La madrugada del 14 de noviembre se aprobó el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2022 que el presidente de la república envió al Congreso de la Unión. Fue aprobado por 273 votos a favor, 214 en contra y cero abstenciones. Desde un inicio, la indicación por parte del ejecutivo fue clara: “no mover ni una coma a la propuesta enviada desde la presidencia de la república”. Sus sequitos, los legisladores de Morena, PT y PVEM fueron obedientes a los caprichos de Andrés Manuel López Obrador y, sin mucho problema, el proyecto llegó al Congreso para ratificarse y ejecutarse el próximo año. De las 1994 propuestas de modificación al PEF por parte de legisladores de oposición, no se aceptó ninguna.
Como es de conocimiento público, desde hace 3 años, cuando se dio a conocer lo que proponía el PEF 2019, Antorcha -como cada año lo hacía- se manifestó en los alrededores de la Cámara de Diputados para exigir a los legisladores afines, en ese entonces al nuevo presidente
El próximo año se dará privilegio por cuarto año consecutivo a los programas clientelares que entrega la Secretaría de Bienestar, mismos que ocuparán para manipular la opinión pública a su favor de cara a las próximas elecciones. Lo anterior, pese a que dichosprogramas sociales no están focalizados a las poblaciones más vulnerables, siendo que hay millones de mexicanos que viven en pobreza extrema. Además, en los estudios que ha realizado el Coneval se ha demostrado tajantemente que no contribuyen a reducir la pobreza. Son paliativos únicamente, no solucionan el problema de fondo.
Por otra parte, en plena pandemia, desaparecieron el Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares, a pesar de que era uno de los escasos programas destinados a contrarrestar los efectos de la pandemia en las microempresas. También, para el próximo año, de cada 100 pesos, solo 2 se destinarán a la salud, incluyendo la compra de medicamentos. Aspectos como la protección al medio ambiente, la igualdad de género, el combate al cambio climático, atención a productores agropecuarios o el necesario fortalecimiento de las policías municipales y estatales quedaron en segundo plano.
También, gran cantidad de dinero se invertirá en los proyectos emblema de la actual administración, proyectos que no tienen mucho futuro. Tal es el caso de la refinería de Dos Bocas, misma que utilizará energías fósiles para funcionar, cuando los países de primer mundo ya invierten en energías limpias no contaminantes. También está el Tren Maya con un presupuesto aprobado de 63,231 millones de pesos, 68% más que en el PEF 2021, y finalmente el Aeropuerto Felipe Ángeles, que recibirá subsidio casi al cien por ciento del gobierno, pues a los empresarios simplemente no les interesó el proyecto y no apostaron por él.
El PEF 2022 demuestra una vez más la intención expresa de un gobierno que cada vez más centraliza el destino de los recursos, con una visión casi patrimonial sobre el dinero que es de todos los mexicanos. Urge que nos organicemos como ciudadanos y dar la lucha en contra detales decisiones, debemos de exigir que se invierta y se cumplan los derechos más elementales de los mexicanos, esos que están impresos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
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