En Colima, y seguramente que también en otros estados del país, hace unos días se informó del arranque oficial del ya próximo proceso electoral 2020-2021.Se instaló, según se dijo, formalmente el Consejo General del Instituto Electoral del Estado (IEE) y éste se declaró listo para coordinar y llevar a cabo la contienda con la que se renovarán la gubernatura, los diez ayuntamientos y el Poder Legislativo del estado.Según el calendario electoral presentado, son poco más de siete meses los que faltan para consumar la elección que viene, pero ya se distinguen muy bien en el ambiente, los tres factores infaltables en la proximidad de estos ejercicios: por un lado, el evidente incumplimiento de las promesas por parte de los gobiernos, presidentes o diputados, que ya se van; por otro, la proliferación hasta la absurdo, por doquier, de personajes de todo tipo, colores, ideologías y tamaños, haciendo hasta el ridículo para poder aparecer en una boleta electoral; y, finalmente, el terrorismo y golpeteo mediático, jurídico e institucional, al que recurren casi todos los que tienen el poder y no lo quieren soltar, contra todos aquellos personajes, grupos o partidos, que tengan una mínima posibilidad de hacerles verdadera competencia.
Pero conviene estar prevenidos contra esa típica náusea electoral que provoca siempre, el uso y abuso de la propaganda excesiva a la que acuden siempre los actores políticos en determinadas fechas del proceso.El día 10 de diciembre del año que corre, concluye la fecha para que los partidos políticos presenten el registro de coaliciones o el convenio para candidaturas comunes para la gubernatura.Ese mismo día, todos los aspirantes a gobernador deben comenzar la precampaña al interior de sus partidos; la precampaña de los aspirantes a los ayuntamientos comenzará hasta el día 20 del mismo mes.Ambas precampañas concluirán el día 8 de enero de 2021.
Del 1 al 4 de marzo de 2021, los candidatos a gobernador deberán registrarse ante el IEE, y podrán iniciar campaña el día 7 del mismo mes, para concluir con el cierre el día 2 de junio de ese año.Por otro lado, del 1 al 4 de abril se deberán registrar ante el IEE los candidatos a presidentes municipales y a las diputaciones, para iniciar su campaña a partir del día 6 de ese mismo mes.También estas campañas deberán concluir cuatro días antes al 6 de junio.Y aquí tenemos ya, grosso modo, lo que será la vida política de los colimenses en estos próximos meses, donde se concentrarán todos, o casi todos, los reflectores mediáticos y políticos del estado.
Pero, ¿habrá uno, tan siquiera uno de los que hoy gobiernan o legislan, que pueda asegurar que cumplió a cabalidad con todo aquello que prometió en la campaña pasada, que lo llevó al triunfo? Y hoy, ¿viven ya mejor los colimenses, gracias al novedoso concurso de la participación de los ungidos por el "Tsunami morenista"? Yo puedo afirmar, incluso probar de manera fehaciente, con la realidad que viven a diario miles de trabajadores colimenses, que ahora, cuando nos prometieron que estaríamos mejor, en realidad estamos cada día peor.
Pero la campaña electoral va.Y habrá que ver ahora qué y cuánto, prometerán los políticos de siempre para ganarse con argucias el voto popular; ahora, precisamente ahora que ya no habrá más novedades políticas como aquella de la "Esperanza de México".Sin embargo, sería curioso e interesante escuchar lo que dirán ahora los candidatos todos, acerca de los problemas torales y fundamentales que son la causa verdadera de nuestros principales males sociales de ahora.Considero que son cuatro los temas obligados que deberán abordar los candidatos, y dar una alternativa seria y viable de solución: la crisis económica, sanitaria, de inseguridad, y ahora también, la crisis educativa.No hacerlo así, o maniobrar para rehuir a estos temas, solo dejará evidencia de la falsedad, la ignorancia y la insolencia con que se dirigen al electorado.
Y, como dice el dicho: "sólo por ayudar", permítaseme aquí un breve recordatorio para todos los aspirantes colimenses.Según datos de la Secretaría de Salud del Estado, en lo que va de los poco más de siete meses de que fue declarada la pandemia, y hasta el día de ayer, habían muerto ya 672 colimenses por este mal, esto significa, algo así como tres personas por cada día desde entonces.Esto, sin contar que se han acumulado ya 5 mil 690 colimenses que han padecido, o que padecen aún, esta mortal enfermedad.Aquí no hay duda, señores y señoras aspirantes, son 672 colimenses y sus familias que, con la muerte inmerecida, repudian la actitud errónea y el proceder de los políticos, los partidos y sus gobiernos, que no supieron contener a tiempo la pandemia.¿Qué remedio político ofrecerán para evitar futuras víctimas mortales de este inédito padecimiento? Veremos.
Por otro lado, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), informó no hace mucho que, al mes de agosto pasado, sumaban ya 429 los muertos por homicidios dolosos en todo el estado.Para entonces, el medio digital Estación Pacífico, afirmaba que el número de muertos por homicidios era casi similar a los muertos por coronavirus.Una competencia macabra, como preámbulo de un proceso electoral donde, paradójicamente, todos los candidatos nos prometerán seguridad, salud y bienestar.
Finalmente tenemos los estragos en el estado, de la evidente crisis económica nacional que, dígase lo que se diga por los gobiernos, invade ya todos los rincones de los hogares de los mexicanos más pobres.El mismo portal citado líneas arriba, informó en el mes de julio que en el estado se habían perdido, para entonces, 4 mil 585 empleos formales, lo que representaba un 3.3 por ciento de lo registrado por Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).Pero, no obstante esto, la informalidad laboral (o desempleo disfrazado), aumentó a 50.9 por ciento, y ahora afecta a 202 mil 216 colimenses de la Población Económicamente Activa (PEA).
Y aquí tenemos ya el tamaño del compromiso: pandemia, violencia, desempleo, informalidad laboral, cero crecimientos económicos, cero obra pública social, falta de educación y pobreza, mucha pobreza generalizada.Tales son los males sociales que deberán enfrentar los candidatos, si es que acaso consiguen el puesto de elección o el escaño legislativo que pretenden.Llegó la hora de elegir bien, que no nos engañen con discursos huecos.
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