Es lamentable la forma en que un mandatario de primer nivel político, responsable ante todo y con todo de lo que ocurre en materia política en el país, pueda ignorar los problemas gigantescos que ocurren en su nación; por ejemplo, el numeroso grupo de personas que sufren por el desabasto de medicamentos y que los deja inermes y devastados por el dolor ante este problema que parece no acabar. Aquí unos datos. Se estima que en México se presentan entre cinco y seis mil casos nuevos al año de cáncer en menores de 18 años, entre los que destacan las leucemias, que representan el 50 por ciento del total; linfomas el 15%, seguido de tumores del sistema nervioso central con el 10%, afirmó el jefe del servicio de oncología pediátrica del Hospital Juárez de México (HJM), el doctor Gabriel Peñaloza González. Mencionó, además, que la leucemia linfoblástica aguda es un desorden maligno en las células que producen la sangre, que afecta a los glóbulos y plaquetas. Se origina en la médula ósea y es más común en edad preescolar.
En 2019 se ubica la tasa más alta (cerca de 19 casos nuevos por cada 100 mil personas de 20 años o más). También para 2019, se presenta la tasa de incidencia más alta para las mujeres (35.24 casos por cada 100 mil mujeres de 20 años o más).
Son algunos datos que se tienen de un sistema de salud muy deplorable, y que, sin embargo, el problema podría ser controlable, pues nuestro país se encuentra entre las primeras economía del mundo: México ocupa el honroso 15vo. Nuestro país aparece por encima de Argentina, Chile, Portugal, Holanda, Arabia Saudita e Israel. En términos generales, nuestro sistema de salud debería estar mejor de acuerdo al desarrollo de su economía: debería de estar o tener un sistema de excelencia y sin carencias y mucho menos con el nivel de enfermos por tan terribles males, pero ¿qué pasa con nuestra salud y por qué?
El Gobierno federal desde hace muchos sexenios, como el de ahora, no se han preocupado por la salud, sino todo lo contrario: han dejado que la gente se cure por sus propios medios, porque no quiere, ni se pretende, invertir en la salud, ya que para ellos la salud de la gente no es prioridad, aunque de la gente vivan y coman y se enriquezcan; carecen de una sensibilidad hacia los más humildes; en cambio, lucran con la confianza y la esperanza de la gente.
El actual presidente de la República no rompió con esta tradición: tiende, por lo regular, a ignorar a la gente o simplemente no voltearlos ni a ver durante sus giras; su insensibilidad es tan marcada que aunque toquen a su puerta, no es capaz de atender al llamado. Ahí están las imágenes y muchos testimonios que afirman lo que aquí se plasma en estos renglones. Son tantos atropellos a la sociedad mexicana que se está cansando de tanto abuso; de que solo sea utilizada para efectos electorales.
Por tanto no se debe ni se puede vivir de esa manera, mientras los que gozan de privilegios, los que son atendidos en los mejores hospitales o clínicas del país, son los políticos arribistas y aprovechados de la situación.
Por eso el Movimiento Antorchista llama a la unidad nacional para frenar estos abusos, integrar un frente común para que tengamos un país próspero y que ahora sí sean primero los más necesitados, los más humildes y los más carentes, en las políticas públicas; para un México sin mentiras ni engaños.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario