A 6 años de que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), encabezado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), iniciara el "nuevo gobierno", y a escasos días de que culmine el ciclo escolar 2023-2024, la educación en México sigue estancada y continúan ahondándose las brechas de aprendizaje y de oportunidades; los afectados son siempre los alumnos más pobres. Esta administración no cumplió las metas planteadas en el Programa Sectorial de Educación 2019-2024, por lo que dejó varios retos pendientes al gobierno entrante.
A pesar del compromiso del gobierno federal de que el gasto en educación como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), iba a ser ascendente, en 2024 el gobierno de AMLO solo destinó un 3.2 por ciento del PIB a la educación, cuando el mínimo recomendado por organismos como la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), es cuando menos del 4.5 por ciento. De acuerdo con un informe de la OCDE de 2023, México, Colombia y Turquía están lejos de priorizar la educación en sus presupuestos gubernamentales, ante esto México ocupó el último lugar de la OCDE en inversión educativa, con un gasto menor a cinco mil dólares anuales por cada estudiante. En contraposición Luxemburgo, es una de las naciones con mayor inversión en este sector y destina 25 mil dólares al año por alumno.
Al concluir la gestión de AMLO, México se quedará con 27 millones 158 mil personas en condición de rezago educativo
En promedio los países pertenecientes a la OCDE gastan 11 mil 400 dólares en educación básica y 13 mil 200 en media superior por cada estudiante. A partir de este reporte, la organización civil “Mexicanos Primero” estimó en pesos el gasto que el país destina a estudiantes. En 2020, México invirtió en promedio 237 pesos al día por cada alumno de primaria, una diferencia de 681 pesos respecto a la inversión promedio que realizaron 38 países de la OCDE como Colombia, Costa Rica y Chile. Para los estudiantes de secundaria el gasto diario se estimó en 207 pesos, es decir 822 pesos menos que el promedio de la OCDE. La inversión en preparatoria fue de 284 pesos al día, mil 61 pesos, el más bajo comparado con otras naciones. Otro dato que nos deja mal como país es que en México están inscritos en las escuelas secundarias, media superior o superior el 59 por ciento de los jóvenes de 15 a 19 años, mientras que en los países de la OCDE el promedio es de 84 por ciento. Según datos de la OCDE los países integrantes aumentaron su gasto educativo hasta alcanzar 5.1 por ciento de su PIB. El gasto público en educación se refiere a los desembolsos en los distintos niveles de enseñanza, incluidos los servicios auxiliares, la investigación y desarrollo relacionados con la educación.
Otro problema educativo que afecta gravemente a México es la deserción escolar, observamos con tristeza que el gobierno que juró defender a los pobres a capa y espada, en los hechos simplemente no quiso hacer nada para combatir con eficiencia esta realidad lacerante del país, la deserción escolar, corta las posibilidades de un desarrollo pleno de miles de niños y jóvenes. Patricia Ganem, coordinadora de Investigación de Educación con Rumbo, afirmó que existen un millón 285 mil 670 alumnos que desertaron y que no saben dónde se encuentran.
El 28 de febrero, la Secretaría de Educación Pública (SEP), publicó el acuerdo por el que se elimina a las Escuelas de Tiempo Completo del programa La Escuela es Nuestra, las cuales beneficiaban a 3.6 millones de niños y adolescentes con aprendizaje, deporte y alimentación, por lo que, la administración de AMLO será recordada por haber logrado desaparecer este tipo de escuelas que apoyaban realmente a la población más vulnerable.
El Instituto Nacional de Educación para los Adultos (INEA), dio a conocer que, al concluir la gestión de AMLO, México se quedará con 27 millones 158 mil personas en condición de rezago educativo, dado que en el último año de la administración morenista, solo 642 mil saldrán de su condición de no saber leer ni escribir o que no habrán terminado su primaria o secundaria.
La administración de AMLO no acertó sobre qué hacer con la educación de millones de mexicanos durante su mandato. Desde su llegada al poder generó buena expectativa de aumentar la cobertura educativa, mejorar los planes y programas de estudio de todos los niveles de educación básica, medio superior y superior, pero simplemente no lo hizo, solo se dedicó a destruir lo que había sido edificado por anteriores administraciones, sin reflexionar si beneficiaba a la niñez y juventud de nuestra patria.
El fracaso por años de otorgar educación al pueblo trabajador radica precisamente en poner su ejecución en manos de sus enemigos o en el mejor de los casos en gente indiferente y nada interesada en el éxito de nuevas políticas educativas a desarrollar. Por lo anteriormente escrito, es necesario que como pueblo nos organicemos y luchemos para llevar al poder a los hijos del pueblo y desde ahí, defender y otorgar una verdadera educación en beneficio de la clase trabajadora.
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