Aunque parezca increíble, muchos mexicanos, sobre todo de comunidades y colonias populares marginadas, que siguen siendo un sector de la población muy considerable, no saben que el próximo 10 de abril del presente año, se llevará a cabo una consulta nacional organizada por el Instituto Nacional Electoral (INE), donde se le preguntará al pueblo, si desea o no, revocar el mandato como presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos al Licenciado Andrés Manuel López Obrador, mandato que le fue otorgado en las elecciones presidenciales realizadas el 6 de junio del año 2018, donde, por cierto, obtuvo un poco más de 30 millones de votos (una de las votaciones más altas, en la historia reciente de nuestro país). Situación que he comprobado personalmente, pues día a día, platico y tengo contacto con muchas personas que habitan en dichos lugares.
Tal vez esa no sea una cantidad muy importante que influya, de manera determinante, en los resultados de dicha consulta, pero, lo que también es cierto, es que hay otros sectores de la población más informados, sobre todo, por lo que transmiten los grandes corporativos y agencias de información y noticias, ligados estrechamente a las grandes cadenas de radio, televisión y, ahora, a través también de las "benditas redes sociales", principalmente, Facebook, Twitter, Instagram, YouTube, etcétera.
Al pueblo se le ha hecho creer, a través de una gran campaña publicitaria, orquestada desde altos niveles gubernamentales y empresariales, que deben acudir a votar para que el presidente de la república siga desempeñando ese cargo; es decir, que no se le revoque el mandato que le fue conferido en elección presidencial pasada, pues de no ser así, se corre el riesgo que desaparezcan muchos programas y apoyos, que, hoy en día, el Gobierno federal viene entregando a la gente, a través de la Secretaría del Bienestar, me refiero a los programas asistencialistas como son: "Sembrando Vida", "Jóvenes Construyendo el Futuro", "Becas Benito Juárez", "apoyo a adultos mayores y a madres solteras", entre otros.
Me consta que así se está realizando en varios municipios del estado de Quintana Roo, pues tengo amigos y conocidos que así me lo han hecho saber, donde, en estos días que corren, se han realizado reuniones con los beneficiarios de estos programas públicos; por ejemplo, en comunidades de la zona maya del municipio de Tulum, comunidades de Lázaro Cárdenas, Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos, Bacalar, Othón P. Blanco; se están realizando reuniones con los beneficiarios del programa Sembrando Vida y otros, donde a la gente se le está diciendo, se le está "sugiriendo", que este domingo, 10 de abril, salga votar, para respaldar al presidente de la república, para que los apoyos de estos programas no se cancelen y los puedan seguir recibiendo, lo cual, a todas luces, constituye un delito federal, de carácter electoral.
Pero, lo más trágico, es que la gente no tiene claridad de esto, mucho menos tiene el conocimiento y la disposición de denunciarlo y declarar esto ante las autoridades judiciales correspondientes.
Y, claro, con esta "sugerencia" y amenaza implícita, la gente no tiene otra opción, que hacer caso a dicha "invitación" y salir a votar, para respaldar al ejecutivo federal, para que los apoyos sigan fluyendo y sigan teniendo un paliativo para sobrevivir ante la grave crisis económica y la escalada inflacionaria, que se han presentado en los últimos meses, por las cuales, los precios de los productos de la canasta básica se han elevado constantemente.
Por otro lado, preguntémonos, en términos sencillos, si dicha consulta acerca de la revocación de mandato (como la han denominado sus promotores), realmente tiene una utilidad o trascendencia prácticas.
¿Qué gana el pueblo de México, en caso de que los resultados sean contrarios o favorables a la llamada revocación de mandato?
Sí la mayoría de los ciudadanos votan a favor de que se le revoque el cargo al presidente de México, al licenciado Andrés Manuel López Obrador, ¿realmente va a dejar el cargo y responsabilidad como presidente de los mexicanos, como titular del poder ejecutivo?
¿O qué utilidad tiene que la mayoría vote en contra de la revocación de mandato y a favor de que se siga desempeñando en dicho cargo?
En el primer supuesto, donde la mayoría vote porque se le revoque el mandato y deje el cargo de presidente de la república, simple y sencillamente, según los especialistas en derecho constitucional, ¡no va a pasar nada!, pues las leyes y la Constitución Política, no contemplan esta situación, sino al contrario, establecen que el presidente debe concluir su periodo gubernamental de 6 años.
En el segundo supuesto, de que la mayoría vote para que continúe en el cargo, tampoco tiene una utilidad real, pues todo va a seguir igual; por tanto, no tiene ningún caso, gastar tantos millones de pesos, para realizar una votación que no tiene ninguna utilidad; salvo que toda esa propaganda, promocionales en radio, televisión, en redes sociales, grandes espectaculares, calcomanías para autos, etc., solo servirán para levantar la popularidad del presidente, que día a día, con sus desaciertos, malas decisiones, imposiciones, ha caído drásticamente.
Esta consulta tiene el único propósito de consolidar las bases para concentrar todo el poder público en un solo individuo, en la persona del licenciado Andrés Manuel López Obrador; quién quiere tener a su servicio, a los otros dos poderes de la República, al Poder Legislativo y al Poder Judicial; por eso quiere que la mayoría de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, no lo contradigan en decisiones fundamentales, como han sido, la construcción de obras faraónicas que, supuestamente, van a beneficiar a la mayoría del pueblo mexicano: la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la ciudad de México (NAIM) y la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), en Santa Lucía, que provocó un gasto extraordinario al erario público de más de 300 mil millones de pesos, qué bien pudieron emplearse en programas de mejoramiento y ampliación de vivienda, para millones de familias que carecen de una vivienda digna con los servicios públicos indispensables.
¿Será cierto, que esos aeropuertos servirán a la mayoría del pueblo trabajador o para mejorar su situación gracias a la gran derrama económica que deja la actividad turística?, ¿Será cierto, que construir una refinería de petróleo, en el puerto de Dos Bocas, municipio de Paraíso, en el estado natal del presidente, servirá para que bajen los precios de las gasolinas y el diésel, como lo prometió en campaña el presidente?, ¿Será cierto, que el Tren Maya va a beneficiar al pueblo de los estados de la Península de Yucatán y del sureste mexicano? o ¿Este proceso de consulta de la llamada revocación de mandato, solo servirá como un ensayo y preparación para las elecciones que se realizarán el próximo 5 de junio y de la elección presidencial del 2024, para afinar la maquinaria electoral y asegurar la conservación del poder por parte de Morena; para que aprendan a emplear todos los recursos legales y no tan legales como lo hizo el PRI o el PAN en sus respectivas épocas, cuando detentaban el poder presidencial?
El autor de estas líneas, como muchos en este país, consideramos que se trata de un show mediático electoral, para levantar la popularidad del presidente, que en los últimos meses, ha sufrido una sensible caída, a causa de los escándalos de corrupción en que se han visto envueltos sus hijos, parientes y personajes muy cercanos a él; pero sobre todo, porque cada vez, son más los mexicanos, que se sienten defraudados y engañados, por quien, siendo candidato presidencial, les prometió que una vez que tomara las riendas de este país, las cosas iban a empezar a cambiar radicalmente, pero dichos cambios no han llegado, a los más de 70 millones de mexicanos que viven en pobreza y pobreza extrema.
Por lo anterior, coincido con aquellas voces que recomiendan no caer en esa trampa, no ser partícipes de este show electoral, que no tiene ninguna utilidad pública para la mayoría del pueblo de México, pero que resulta de vida o muerte, para quienes pelearon por la alternancia del poder, y ahora que lo tienen, ya no lo quieren soltar, a pesar de que les quedó muy grande el saco.
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