Como se sabe, la gasolina es uno de los artículos de uso común más consumido en México y de los más caros. El precio de la gasolina depende de varios factores como el costo de producción, de logística, transporte, refinación, precio internacional del petróleo, ajuste por calidad, el margen de ganancia para la gasolinera y los impuestos que se pagan para producir y comercializarla.
Todo eso provoca un incremento del costo de la gasolina que aterriza en el bolsillo del consumidor. Gran parte del costo que se paga por litro de gasolina equivale a diversos impuestos, los cuales se dividen en cuatro, el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (el IEPS) a nivel federal, el IEPS estatal, IEPS al Carbono (CO2) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Tomando en cuenta todos los factores, si se toma en cuenta un precio promedio por litro de gasolina de 20.74 pesos, el valor de los gravámenes mencionados oscila en un 41 por ciento, lo que se traduce en alrededor de 8.40 pesos por concepto de impuesto por cada litro de gasolina.
Durante su campaña electoral, el ahora presidente, Andrés Manuel López Obrador alimentó la idea de que los gobiernos podían bajar el precio de la gasolina, además de combatir la corrupción; sostuvo que, de llegar a la presidencia de la República, bajaría el precio de la gasolina a 10 pesos por litro tal y como se vende en Estados Unidos. Argumentó que el gobierno de Enrique Peña Nieto tenía muy caro el precio de la gasolina en 13.40 y quedó en 14 pesos al finalizar el gobierno priista. En su momento, Peña Nieto arguyó que el aumento al precio de la gasolina se debía a los precios internacionales del crudo del petróleo, a este respecto AMLO sostuvo que los gobiernos incurrían en la mentira para aumentar el precio que no tiene que ver el precio internacional del crudo.
López Obrador, en una de sus mañanera, utilizó el mismo argumento de los gobiernos mentirosos, sostuvo que el incremento de la gasolina se debía al conflicto entre Rusia y Ucrania. Como podemos ver, allí donde le conviene usa los argumentos de los priianistas corruptos como suele llamarlos a los gobiernos que le antecedieron, incluso usa las reformas del gobierno priista, por ejemplo, el impuesto al carbono en México fue aprobado en la Reforma Fiscal presentada por la administración de Peña Nieto en 2013 y aplicado desde enero de 2014, hoy se sigue pagando el IEPS al CO2.
Aquella promesa de bajar la gasolina a 10 pesos por litro está muy lejos de cumplirse, de 14 pesos el litro de gasolina que dejó Peña Nieto, hoy, con el gobierno de AMLO, el precio está por las nubes.
Y es así como el precio de la gasolina en Tijuana hoy es de 20.74 pesos para el litro de la magna, 21.61 pesos por litro de diésel y 23.36 pesos por litro de la premium. El argumento de AMLO usado en campaña de que los gobiernos son mentirosos, hoy más que nunca es comprobable, ni ha acabado con la corrupción, más bien, su gobierno está sumido en actos de corrupción.
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