MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

¿Se acerca una crisis de violencia, política y económica en Oaxaca?

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Preocupado, seguramente como muchos oaxaqueños, por el curso que está tomando la violencia en nuestra entidad, el mal manejo de la política oficial y la evidente crisis económica en la administración estatal, me pregunto: ¿qué futuro nos espera? ¿Son hechos aislados, propios de la entidad, o derivan de un fenómeno general, nacional? En este espacio intento colaborar con un análisis crítico acerca de las causas, efectos y lo que, en mi opinión, debiéramos hacer los ciudadanos conscientes para enfrentar esta realidad.

La violencia se ha disparado. No se trata solo de robos con violencia, que sí ocurren, pero han pasado a un segundo plano. Me refiero a hechos que se han agudizado contra los cuerpos policiacos, autoridades, periodistas y activistas sociales. 

Con su manera de gobernar, la 4T ha alentado al modelo económico neoliberal, a pesar de que López Obrador lo haya decretado muerto. 

En lo que va de este año, se registró el asesinato de cuatro elementos de la policía municipal de Tuxtepec (El Universal Oaxaca, 28 de enero de 2025); al día siguiente, en la misma región, hubo otros cuatro muertos, entre ellos un policía, derivado de un operativo para localizar a los presuntos secuestradores de la activista y defensora Sandra Domínguez y su esposo, desaparecidos desde octubre del año pasado (misma fuente).

Después, el miércoles 12 de febrero, fue asesinado en el centro de su localidad Constantino Soriano Mendoza, regidor de Hacienda del municipio de San Miguel Panixtlahuaca, ubicado en la región de la Costa (Infobae, 12 de febrero de 2025). Tan solo cinco días después, el periódico La Jornada registró la emboscada contra Teófilo Marín Pablo, presidente municipal de Mazatlán Villa de Flores, y tres acompañantes. En el lugar falleció el chofer, mientras que el edil y las otras tres personas resultaron lesionadas.

El defensor del territorio, Cristino Castro Perea, fue asesinado el 28 de febrero en la comunidad de Barra de la Cruz, Santiago Astata (El Sol de México, 2 de marzo de 2025) y, por si faltara más, Oaxaca se volvió noticia en los medios internacionales por lo ocurrido con nueve jóvenes de Tlaxcala, que desaparecieron en febrero en Huatulco y fueron encontrados en Puebla, a 400 kilómetros, en un vehículo abandonado. Y la lista suma y sigue…

Por otro lado, podemos notar claramente un mal manejo de la política gubernamental: errores y omisiones en los problemas agrarios que han tenido consecuencias funestas, como los muertos en Platanillo, Santo Domingo Petapa; las prácticas de nepotismo en casi toda la estructura del gobierno estatal y municipal; la exhibición de corrupción en el primer nivel del gobierno, como el pago por 12 millones a un famoso artista del género regional mexicano, cuando se asegura que cobra la cuarta parte de ese monto.

Por si no fuera suficiente, en los intentos de sacudirse estas acusaciones, el gobierno estatal, en vez de combatir las malas prácticas y componer su quehacer político, reprime a quienes denuncian estos actos, como el abuso cometido contra el periodista de El Imparcial, Álvaro Cuitláhuac López y sus familiares.

Sumado a estas dos problemáticas, el día 29 de enero, el gobernador Salomón Jara Cruz presentó una iniciativa de ley para emitir un decreto, que fue aprobado, en el que se autoriza a los 570 municipios del estado adquirir deuda pública con cualquier institución financiera.

Aunque no se exponen las razones del endeudamiento, se propone que el dinero se aplique en “agua potable, alcantarillado, drenaje, urbanización, electrificación rural y de colonias pobres, infraestructura básica del sector salud y educativo”.

Asimismo, señala que esta deuda se va a pagar con los recursos que se les asignan a los municipios, o sea, que sería como un adelanto de lo que les toca, con la dificultad de que, para los años siguientes, los municipios tendrán menos ingresos porque tienen que pagar sus deudas.

Lo cual nos dice claramente que no hay dinero en las arcas estatales para atender las necesidades apremiantes de los oaxaqueños y, ante ello, lo único que se les ocurre a nuestros funcionarios es endeudarnos, deshaciéndose del problema ahora para trasladarlo a los siguientes años e, incluso, a otras administraciones.

Seguramente, las complicaciones que presenta el estado en términos de seguridad han sido provocadas en gran parte por errores, deficiencias y limitaciones en la administración actual, pero es evidente que este fenómeno es nacional y antiguo. 

La grave inseguridad viene, cuando menos, del sexenio de Felipe Calderón, pero la tendencia con el gobierno de López Obrador no fue decreciente, sino creciente, porque no se combatieron las causas ni las consecuencias, que más bien se vieron alentadas con su política de “abrazos, no balazos”.

Así, considero que los tropiezos de la política estatal se sostienen en la política nacional diseñada por el expresidente López Obrador, basada en el control absoluto del poder judicial, legislativo y ejecutivo, que permitió reformas constitucionales al vapor, la desaparición de instituciones, el control del ejército y, principalmente, del dinero.

Esta política ha permitido que el gobernante concentre el poder, que su visión sobre cómo resolver los conflictos sea absoluta, sin escuchar opiniones alternas. Este mismo poder ha propiciado el nepotismo, la corrupción y la represión de sus críticos, a quienes considera sus enemigos.

En lo económico, el estado carece de recursos para invertir. En el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), el gobierno federal proyectó gastar para este ejercicio fiscal 2025, 9.30 billones de pesos, de los cuales se propone conseguir prestados 1.39 billones.

En Oaxaca, se afectará a la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana con una disminución del 15.37 %; en los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), el 21.03 %; y en la Secretaría de Infraestructuras y Comunicaciones, la reducción será de 30 millones de pesos, por mencionar algunos rubros. 

Queda claro que los tres aspectos obedecen a un fenómeno nacional, pero ¿en realidad son tres problemas separados sin ninguna relación? ¿Son independientes sus causas y sus efectos se manifiestan de manera aislada?

Estos tres aspectos interactúan en los hechos y sus causas más profundas ya han sido analizadas por el ingeniero Aquiles Córdova Morán, líder del Movimiento Antorchista Nacional, quien ha expuesto de manera magistral que es el modelo económico el mal que subyace en el fondo de las manifestaciones materiales de la pobreza, la violencia, la forma del Estado mexicano y otras calamidades.

Este modelo económico ha traído consigo la concentración de la riqueza social en unas cuantas manos y la pobreza a la mayoría de la población. Ante esta realidad, la política del Estado mexicano ha sido de sumisión ante los concentradores locales y extranjeros de la riqueza.

Con su manera de gobernar, la 4T ha alentado al modelo económico neoliberal, a pesar de que López Obrador lo haya decretado muerto. Por todo esto, sostengo que la crisis que se avecina es inminente.

El gobierno de Oaxaca debería combatir el impacto de las causas de la violencia, pero sin recursos y con el recrudecimiento de la violencia a nivel nacional, veo a un estado débil y atado de manos. Por otro lado, debería escuchar las voces de los oaxaqueños para mejorar la paz y estabilidad en el estado, pero honestamente pienso que ello no va a ocurrir, que, por el contrario, aumentarán la política de mano dura. Por lo tanto, el gobierno será responsable de que el estado entre en crisis, si no ahora, en un tiempo no muy lejano.

Si en este escenario nacional y estatal la administración estatal opta por acallar y reprimir a los movimientos sociales, que son un termómetro de la inconformidad ciudadana, en lugar de autocriticarse y corregir el rumbo, Morena logrará exactamente lo que no desea. No se podrá engañar por mucho más tiempo al pueblo de México.

Las fuerzas sociales que desde siempre hemos sabido hacia dónde se dirige el país con el gobierno de la 4T hemos convocado y seguiremos convocando a que el pueblo se organice y politice en una nueva fuerza política para cambiar el modelo económico de este país por uno más justo, que le dé verdadera soberanía a nuestra patria. Yo digo que el Movimiento Antorchista es la solución.

 

 

 

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