El Movimiento Antorchista de Tijuana hizo entrega del pliego petitorio; tal como se acordó previamente, asistió el presidente municipal, Ismael Burgueño Ruiz, quien frente a más de un millar de tijuanenses firmó el acta de acuerdos y compromisos con nuestra organización. Dicho documento enumera las demandas más importantes de las diferentes colonias donde hace trabajo nuestra organización.
La importancia de dicho documento reunió a un gran número de representantes de diferentes colonias y comunidades, algunos de ellos con demandas claras escritas en cartulinas y muchos otros con el simple grito haciendo notar su presencia y que su colonia estaba presente.
Los antorchistas debemos organizarnos y construir una fuerza social capaz de exigir y garantizar los derechos del pueblo.
Este ha sido el primer paso para el trabajo del siguiente año, pues con este documento daremos línea para ir definiendo qué se hará en cada colonia. Con él, el presidente municipal podrá responder a las demandas, tendrá en cuenta qué es lo que está pasando en cada una de las colonias marginadas de Tijuana y podrá poner en marcha un plan de desarrollo.
Pero a pesar de ello, esto es solo el comienzo, pues debemos ir adquiriendo experiencia y explicar a los vecinos, a las comunidades, que si los trabajos se detienen es necesario que insistamos, que presionemos para que no se les olvide que en estas zonas marginadas están las personas que los llevaron al poder.
Esto mismo tendrá que ocurrir en los otros municipios. Allá en San Quintín, es de reconocer que asistió la presidenta municipal, Miriam Cano, y se tomó el tiempo de escuchar a los antorchistas que encabeza el compañero Rosalino Hernández.
Está claro que San Quintín es un municipio pobre y que así nació, pero esto no justifica que así se mantenga durante años, sino que busque la manera de desarrollarse para que las familias tengan mejores condiciones de vida.
Esto es posible, y la presidenta Miriam tiene que estar consciente de ello, trabajar de la mano del pueblo para juntos salir adelante.
Pero esto no es particular trabajo de estos dos municipios. Ensenada, Tecate y Mexicali tienen que hacer lo propio, trabajar en cada uno de los municipios para que las demandas que se han planteado tengan una pronta respuesta, buscar soluciones y con ello mejorar la calidad de vida de los habitantes.
Esta situación debemos tenerla todos presentes: que existen más necesidades y que cada vez existen también más recortes a temas tan necesarios como salud, vivienda, educación, obras y demás, favoreciendo a los apoyos sociales que para lo único que han servido es para seguir manteniendo en la pobreza a millones de mexicanos.
Los antorchistas debemos ponernos a la cabeza, debemos explicarle esto a los que aún siguen desorganizados: que este es el único camino que nos llevará a puerto seguro, que sí existe una opción para vivir mejor, que se requiere de fuerza y voluntad, pero sobre todo, de entender que lo único que nos garantizará una vida justa y equitativa será el cambio del modelo económico. Por lo pronto, es nuestra tarea luchar desde nuestras trincheras, llámese San Quintín, Tecate, Ensenada, Mexicali o Tijuana, luchar por la solución de nuestras demandas, pero sobre todo, explicando y organizando, construyendo esta fuerza social que haga que cualquier funcionario que pretenda ofender o ignorar al pueblo se la piense, pues sepa que se enfrentará a un gigante, con miles de brazos y cerebros que lo único que exigen son sus derechos.
Compañeros antorchistas, sigamos con la bandera empuñada, sigamos avanzando, como un solo hombre y con un solo ideal, por ese mundo justo, por ese mundo con el que soñamos todos nosotros, los más nobles, donde todos tengan pan y vestido, donde todos tengan aula y hogar, donde sea posible tener las condiciones mínimas de un ser vivo. Por eso luchamos los antorchistas y debemos seguir en pie de lucha, hasta lograr nuestro objetivo.
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