Desde que la humanidad se dividió en clases sociales siempre ha estado en conflicto, ya sea para defender su territorio o simplemente para mostrar su superioridad al mundo entero o defenderla de los tiranos que ponen en riesgo el futuro de la humanidad.La guerra no es un acto que desconozca la sociedad, es más bien la culminación de las diferencias que existen en ambas partes, quienes agotando las instancias diplomáticas abordan la única solución visible.
Es preciso entender que la guerra no es un proceso que se distingue por hechos bélicos, sino más bien por una ecuación compleja, de la cual podemos interpretar cuatro variables que la componen: coyuntura política, grupos antagónicos, el conflicto y la tecnología.La coyuntura política es la situación actual que se vive en un determinado momento la cual impulsa la creación de grupos antagónicos, que se ven repelados entre sí, por las diferencias marcadas.Los grupos antagónicos no son más que grupos de poder que chocan entre sí, no necesariamente debe existir un grupo bueno o uno malo.El conflicto son las batallas económicas sociales que se ejercen una vez agotadas el dialogo entre los grupos antagónicos, estas pueden ser acciones de índole económica, social, mercantil o militar.La tecnología es sin duda la variable más importante en una guerra, pues esta define no solo los alcances de las guerras, sino también los daños que provoca.
Por tanto es indispensable entender que las nuevas guerras que se ejercen en este nuevo siglo son por ende diferentes a las que se vivieron en la época de las cruzadas, o en las que participó Napoleón Bonaparte, pues la guerra al igual que todo invento del hombre tiende a evolucionar e incluso a perfeccionarse.Es por eso que a pesar de que en apariencia estamos viviendo un tiempo de paz, en este nuevo siglo se escucha términos como guerra comercial, guerra mercantil, guerra económica, guerra cibernética y otros conceptos que se han derivado.
Ahora bien, nuestro país esta apunto de presenciar una guerra de proporciones bíblicas, pues en el 2021 se tendrá en juego el futuro de las y los mexicanos, los cuales tendrán que echar mano a su derecho a elegir a sus representantes a través del voto popular, siendo el proceso electoral 2021 una guerra sin cuartel.Pues el partido en el poder Morena dará una batalla en todos los frentes buscando atacar sin piedad y con crueldad a todo aquel que se interponga en su paso, utilizando como su mejor arma el Estado, como aparato represor de las minorías.
Es por eso que en esta guerra en particular, la mejor arma que tendrá el ciudadano será Internet y las redes sociales, las cuales servirá de mucha ayuda para informar de forma oportuna, ante las campañas mediáticas coordinadas desde los Pinos donde despacha el actual mandatario.
El uso de las redes sociales es fluctuante, pues depende en sí, de la coyuntura política que se está viviendo, ejemplo de este efecto es la "tendencia" y si la tendencia es muy fuerte o muy notable se considera trending topic.En fin la tecnología de esta guerra tiene alcances nacionales e internacionales, pues aunque la batalla en sí será en nuestro país, pero desde distintos países habrá grupos cibernéticos que busquen posicionar a un candidato en especial, como apunte debemos de recordar la campaña presidencial de Donald Trump y la injerencia de grupos extranjeros en la elección que lo llevó a convertirse en presidente de los Estados Unidos de América.
Es por ello que mencionamos que será una guerra de proporciones bíblicas, pues México, es un país de gran importancia para el mundo, ya que es la quinceaba económica a nivel mundial y la puerta para entrar a Estados Unidos.
Pero eso no es todo, pues las redes sociales te pueden ayudar o te pueden destruir, es por eso que en su momento de gloria el presidente Andrés Manuel López Obrador calificara a esta plataforma digital como "benditas redes sociales", pues fueron estas quienes realizaron un papel importante y decisivo en su proceso que duró 18 años para llevarlo al poder, pues através de fake news (noticias falsas) y contenido ficcioso logró posicionarlo y adoctrinar a sus hoy "fieles".Pero una vez que llegó al poder es el mismo internet y las redes sociales quienes le critican todo y lo atacan, a las cuales hoy desprestigia e insulta como redes de "conservadores".
Es por eso que existen gobernantes y legisladores que ante el uso de redes sociales se muestran indiferentes e intolerantes, pues se consideran amenazados sus intereses, ya que el internet se vale todo y ante la falta regulación es el escenario perfecto para que se den batallas encarnizadas, entre bot contra bot o bien entre usuario contra usuario o todos contra todos.
La legislación y uso de las mismas dependen de cada país o más bien dependiendo de cada mandatario que vea amenazado sus intereses, tal es el caso de nuestro país, donde el presidente desaprueba su uso y busca que Facebook y Twitter aclaren sus recursos y transparenten las campañas en su contra, pues para él, es más fácil pensar que son ataques pagados en vez de atreverse a pensar que se está equivocando.
Sin embargo, cada vez más las minorías de este país utilizan las redes sociales como Facebook y Twitter para denunciar las arbitrariedades que se viven, las cuales incluso se han convertido en "tendencias", pues miles y miles de usuarios replican con sus propias palabras las afrentas que cometen AMLO y Morena contra el pueblo organizado, dejando muy mal al presidente quien aunque utiliza su ejército de bot y de trolls no pueden callar el sentir del pueblo.
Así que el flujo de Internet y su tendencia ya no lo decide el Estado, pues los medios de comunicación convencionales están perdiendo influencia ante esta nueva tecnología aplicada en esta guerra, sino ahora la sociedad marca el camino.Tal vez ni nos conocemos pero hoy en esta guerra que se avecina tenemos que seguir publicando, utilizando todos los medios que tenemos en nuestro alcance como Whatsapp, Facebook y Twitter hasta que todo el país entienda que nuestro futuro y esperanzas no están en las manos de un partido, sino en la organización de un pueblo que se decida a luchar por el poder político, para poder servir.
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