MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Los datos alegres de seguridad de Sheinbaum

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Durante una de las conferencias de prensa matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum de la semana, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana Omar García Harfuch rindió un informe en el contexto de los 100 días de gobierno. Ahí, presumió que, en este periodo, bajaron los delitos dolosos, y que incluso, en algunas ciudades con elevados niveles de violencia, disminuyeron varios delitos.

Dichas cifras fueron una pizca de tranquilidad en medio de un valle de sangre, en el que día tras día, ya sea a través de los medios de comunicación o las redes sociales, se evidencia la violencia que vive México, casi en la mayoría de las entidades. Aunque dicha situación lleva años, el gobierno actual, pero sobre todo, su antecesor, que encabezó el expresidente Andrés Manuel López Obrador, prometió acabar con este mal. Pero la realidad confirmó que no sólo no lo logró, sino que se agudizó. 

A decir del funcionario federal, en los primeros cien días de gobierno de Claudia Sheinbaum, la cifra de homicidios dolosos bajo en un 16.3 por ciento, se detuvieron más de siete mil personas por delitos de alto impacto, se desmantelaron laboratorios clandestinos, entre otras acciones. 

Punto central de ese informe tuvo el estado de Sinaloa, donde mencionó que solo en Culiacán, entre octubre y diciembre, el delito de homicidio se redujó en 35  por ciento, así como la detención de personas involucradas en actos de violencia. 

Para magnificar las acciones, los medios afines al actual gobierno, difundieron el “logro”, dejando en claro el trabajo que realiza el funcionario federal. Ya semanas atrás, dieron amplia cobertura a las visitas de García Harfuch en Sinaloa, que ¡viviría allá!, ¡que se preocupa!, ¡que esta trabajando coordinadamente con las autoridades locales!, entre otras. Sin embargo, lo único que evidenció, es que sigue sin aterrizar una verdadera estrategia enfocada a combatir la violencia en el país. Sigue, pues, el plan de López Obrador, de “los abrazos, no balazos”, y que resultó en un fracaso. 

Esta claro que la presidenta no se quiere deslindar de esa política, que como lo evidencia la realidad, no ha funcionado. 

A la fecha, miles de mexicanos siguen padeciendo la violencia e inseguridad en sus ciudades. Familias que antaño, disponían de tranquilidad, hoy, ya no. Unos han cerrado sus negocios, otros han abandonado sus actividades cotidianas por temor a actos violentos. Productores de limón en Michoacán han denunciado el cobro de piso, colectivos de madres y padres buscadores de sus hijos desaparecidos, también padecen la violencia. 

Por otro lado, el gobierno federal tiene a su disposición la tecnología y los recursos para aplicar un plan estratégico en materia de seguridad. La pregunta es ¿por qué no lo hace? La respuesta sólo lo tiene la presidenta Sheinbaum. 

Mientras tanto, los mexicanos debemos demandar acciones concretas que lleven al gobierno en turno a atender las demandas principales de la violencia, que como lo hemos afirmado, no se encuentra en la corrupción, sino en la pobreza. La raíz de este mal en el país, se encuentra en la injusta distribución de la riqueza, ahí es donde debe trabajar la presidenta, de no hacer -como se ve-, sólo los mexicanos podremos sacar al país de tan grave problema. 

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