MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Plantón en una pandemia

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¿Qué pasa en Sonora que a pesar de la pandemia hay un plantón que reclama atención de su gobierno? ¿Cómo es posible que no resuelva a los inconformes y los deje emplantonados ya 12 días, con todos los riesgos que para su salud implica? Vamos por partes y primero permítasenos decir una palabras respecto a la situación de la pandemia.Ante el crecimiento imparable del virus, la única medida efectiva inmediata que salvará al pueblo sonorense de más daños a la salud y muertes por la covid-19 será aplicar todas las pruebas de detección que se requieran, cuesten lo que cuesten, y eso sólo es tarea de los gobiernos; ello es más válido en las actuales condiciones de desentendimiento y falta de precaución de las multitudes —actitudes masivas impulsadas por las irresponsables declaraciones y acciones del presidente de la República (salgan y abrácense, no usen cubrebocas, "detente", "ya estamos saliendo", "no es algo fatal") o de estúpidos comentarios de gobernantes como el poblano Miguel Barbosa (el remedio a la covid es un plato de mole de guajolote), por la falta de fuertes campañas oficiales de concientización y un pésimo manejo de la crisis con mentiras del tamaño del mundo, así como el ocultamiento criminal de datos—.No organizar ni invertir en la aplicación de pruebas y, por el contrario, echar toda la culpa de los daños al comportamiento del pueblo así manipulado es una grave irresponsabilidad.Digámoslo más claro: el tamaño del daño del "rebrote" no depende fundamentalmente de la conducta popular, aunque cuente mucho, sino de la reacción coordinada, pronta y eficaz del aparato estatal, en sus tres niveles."Test, test, test" dijo la OMS: pruebas, pruebas, pruebas, 92 mil muertes oficiales en el país lo confirman —quizá más de 200 mil ya, dicen algunos estudiosos del tema—.En esta tarea tiene particular importancia el papel del Gobierno estatal, pero no hay medidas para hacerlo, Sonora no tiene un plan de detección científica de la localización del mal y ya ha reconocido públicamente que no sabe qué pasa con la pandemia entre el pueblo, está ciego.

De la misma manera, la única medida que solucionará al pueblo sonorense sus graves carencias, justo como en estos momentos las está planteando el plantón del Movimiento Antorchista de Sonora, frente a Palacio de Gobierno, en Hermosillo, será la intervención urgente del Gobierno estatal para que se atiendan eficazmente sus demandas, no la simulación ni el engaño.Y tampoco se ven las medidas para hacerlo, sigue el abandono y por eso sigue el plantón, obligado por los graves incumplimientos, a pesar de la pandemia.Y no se trata de demandas exageradas ni abusivas, sino simplemente de la exigencia de compromisos asumidos directamente por el secretario de Gobierno, Miguel Pompa Corella.Ni contra la covid-19 ni contra la pobreza ha sido eficaz este funcionario.

Así como la instrumentación de pruebas de detección de la covid-19 requiere la movilización constante de un enorme equipo técnico y humano preparado, eficaz y eficiente, que contenga e inmovilice lo más posible al virus, la solución de los problemas de pobreza y atraso social que estamos planteando en nuestro plantón también requieren de una instrumentación y ejecución que parece no tener preparadas la Secretaría de Gobierno.Aquí se unen los temas y es lo que nos interesa señalar.Pareciera haber una desvinculación, pero en realidad las dos fallas son expresión de la misma causa del descontento popular: ya hubo en estos días otro plantón frente al ISSTESON, y se ha sabido de otras manifestaciones y mítines en varias ciudades sonorenses.Barruntos de tormenta.

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Hemos dado a conocer numerosas veces las demandas de la gente humilde organizada en Antorcha, se pueden encontrar en nuestras páginas y en sus artículos con facilidad y no queremos agotar la paciencia de nuestros escasos lectores.Pero sí aprovechamos para denunciar que hoy vemos que se nos esconden los recursos que se habían comprometido para resolver las demandas enarboladas por nosotros.Por ello insistimos en la exigencia de solución y en la determinación de no levantar el plantón hasta no ver soluciones reales y efectivas.

Finalmente, este asunto merece una reflexión.En nuestra experiencia en gestiones en las oficinas de gobierno nos topamos, como con un muro impenetrable, con la respuesta de que no hay recursos para nada, ni para copias fotostáticas y de allí no se les puede sacar a los funcionarios: se aferran a esa explicación como a una tabla salvadora en el naufragio de sus inconsistencias.Y de nueva cuenta tenemos que volver a decir que recursos para sacar al país adelante sí hay, pero están mal distribuidos: somos la potencia mundial número 15 en producción de riqueza anual; producimos más riqueza que cualquiera de estos países: Holanda, Indonesia, Turquía, Suiza, Arabia Saudita, Argentina, Taiwán, Suecia, Bélgica o Polonia, y así hasta completar 180 países que no generan tanto recursos como México.Y varios de ellos tienen un nivel de vida superior al nuestro, es decir, no padecen tanta pobreza como nosotros.¿Entonces?

Los recursos están concentrados en nuestro país en unas pocas manos y ningún gobierno hace nada para llevar a cabo una repartición más equitativa y justa de la riqueza que todos producimos.¿Es posible hacerlo, no se enojarán los ricos? Antorcha no propone acabar con los ricos, sino con la pobreza, a través de un sistema progresivo de impuestos, es decir, que pague más impuestos quien más gana, entre otras medidas.Y con una política impositiva sabia esos ricos pueden seguir siendo inmensamente ricos sin lastimar tanto al pueblo.Morena se ha negado en redondo a modificar este esquema: es irracionalmente conservadora.Los impuestos sobre las utilidades y riqueza de los mexicanos ricos no pasan realmente de entre 8 y 18%, aunque el nominal sea de hasta 34%, mientras que países como Bélgica les cobra a los suyos 50%, Portugal 47% o Suecia el 57% (y son países capitalistas donde no "se desincentiva" la inversión, al contrario).En la historia de los impuestos resalta Estados Unidos, país que de 1913 a 1921 cobró 77% a sus ricos, de 1933 a 1952 el 94%, de 1952 a 1961 el 91%, y de 1963 a 1969 el 70%.En buena medida, con esa abundancia de recursos Estados Unidos pudo forjar parte de la grandeza que hoy ostenta y sus ricos siguen entre los más poderosos del mundo.¿Entonces, qué esperamos?

La propuesta antorchista de implantar una política fiscal progresiva no es ninguna novedad ni una "calentura comunista", es una vieja medida que el propio capitalismo ha tenido que tomar para fortalecerse.Hoy, es uno de los cuatro ejes que propone Antorcha para solucionar de raíz los problemas de la acumulación injusta de la riqueza y de su inequitativa distribución.Mientras el pueblo no la lleve a cabo, organizado ya no sólo como Antorcha, sino como gobierno, solo nos quedará una de dos: o arrodillarnos y mendigar al Gobierno federal las migajas que se le ocurra dejarnos o levantar la cabeza con dignidad y exigir cumplimiento a las promesas de cualquier gobierno y demandar con fuerza que no se destruya nuestro Estado de Derecho y se respete la asignación justa de los presupuestos estatales y municipales.

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