La crisis generalizada que se vive en México a causa de la ineficiencia energética y el descarado saqueo a los bolsillos de los mexicanos es responsabilidad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y del gobierno de la Cuarta Transformación, que han provocado graves errores gubernamentales que recaen en los ciudadanos y podrían ocasionar un estallido social de graves consecuencias.
Todo comenzó con los famosos “apagones” que se presentaron en varias regiones del país, poniendo al descubierto uno de los déficits que existen en la infraestructura de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), siendo otra más de las áreas críticas que confluyen en la crisis generalizada que vive México, demostrando la ineficiencia administrativa y política de quien encabeza la llamada 4T.
Se le podrían fincar responsabilidades de asesinato a la CFE y sus brigadas, que sin avisar cortan el suministro. Si pagas el recibo, te puedes quedar sin comer, y si no lo pagas, falleces porque los aparatos que ayudan a preservar la vida no funcionarán.
El proyecto de monopolizar la energía eléctrica en la CFE y de rechazar las energías renovables, ambos contenidos en la iniciativa de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, encendieron las luces de alarma dentro y fuera de México.
El mandatario mexicano se ha llenado la boca con calificativos para desdeñar a las energías limpias y para, en cambio, ordenar el uso de combustibles fósiles para producir electricidad, opción con la que beneficia a empresarios cercanos a él y a sus principales operadores políticos, como Manuel Bartlett Díaz.
Partiendo del principio de que la electricidad es un elemento básico para el desarrollo económico, industrial y comercial del país, la carencia de esta limita la capacidad productiva y afecta a millones de seres humanos al no poder realizar sus actividades de manera normal.
La tarea de la CFE se ha cumplido a medias y quien está pagando las consecuencias es el pueblo de México, con elevados cobros en los recibos, mientras que millones de compatriotas siguen viviendo en la oscuridad, sobre todo las clases empobrecidas.
No se pueden pasar por alto las elevadas temperaturas que se presentan en estas fechas, mismas que han generado tres olas de calor dando pie a que el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) declarara estado de emergencia por apagones en más de quince entidades del país.
La realidad es que debido a esa situación, millones de mexicanos que son usuarios de la CFE están viendo sus bolsillos saqueados, después de que tienen que pagar forzosamente lo que les viene marcado en el recibo porque de lo contrario el servicio es suspendido por las brigadas contratadas para ello, sin saber siquiera si al interior de los hogares hay mujeres, niños o ancianos que se encuentran enfermos y que requieren del funcionamiento de aparatos eléctricos para su atención.
Ahí es precisamente donde duele más, porque se le podrían fincar responsabilidades de asesinato a la CFE y sus brigadas, que sin avisar cortan el suministro. Si pagas el recibo, te puedes quedar sin comer, y si no lo pagas, falleces porque los aparatos que ayudan a preservar la vida no funcionarán.
A pesar de tener en el país a un Gobierno que se dice popular, en los hechos se demuestra que se trata de un Gobierno neoliberal que únicamente en los discursos dice que son “primero los pobres”, pero que bajo el ataque de la CFE los hace más pobres.
Por ello es que los mexicanos —clase trabajadora, campesinos, amas de casa, estudiantes y demás— debemos mantenernos unidos y organizados para tomar el poder nacional con el firme propósito de repartir la riqueza social de forma equitativa, para brindar servicios básicos a costos accesibles que a la vez se materialicen en una forma de vida más decorosa y digna para cada compatriota.
Ha llegado el momento de denunciar a la CFE y a la 4T por incurrir en este tipo de agresiones a sus propios compatriotas, a quienes les siguen saqueando los bolsillos mientras el señor presidente se regodea diciendo que está beneficiando a los adultos mayores y demás, mismos que han permitido su permanencia en el poder.
De nada ha servido o sirve una supuesta “Cuarta Transformación” cuando la gente nacida bajo este cielo retorna a los quinqués, a las velas y veladoras sencillamente para ver dónde está pisando.
Los responsables de esta enorme tragedia deben ser catalogados como traidores a la patria, porque quien jura con la banda presidencial surcando el pecho proteger y ayudar a sus compatriotas y no lo hace, sencillamente se está burlando del pueblo.
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