Durante los más de 16 años que duró la campaña presidencial del actual presidente de la República mexicana, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), criticó enérgicamente las prácticas corruptas, la malversación de recursos públicos y los manejos de los programas sociales con fines electorales que los gobiernos priistas y panistas llevaron a la práctica, sobre todo en la época del priismo que el mismo López Obrador conoce muy bien porque se formó en esa escuela política.
Eso que AMLO criticaba, del priismo y el panismo, le generó la simpatía de miles de mexicanos, sobre todo, porque prometió eliminar todo aquello que oliera al rancio priismo, pero más tardó en estar criticando a lo que hoy se conoce como priianismo, como acostumbra a decir, que en poner en práctica lo criticado.
Sí, en vísperas de la consulta para la revocación de mandato, que él mismo solicitó y que se llevará a cabo el próximo 10 de abril, circula por WhatsApp un audio en el que amenazan a los ciudadanos con retirar los programas sociales que reciben, como la beca Benito Juárez o la pensión para adultos mayores, sino salen a votar para respaldar el Gobierno de AMLO y su Cuarta Transformación.
No es posible que amenacen así a los mexicanos porque los apoyos de asistencia socia siempre continuarán porque se pagan con los impuestos de la gente. Así que, señor presidente, usted que fue elegido por seis años y que nadie está pidiendo la revocación de mandato, lo que debe de hacer es ponerse a trabajar en serio para erradicar la pobreza que padece el país.
En México lo que se requieres es la construcción de casas para quienes no tienen un lugar digno para vivir, porque así lo establece la Constitución mexicana. Los mexicanos lo que quieren es que el gobierno les asegure los servicios de salud y el medicamento, principalmente para los más necesitados.
Lo que quieren es que el gobierno les asegure la educación con buenos maestros y buenas escuelas con laboratorios, no como ahora que los jóvenes no saben, ni qué es eso. Lo que quieren es seguridad para todas las familias y no solo para las zonas blindadas, un buen sueldo para los policías que se arriesgan y así no tengan que pedir mordida, que los capaciten y cuiden a sus familias.
Lo que quieren los mexicanos son obras en las colonias pobres donde la gente que sí trabaja sale temprano y patinando en el lodo. Lo que quieren es alumbrado público para iluminas las calles por donde caminan los hombres trabajadores y las mujeres trabajadoras; que en los pueblos haya luz, agua, drenaje, pavimento, pues el pueblo trabajador y pobre es el que genera la riqueza del país.
Yo lo que exijo es un verdadero aumento salarial, no la miseria de aumento inflacionario que termina haciendo más difícil la vida de los pobres. Yo lo que quiero es que los grandes empresarios dejen de burlarse de los trabajadores y dejen de verlos como una máquina más, que paguen los impuestos que deben pagar y no se burlen más de México.
De acuerdo con los datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los trabajadores mexicanos son de los que más horas laboran en el mundo y, en contraparte, los que menos ingresos reciben, ¿no es eso acaso una vergüenza internacional?
De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México ocupa la primera posición del Ranking que compara las jornadas laborales, con un total de 2 mil 258 trabajadas al año, esto equivale a 43 horas semanales, la cifra más alta entre los países del organismo. La baja participación de las percepciones de los trabajadores en los ingresos de la economía en México es resultado de décadas en las que se ha favorecido más a los capitales que a los salarios, es decir, producto de la concentración de la riqueza nacional en unas cuantas manos, lo cual es necesario y urgente cambiar.
Esto es lo que debería cambiar señor presidente, deje de regalar dinero del erario con el propósito de cumplir sus caprichos con fines políticos y electorales.
Por otro lado, al pueblo trabajador debe entender que vivir del dinero público es lo que los gobiernos quieren, pues solo así podrán manipularlo cuantas veces quieran, no somos unos miserables pidiendo limosna al presidente, solo que aumente los salarios porque los mexicanos sabemos ganarnos la vida trabajando.
Por eso proponemos un verdadero cambio, y para ello es necesario que el pueblo entienda que ese cambio llegara cuando decida organizarse y luchar hasta tomar el poder político, y una vez que esté en el poder tiene que generar empleo para todos. Aumentar el salario en un 300 por ciento, esto le permitirá satisfacer sus necesidades más elementales para una vida digna.
Debemos también cambiar la política fiscal por una progresiva, en la que los ricos paguen más impuestos y el pueblo pobre pague los justo, y reorientar el gasto público, para que cuando requiera de obras y servicios públicos, el Estado tenga la capacidad financiera para invertir y transformar a los pueblos enteros, en lugares dignos para los trabajadores, los creadores de toda riqueza en un país.
Ya basta de amenazas abiertas y descarnadas, somos más los pobres y no debemos callar, entiendan, al pueblo se le respeta no se le utiliza como un pañuelo desechable al que pueden utilizar cuando se le necesita y tirar en la basura cuando ya fue utilizado.
El pueblo mexicano tiene dignidad y sabe trabajar para ganar el sustento de su familia, solo no abusen y aumenten el salario.
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