El pasado 9 de septiembre el circo mañanero se tituló “Apoyo directo y sin límites a damnificados por inundaciones”, donde el jefe del Ejecutivo reconoció que anteriormente existía el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), un fideicomiso que estaba destinado a apoyar a la población víctima de catástrofes naturales en aquellos lugares donde la madre naturaleza dejaba huella, por ejemplo, terremotos, desbordamientos de ríos, inundaciones, huracanes o cualquier otro tipo de desastre natural; este fondo fue creado en 1996 pero el presidente Andrés Manuel López Obrador lo desapareció en octubre de 2020 con el gastado argumento de que su manejo estaba corrompido, como de igual manera desapareció los fideicomisos destinados para investigación, ciencia, arte, cultura y deporte, como desapareció las guarderías infantiles, los comedores comunitarios o los refugios para mujeres que viven violencia extrema; cuando todos sabemos que esos recursos de los fideicomisos fueron destinados por el presidente para sus programas asistenciales de control electoral.
Más adelante la titular de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), Laura Velázquez, con una cara de preocupación dio alguna información sobre censos y trabajos coordinados que realiza con otras dependencias por las afectaciones del huracán “Grace”; por su parte el Almirante Secretario José Rafael Ojeda, titular de la Secretaria de Marina (Semar), Luis Crescencio Sandoval, titular de la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena) y el titular de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (SCT), el ingeniero Jorge Arganis, informaron que la ayuda a los damnificados llegaría de manera directa, sin intermediarios y sobre todo sin corrupción.
Veamos qué tan cierto es que el apoyo llega sin intermediarios, de manera directa y sin límite a los damnificados. Empiezan diciendo que se entregará un apoyo de 35 mil pesos a 64 mil 513 viviendas y 4 mil 500 pesos a 47 mil 484 agropecuarios en la zona de Hidalgo, Veracruz y Puebla; según su censo realizado en Veracruz existen 66 mil 003 viviendas registradas, en Puebla 27 mil 947 y en Hidalgo 8 mil 033, esto nos da un total de 101 mil 983 viviendas afectadas y de éstas solo a 64 mil 513 se les brindará el apoyo de 35 mil pesos, es decir, al 63 por ciento de los afectados ¿y a las 37 mil 470 viviendas restantes cuándo se les entregara alguna protección?
Pero hay más. El presidente detalló que solo se le dará el apoyo a una familia por casa: pero desafortunadamente las casas no solo alojan a una familia, pueden llegar a habitar en un hogar hasta dos o tres familias. En el caso de las despenas que presumía López Obrador, decía que antes se instalaban los módulos y que los integrantes de las casas se llevaban dos o tres despensas, pero, como dije líneas arriba, en una casa no solo siempre vive una familia, qué más quisiera la clase pobre el poder vivir una familia por casa. ¿Y la ayuda sin límite dónde quedó? Al igual que las raquíticas despensas que anteriormente daban ahora se componen de 1 kg de avena, 1 pasta para sopa (250gr), 1 kg frijol, 1 kg de harina, leche en polvo (500 gr), café soluble (220 gr), 1 kg de azúcar, 1 kg de sal de mesa y algunas minucias más. Dice el presidente que las despensas se distribuirán casa por casa y una sola despensa por vivienda ¿eso alcanza para una familia que perdió prácticamente todo? Sobre los enseres, según sus datos se ha beneficiado a 426 familias en Hidalgo, 9 mil 647 en Puebla y 41 mil 323 en Veracruz.
Pues bien, el señor presidente también aclaró y justificó el por qué no ha logrado acabar de entregar todos los beneficios en su tierra natal, Tabasco; recordemos que los inundó con toda alevosía y ventaja el pasado noviembre, pues según el señor, el retraso se debe a que la empresa de refrigeradores no tenía en regla sus documentos ante Hacienda y que éstos querían que les condonaran impuestos, que el gasto de flete sale muy caro y una infinidad de escusas.
Añado un poco más. Aquí en la CDMX vecinos de Tláhuac de las colonias La Habana, San José y Ejido de Tlaltenco, desde hace ya algunas semanas están inundados por el desborde de aguas negras y aún no se le ha dado solución alguna; en Ecatepec las inundaciones a causa de las fuertes lluvias provocaron que vehículos y todo lo que estaba a su paso el agua se lo llevó, casas inundadas, pérdida de sus muebles que con mucho sacrificio la gente más humilde va obteniendo, y el presidente dice que con su austeridad alcanzará a beneficiar a todos los afectados.
No se alcanza a vislumbrar que cumplirá con su palabra, más bien lo que el presidente quiere es tener la simpatía de la población, que lo vean como el mejor presidente de la historia de México, pero la realidad es otra: solo con falsas promesas y mentiras expuestas en su circo mañanero ha logrado engañar a parte de la población para mantener simpatía con la gente que no ha sufrido alguna injusticia por parte del Gobierno federal. Mientras él grita a los cuatro vientos que da apoyos sin medida, mientras trata de endulzar los oídos a la población, miles de mexicanos sufrimos día a día las malas decisiones de este gobierno. A más de 10 meses no ha logrado solucionar las afectaciones de la inundación en Tabasco, sin dejar de mencionar que la ayuda que prometió dar a las familias por la muerte de covid-19 no ha llegado a la mayor parte de los dolientes. En fin, mentira tras mentira y todo se queda en falsas promesas.
Por eso es necesario construir un gobierno que en verdad vigile y defienda los intereses de los más desprotegidos, mientras tanto, todo se quedará en promesas y falsas esperanzas dejando como siempre al pobre rascándose con sus propias uñas.
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