En notas aparecidas en un conocido diario local los días 17 y 18 de julio del presente año, en la sección "Valladolid", se hacen afirmaciones en contra del Movimiento Antorchista que los militantes de esta organización rechazamos por ser falsas: "Antorchistas se hacen las víctimas" y "Sí "invadió" Antorcha Campesina", se intitulan los escritos.
Dicen, entre otras cosas, las citadas notas: "Miembros de la agrupación Antorcha Campesina se hacen las víctimas luego de que intentaron invadir terrenos al poniente de la ciudad, y apareciera el presunto dueño del terreno que limpiaban" y más adelante añade que un grupo de antorchistas "comenzó a limpiar dicho terreno para después repartírselo". Esto en la primera nota. Dese cuenta el lector de la seriedad con que el "corresponsal" –el escrito sólo está firmado por "corresponsalías"- escribe al introducir la nota con "intentaron invadir" para después acusar a los antorchistas, sin ambages, de invasores. Esta contradictio in adjecto no es casual, refleja la confusión que el redactor tiene en la cabeza, su total falta de seguridad al haber decidido atacarnos pero no tener más que su lengua para hacerlo. Claro, esta opción es la única posible, pues asumimos que nuestro atacante sabe la diferencia entre "intentar invadir" e invadir efectivamente ¿o no, señor redactor? Por nuestra parte, negamos categóricamente las dos cosas: no hubo ni por asomo un intento de invasión, ni mucho menos la consumación de hecho; sólo celebramos una reunión informativa a la vera de la carretera federal, para que quienes están interesados en conseguir un lote habitacional, conocieran aproximadamente la ubicación de unos supuestos terrenos del IVEY ubicados en la zona, mismos que solicitamos hace tiempo al gobierno del estado para beneficio de familias humildes; nunca el grupo se internó en ningún terreno de propiedad privada, como consta en material fotográfico abundante en nuestro poder -y seguramente también en el del numeroso contingente policíaco que custodió la asamblea- ni mucho menos dio un solo golpe en ningún predio.
El segundo libelo sube el tono: dice que un individuo "presentó pruebas contundentes de que es dueño legítimo del lote de terreno denominado "Chan Samal", que intentaron invadir miembros de la agrupación Antorcha Campesina". Si bien el dueño del citado predio se molestó en presentar pruebas, a nuestro calumniador anónimo le tuvo sin cuidado hacerlo: nunca presenta siquiera un "intento de prueba" del "intento de invasión". Y sigue: "Como se recordará (...) miembros activos de Antorcha Campesina intentaron limpiar, invadir y lotificar el predio bajo la protección de su dirigente estatal, quien insistió que no estaban "invadiendo"". Y volveremos a insistir cuantas veces haga falta en que no invadimos bajo la protección de nadie...o que se presenten pruebas en contrario, señor embustero. Usted quiere que "se recuerde" algo que sólo ha existido en su cabeza y en la de los que le indicaron lo que debía escribir.
Continúa el libelo: "Al llegar, la policía, que ya sabía de ese movimiento, le dio todo el apoyo –al individuo de las "pruebas contundentes", aclaro yo (PCS) pues en el escrito de pésima redacción ni esto se entiende- al tener en mano las escrituras que lo avalan como el legítimo dueño del terreno". ¡Aleluya! Por fin encontramos un rastro de verdad: la policía municipal ya sabía, en efecto, del movimiento, pues Antorcha tiene años dialogando con la alcaldesa de Valladolid, Alpha Tavera Escalante, para hacerle la misma petición que hemos hecho al IVEY, de apoyar a familias humildes para adquirir un lote habitacional. De este "movimiento" es del que sabían; el otro, el de "invadir" sólo lo suponían erróneamente, pues Antorcha no se dedica a actuar fuera de la ley.
Finalmente, en un novísimo ejercicio de deducción, creyendo haber descubierto -tras las captura del Chapo y Javier Duarte- al nuevo enemigo público número uno, el anónimo amanuense eslabona la siguiente serie de infundios y bajezas contra Antorcha y sus líderes: "esto demuestra la actividad ilícita de este movimiento, cuyos líderes se aprovechan de que algunos terrenos no son trabajados por alguna razón para tratar de invadirlos". Insólito: sin haber presentado una sola prueba de toda su bazofia verbal, el sesudo periodista dice haber "demostrado" algo. Y remacha sus conclusiones: "El afectado señaló que así es como se engaña a la gente, por lo que hizo un llamado a los más necesitados, con bajo nivel económico, que no le hagan caso (sic) a estas personas, líderes oportunistas". "Antorcha Campesina aparentemente tiene un fin social, pero detrás (re-sic) sus dirigentes buscan invadir, repartir y quedarse con una parte para hacer negocio." Y otra vez no muestra pruebas de su dicho, ni las mostrará, pues nunca han existido. Como se ve, a este "corresponsal" no le interesa indagar la verdad. Antorcha, en cambio, sí puede demostrar la entrega de cientos de paquetes de materiales para construir cuartos adicionales, entrega de maíz para el consumo de miles de personas, dotación de miles de bultos de fertilizante e insumos varios para impulsar la producción del campo, la construcción de un albergue estudiantil para beneficio de decenas de estudiantes humildes; todo esto, conseguido a base de lucha tenaz, leal, de la mano de los pobres, en beneficio de vallisoletanos de escasos recursos económicos. ¿Acaso no demuestra esto el noble fin social y la calidad humana de nuestros líderes que vilmente se nos niega? La credibilidad de nuestros corresponsales del diario Por esto! Ha quedado por los suelos.
Al pueblo vallisoletano y yucateco todo le decimos que confíe en su organización. La lucha por lotes habitacionales o por cualquier otra cosa que haga falta a los humildes va a seguir y al final será exitosa. Los gobiernos de todo nivel tratan de amedrentar con la policía a quienes buscan terrenos para vivir, pero al hacerlo, y al mismo tiempo no presentar opciones para ayudar al pueblo, violan nuestro derecho constitucional a una vivienda. Sabemos que el derecho está de nuestro lado y la fuerza también, pues somos muchos los que no tenemos terreno para vivir. Sabemos también que los gobiernos de todo nivel con suma facilidad permiten que grandes empresas se adueñen de gigantescos terrenos para instalarse, las ayudan con recursos públicos, -producto de los impuestos que pagamos los mexicanos pobres- dotándolas de infraestructura para que tengan la mesa bien servida y empiecen rápidamente a obtener ganancias, a lucrar con el malpagado trabajo de los yucatecos. ¿Acaso es eso justo? ¿Que se apoye sólo a grandes empresarios para obtener jugosas ganancias y no al que busca un pequeño terreno para vivir? No lo es. Por eso Antorcha seguirá luchando irrenunciablemente por lotes habitacionales para los pobres y, lo que es más, por una patria más justa para todos. Así seguiremos, de la mano del pueblo, aunque nos acarree sucios ataques. Este sabrá identificar a sus verdaderos representantes y seguirá valeroso, altivo y seguro de su triunfo, hasta alcanzar, a fuerza de tenacidad y sacrificio, un futuro mejor.
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