MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Altos precios de gasolina y diésel afectan a los más pobres

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El precio de la gasolina y el diésel está por las nubes y afecta directamente la economía de los más pobres, aunque ellos no lo sepan ni tengan carro, pues se incrementa el precio de todo lo que consumen porque aumenta el costo del traslado y su producción.

El precio de la gasolina y el diésel está por las nubes y afecta directamente la economía de los más pobres, aunque ellos no lo sepan ni tengan carro, pues se incrementa el precio de todo lo que consumen porque aumenta el costo del traslado y su producción.

Por ejemplo, en el caso del campo, los equipos de bombeo y la maquinaria agrícola consumen combustible, haciendo que se encarezca desde la siembra el mantenimiento de sus productos. Y si agregamos que estos tienen que ser trasladados a los centros de abasto, aunque sean locales, se les van agregando costos adicionales que se le cargan al consumidor final.

Al encarecerse el combustible, se encarecen todas las mercancías, menos la fuerza de trabajo que vende el trabajador para poder subsistir, por la cual recibe solo un mísero salario.

El precio del litro de los combustibles está por arriba de los 25 pesos, a pesar de que el país produce petróleo en abundancia, del cual derivan aquellos; a pesar de que se nos prometió que con la refinería de Dos Bocas costaría diez pesos el litro, y hasta se justificó la falta de gasto público en otros rubros, lo que ocasionó la desgracia en salud pública que aún seguimos padeciendo (falta de medicamentos, impago al personal, falta de infraestructura, falta de atención y falta de apoyos como el seguro popular para atención de enfermos de escasos recursos, la falta de vacunas y tratamientos para enfermos), la falta de inversión en la obra pública y el recorte de participaciones a estados y municipios, etcétera.

Todo porque se estaban haciendo “megaobras” como esa refinería, el tren maya, el AIFA y el tren interoceánico, las cuales, ya se ve, sirvieron solo de pretexto para encubrir la corrupción galopante y la ineficiencia y hacer más ricos a los barones del dinero. Porque ahora no sólo no está a diez la gasolina, sino que estamos con las carreteras deshechas por todo el país, sin salud ni seguro popular, sin educación ni investigación científica de calidad y suficiente, sin techo para las familias pobres, sin empleo para todos y sin salarios auténticamente bien remunerados.

Nada de eso; hoy somos más los pobres y somos más pobres, pues aunque como premio de consolación se den a algunos millones de mexicanos en edad de votar “becas del bienestar”, esto es al costo de carecer prácticamente de todo porque lo que reciben no les alcanza para pavimentar su calle, hacerse de una casa, introducir servicios a sus comunidades o pagarse un médico que los cure de sus enfermedades. Busquemos respuestas.

Este 21 de febrero cumplió un año más de publicado un libro que explica científicamente los problemas sociales contemporáneos y cuya significación como herramienta transformadora del mundo para la construcción de uno nuevo y mejor es insoslayable, por más que los enemigos del progreso y el desarrollo de los pueblos se hayan empeñado en utilizar todo su poder económico, de propaganda y de clase dominante para ocultar al mundo, bajo toneladas de todo tipo de maleza ideológica, su luz, sus descubrimientos y verdades científicas, tratando de evitar que la clase trabajadora del mundo, creadora de la riqueza social, pueda encontrar la salida a sus problemas, tome conciencia de su papel fundamental en la sociedad y se convierta ella misma en la fuerza material para la transformación de su realidad social y material, convirtiéndose en agente activo de su liberación, liberando con ello a toda la humanidad mediante la creación de un mundo nuevo que esté acorde con las nuevas fuerzas productivas que ya reclaman, desde hace rato, nuevas formas de organización en la producción, nuevas relaciones de producción que se vean reflejadas en la superestructura social como unas nuevas relaciones jurídicas de propiedad de los medios de producción, para alcanzar mejores niveles de vida para todos, como viene haciéndolo China, por ejemplo. Ese libro se llama El Manifiesto del Partido Comunista.

El problema de que todo suba de precio, incluidos los combustibles, tiene su explicación profunda en el funcionamiento del sistema económico vigente en el país. Y como a los gobiernos no hay que juzgarlos por lo que dicen de sí mismos, sino por las acciones que realizan y por las ideas que difunden, está claro que el actual es un gobierno neoliberal, defensor de los intereses de los ricachones, aunque para seguirse manteniendo en el poder diga lo contrario, y agite como bandera el saco de mendigo para distraer y engañar a las masas, a las cuales incluso se ha empeñado en desorganizarlas, privándolas así de su efectiva defensa y arma de lucha por una vida mejor.

 

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