MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

"Sembrando vida", un programa alejado de la realidad

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Sembrando Vida, es uno de los programas de asistencia social neurálgicos del gobierno autollamado de la Cuarta Transformación. Se ha dicho que va dirigido a las comunidades campesinas más desfavorecidas o marginadas, existentes en el territorio mexicano y que consiste en otorgar a cada beneficiario una cantidad de $5,000.00 mensuales, además de apoyo técnico en conocimientos agrarios y productivos.

De acuerdo con sus creadores, pretende dar impulso a la autosuficiencia alimentaria y la recuperación del medio ambiente a través de la implementación de parcelas con sistemas productivos agroforestales para combatir al mismo tiempo la pobreza rural y la degradación ambiental con la idea, según se dice, de reactivar la economía local y la reconstrucción del tejido social en las comunidades.

Pero, igual que muchos programas de gobierno, al no estar bien sustentados en análisis serios sobre el problema real del campo y, sobre todo, cuando no toman en cuenta su situación geográfica, trae como resultado un rotundo fracaso.

En algunos lugares, con más del 60% de la población en pobreza extrema, todavía se cultiva como en la época prehispánica, lo que significa que no tienen un pedazo de tierra donde sembrar; por lo tanto tampoco tienen acceso a dicho programa.

Por lo menos así sucede en la zona Bosques del estado de Chiapas, que abarca los municipios de Simojovel, Huitiupan, El Bosque, entre otros.

Sin meternos al tema de la deforestación, que ya los medios de comunicación han abordado, demostrando cómo en vez de crear nuevas áreas verdes, el programa Sembrando Vida está acabando con los bosques y la vegetación, es necesario destacar que el apoyo económico que brinda es totalmente insuficiente; en primer lugar, porque, para alimentar a una familia de cinco o seis integrantes les correspondería menos de 10 pesos por comida a cada individuo si quisieran comer tres veces al día.

Y, en segundo lugar, porque los productos de la canasta básica como la tortilla, el huevo, el tomate rojo y el chile han aumentado entre un 22 y 25% a nivel estado; pero, por si eso no fuera suficiente, en Simojovel las verduras y la carne son un 39% más caras que Tuxtla, la capital del estado. Además, dicho programa absorbe todo el tiempo del beneficiario, impidiendo que trabaje en otra área; a pesar de que el apoyo económico que le brinda sólo le alcanza para comer. No toma en cuenta que hay la necesidad de vestido, calzado, educación y salud o pagar servicios como agua, luz, gas y transporte.

El campesino al ver que el apoyo que recibe es insuficiente, se ve en la necesidad de emigrar a ciudades con mayor desarrollo económico, como Jalisco, Ciudad de México, Monterrey o de plano a otros países como Estados Unidos y Canadá. Al alejarse el padre viene la desintegración de la familia y ese tejido social que "Sembrando Vida" pretende reconstruir no lo logra. Los campesinos que siguen con el programa sugieren a los encargados que se les busque mercado para vender sus productos; porque de nada sirve hacer una bodega para café, si finalmente la cosecha se la va a quedar los mismos de siempre: los coyotes. Pero tampoco obtienen respuesta.

Los diseñadores del programa no toman en cuenta que municipios como Simojovel, son de difícil acceso, ya que no hay carreteras en buenas condiciones; desde el año pasado que se derrumbaron los caminos no se han arreglado, dificultando la entrada y salida de sus habitantes y también de las mercancías. El Gobierno federal debe construir vialidades de calidad y crear programas acordes a las necesidades de los campesinos. Con mejoralitos no vamos a curar el cáncer que sufre el campo mexicano.

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