MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La ignorancia también es un virus

image

Estamos en una de las etapas más difíciles de la pandemia en nuestro país, el semáforo rojo cada vez se activa en más zonas del territorio nacional y las medidas para evitar más contagios se vuelven cada día que pasa más ineficaces y carentes, agreguemos que miles de familias aún no se recuperan de la falta de ingresos que perdieron por la cuarentena, miles de ellas laboran en el empleo informal y tienen hijos y servicios básicos que pagar.Es un panorama desalentador.

A esto hay que sumarle que mucha gente no se cuida con las medidas sanitarias porque no cree en la existencia de covid-19, "que todo es un invento de los gobiernos para mantenernos controlados", he escuchado a algunas personas decir, pero, ¿de qué nos controlan? ¿de comer, de trabajar? ¿de evitar que salgamos en familia? Es un argumento poco sustentado, no hay pruebas que hablen a favor de esta creencia, porque no es necesario que los gobiernos nos mantengan encerrados para que ellos hagan y deshagan a su favor, pues la muestra clara es que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador ha estado empecinado en que sigan su curso de construcción obras como el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas, información que saben todos los que lo siguen y que hasta se enorgullece de anunciarlo, a pesar de estar aún en medio de la cuarentena y sabiendo que pone en riesgo de contagio a miles de obreros; es un ejemplo para demostrar que no se necesita el resguardo de la población para que cosas de esta naturaleza se hagan desde una trinchera de poder como la silla presidencial.

Ahora bien, la gente que está empeñada en no creer en una pandemia sale a la calle sin cubrebocas, sale acompañada de varias personas he intentan llevar una vida como si nada pasara, estos casos puedo decir con certeza, porque los he visto, son más frecuentes en zonas rurales de Michoacán, donde la gente sale tranquila a comprar sus cosas del mandado, hacen fiestas con toda la familia, entre otras actividades, a pesar de que hay advertencia de parte de sus municipios de evitar este tipo de actividades colectivas, si no puedes hacerlo públicamente, será a escondidas, pero lo hacen.

Y no es que en las zonas rurales y suburbanas estén exentas de contagio, pues como muestra clara están varios municipios de la Meseta Purépecha y la Cañada de los Once Pueblos, como Paracho, Tzintzuntzan, Tancítaro, Erongarícuaro, entre otros donde ya se han reportado los primeros casos de contagio, además de que el atraso en el servicios de salud ocasiona que la atención a estos pacientes no sea la mejor y la mayoría de ellos no cuentan con los recursos económicos suficientes para pagar un hospital o los medicamentos que se necesitan para controlar el virus.

1

Esto quiere decir que el virus llega, con retraso, pero llega y más aún con la llegada de personas externas como los familiares que viven en Estados Unidos y que en este periodo vacacional no perdieron la oportunidad de visitar a sus seres queridos, no quiere decir que todos lleguen contagiados, pero no se descarta tampoco que varios estén infectados siendo asintomáticos, por lo que el riesgo de que se propague en sus familiares es altamente probable.Es importante explicarles a los michoacanos incrédulos que los riesgos existen y que es mejor prevenir que lamentar.

Puedo decir en mi experiencia propia que el desinterés por protegerse y la creencia de que la pandemia es un invento, es algo no tan fácil de erradicar de las personas.En recientes días viajé a la casa donde crecí con mi familia, en la comunidad de San Juan Huerta, municipio de Senguio, Michoacán, una zona muy tranquila, con aire fresco y limpio, muy cerca de la Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca y alejada por 16 kilómetros del municipio de Maravatío y 25.2 del municipio de Hidalgo, de tipo sub-urbano.En mi recorrido para poder llegar a casa, pude notar que la mayoría de la gente que, por ejemplo, se traslada a la ciudad de Maravatío para comprar lo que necesita en casa, no portaba cubrebocas, muy pocos, me arriesgo a decir que de cada 10 personas, dos lo llevaban puesto, en algunos momentos incluso, me di cuenta de que había personas que me observaban extrañados porque yo llevaba puesto mi cubrebocas, como si fuera una medida innecesaria ahí; es posible que todos los que no estaban protegidos son de los que no creen en la existencia de covid-19, más allá de que no tengan dinero para comprar un cubrebocas o un gel antibacterial.

Durante todo lo que ha durado la cuarentena, esta ha sido mi primera salida de la capital michoacana, donde actualmente vivo y realizo mi labor como Antorchista y donde pude ver con mis propios ojos que la incredulidad está presente, más en unos lugares que en otros y es algo peligroso porque mucha de esta gente, en su andar diario puede llegar a contagiarse incluso sin saberlo en caso de que no presenten síntomas, otras verán su suerte cuando su estado de salud empeore y esto es el reflejo de que cada día que pasa, Michoacán en lugar de bajar sus números de contagios y defunciones, vaya a la alza.Es así que al día de hoy el estado purépecha registra ya ocho mil 78 casos de contagios y 638 fallecimientos por el virus y a nivel nacional, nuestro país es el cuarto país con más muertes por coronavirus, con un total hasta ahora de 38 mil 888, estamos solo por debajo de Estados Unidos, Brasil y Reino Unido, y en el número de contagiados, llegamos a 338 mil 913, esto de acuerdo con el reporte técnico diario que emite el gobierno federal.

Ante este panorama es necesario cuidarse, la situación económica ya no da para seguir en casa, porque no hay apoyo suficiente del gobierno federal para poder hacerlo, pero sí es importante que salgamos tomando en cuenta las medidas sanitarias y un cubrebocas, aunque parezca innecesario, si nos puede salvar de un posible contagio.Es necesario cuidarnos como colectivo, como pueblo pobre trabajador, ya que el gobierno de la 4T no ha creado medidas para salvaguardar nuestro bienestar, por tanto, está en nuestras manos exigir mejores condiciones de vida en medio de esta pandemia que aún da para largo y cuidarnos mucho, en la medida de nuestras posibilidades, porque no hay nada más peligroso y mortal que nuestra propia ignorancia y necedad.

  • Etiquetas:

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más