político de la nación; a San Luis, para estar a tono con este crecimiento, le toca una cuota de 500 mil potosinos organizados, ya son 200 mil. Por eso, el líder nacional antorchista nos preguntó a los asistentes que si estábamos dispuestos a cumplir con dicho crecimiento a la mayor brevedad posible. La respuesta fueron gritos de júbilo y aprobación, un mar de banderas rojas se agitaban por doquier; el compromiso estaba hecho; y los antorchistas potosinos vamos a cumplir.
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