Los mexicanos estamos en manos de un gobierno donde se superan ya los cien mil muertos, a causa de la pandemia de la covid-19, principalmente, por la falta de atención oportuna y mal equipamiento de hospitales como del servicio médico nacional, estamos ante una pandemia que si bien era inesperada, mucho tuvo que ver el mal manejo del gobierno federal, ante esta problemática, el gran fracaso del programa de salud de Morena, Insabi, programa que dejó al pueblo mexicano sin acceso a la salud y muriendo en las puertas del hospital sin atención, en muchos casos; Andrés Manuel López Obrador (AMLO) desapareció el Fondo de Gastos Catastróficos que incluía la atención de 66 enfermedades especializadas, pero en su lugar quedó el Fondo de Salud para el Bienestar. Esto fue lo que derivó en la huelga de hambre que llevaron a cabo por 56 horas los padres de niñas y niños con cáncer, debido a la falta de quimioterapias para sus hijos, acciones y denuncias del pueblo, que dejaron en claro que fuera de resolver empeoraba la situación del sistema de salud.
Parece ser más un gobierno a cargo de un niño caprichoso que pese a los resultados sigue mintiendo al pueblo, de manera muy descarada diciendo que "la pandemia no es un asunto político sino de salud pública”. Al presidente se le olvidó mencionar que la realidad es que hay desabasto de medicamentos, no se atiende a todos los ciudadanos, que los hospitales y los médicos carecen de instrumentos, y, sobre todo, que el mismo presidente trucó el sistema de salud preestablecido anteriormente.
Como vemos, los principales objetivos del actual presidente no es curar al pueblo ni ver por su bienestar como lo prometió, sino desarrollar sus proyectos faraónicos e inconsistentes, como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, el aeropuerto de Santa Lucía, y sus programas de ayuda, los cuales, tienen como objetivo captar a un gran número de votantes, para que Morena siga gobernando el país, no por buen gobierno sino por mentiras y falacias como lo ha venido llevando a cabo.
Además y no menos importante, los asuntos de corrupción dentro de la familia presidencial, vienen en aumento; uno de los casos muy sonado es el de su cuñada Jessica Moreno Torres, casada con Arturo López Obrador quien fue Oficial Mayor en la Secretaría de Educación Pública (SEP) en el estado de Veracruz y actualmente está denunciada por un desvío de recursos por aproximadamente 80 millones de pesos, durante el gobierno de Javier Duarte probablemente ella también sentía que "si merecía abundancia" como Karime Macías, otro escándalo sonado, su cuñada del presidente, Concepción Falcón Montejo, quien está denunciada penalmente por peculado de 200 millones de pesos derivado de desvíos de gastos en la nómina del municipio de Macuspana, Tabasco, quien está casada con Ramiro López Obrador, hermano del presidente, en un municipio gobernado por Morena, y resulta que la maniobra política para "tapar" el reciente y nuevo escándalo de la familia presidencial, fue el pretexto de supuestamente haberse contagiado de covid-19 todos los miembros del cabildo, desde el presidente municipal y 11 regidores del municipio. Agregó también el caso de su hermano donde el 20 de agosto del presente año, se hicieron públicos dos videos en los que aparece Pío López Obrador recibiendo dinero por parte de David León, mientras como bien lo menciona el sitio La Silla Rota, el presidente dice que ese dinero que recibió su hermano "son aportaciones para fortalecer el movimiento". El parte delictivo de la familia presidencial hasta ahora: un hermano y dos cuñadas, más lo que se acumule en las próximas semanas y meses.
Tocados estos puntos, está claro, que al presidente no le importa curar ni atender al pueblo, sino enriquecerse y rápido, y lo más ambicioso es que a pesar de haber gobernado de la peor forma, pretende comprar votos para volver a ganar la presidencia de la República. Y eso, mexicanos, no lo vamos a permitir. ¡Fuera presidentes corruptos que le roban y mienten al pueblo!
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