El escenario no podía ser más claro en México, el Gobierno federal a través de su absolutista presidente Andrés Manuel López Obrador que se ha convertido en chile de todos los moles, porque lo mismo es juez y parte- ha iniciado la persecución atroz en contra de su propio pueblo, de aquellos que no comulgan con sus ideas y proyectos partiendo de una Cuarta Transformación ficticia, hasta la venganza política en contra de las clases pobres del país adheridas al Movimiento Antorchista Nacional.
Para ello se ha echado mano del Estado de Puebla con su gobernante Miguel Barbosa Huerta, poniendo a funcionar la Unidad de Inteligencia Financiera, más no para acabar con la corrupción sino como un instrumento de venganza política contra Antorcha.
Su maniobra consiste en congelar las cuentas a opositores del gobernador morenista de Puebla, en un acto reprobable de fabricación de delitos, persecución política que sin duda tendrá por respuesta un enérgico movimiento nacional de protesta.
Dicen que la hoja del árbol se mueve con la voluntad del viento, es decir, si Barbosa Huerta está utilizando la UIF para instrumentar ataques mediáticos y represión política en contra de los antorchistas, es evidente que el presidente de la República está enterado o bien dio su aprobación para que se actuara de esa manera.
Lo anterior quedó confirmado después de que el propio Santiago Nieto, declarara que se congelan cuentas "de dirigentes" de la organización por recibir recursos al margen de la ley, pero sin presentar pruebas de sus acusaciones y sin aclarar que tales cuentas son de particulares o de razones sociales que desarrollan su actividad dentro de la ley.
Además, hizo clara referencia a la participación de la Fiscalía de Puebla en la ofensiva, dejando claro que la dependencia federal se está prestando a las venganzas políticas del gobernador poblano Miguel Barbosa en contra de quienes lo cuestionan por su pésimo gobierno y busca de esa manera bloquear arbitrariamente el financiamiento legal de la organización que se ha convertido en su principal opositora en la entidad.
El diputado federal e integrante del Comité Ejecutivo de Antorcha, Brasil Acosta Peña, es uno de los afectados con esa medida persecutoria, sus cuentas han sido congeladas sin motivo alguno, sencillamente por no adherirse a los caprichos de los morenistas.
Dicha situación ocurre después de varios meses en que el Movimiento Antorchista ha denunciado la mala gestión del gobernador de Puebla, caracterizada por un crecimiento alarmante de la inseguridad, la pobreza, el desempleo y por ser uno de los estados con más víctimas de covid-19.
El titular de la UIF declaró que se congelaron cuentas de nuestros dirigentes porque recibieron recursos en efectivo y al margen de la ley, algo "totalmente falso e inventado porque ningún dirigente de Antorcha ha recibido recursos de ningún tipo, ni ahora ni en el pasado, pues todo lo que se gestiona son obras y programas entregados directamente por el gobierno a los beneficiarios, a las clases empobrecidas del país.
Los diversos sectores de México deben tomar ese tipo de argucias persecutorias, de falsedades y terror político para estar alertas, porque tal parece que el gobierno obradorista ha decidido activar ese tipo de dependencias gubernamentales en contra del pueblo que no comulgue con sus ideas.
Porque a decir verdad la información oficial sobre este tema es escueta y sin ninguna prueba, el objetivo es confundir a los mexicanos sobre el origen del financiamiento de Antorcha, a pesar de que dicha actividad es pública, legal y sometida a la fiscalización de las autoridades desde hace 46 años que naciera como grupo organizado.
Brasil Acosta y otros líderes antorchistas, se incorporan así a la lista de perseguidos por el Gobierno federal y por el estatal encabezado por Miguel Barbosa, por las críticas que se han enderezado en contra del pésimo gobierno que practican los de Morena, retornando a los peores tiempos políticos de esta nación.
El bloqueo bancario ordenado en contra de nuestros líderes, sin brindar prueba ni explicación alguna, es motivo suficiente para que los antorchistas de todo el país, incluyendo a los de Coahuila, nos unamos para frenar esas arbitrariedades mediante la fuerza y la razón del pueblo.
Barbosa busca frenar la fuerza de nuestro movimiento en la opinión pública de Puebla, porque sabe perfectamente que perderá las próximas elecciones, pero de ninguna forma se debe echar mano de la UIF para estar en contra de los mexicanos que luchan por causas nobles como lo es el desterrar la pobreza y el hambre de nuestra gente.
Porque si eso está haciendo la 4T con una organización importante y fuerte como lo es Antorcha, baste imaginar lo que les espera a los demás sectores cuando se atrevan a remar en contra de Morena y de sus gobernantes absolutistas.
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