MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Gobiernos municipales panistas de Colima, dispendio, ineficiencia y represión

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En el proceso electoral del año pasado, cuando en Colima se renovaron los ayuntamientos, el PAN consiguió ganar seis de los diez ayuntamientos en disputa; vale decir que, ahora los panistas gobiernan a los más poblados de toda la entidad, es decir: Manzanillo, Colima, Villa de álvarez y Tecomán; además de Coquimatlán y Cuauhtémoc. Han transcurrido poco más de ocho meses desde el arranque de estas nuevas administraciones y como dice coloquialmente el pueblo, "ya están dando de qué hablar". En todo este tiempo, el Movimiento Antorchista de Colima, nos abstuvimos de hacer alusión alguna a la manera de gobernar de los panistas, esperando que estos entendieran, que los antorchistas no nos debemos a los intereses de ninguna fuerza partidista contraria a ellos, ni tampoco a ellos, sino que somos una auténtica expresión política y popular, cuyos intereses han sido siempre y son, los del pueblo pobre colimense que representamos; sin embargo, muy a nuestro pesar, hoy nos vemos en la necesidad de romper nuestra abstinencia de opinión, porque vemos vulnerados, ignorados y violentados, los derechos constitucionales de nuestros compañeros.

Veamos. Como todo ciudadano, en tiempo y forma, y amparados en el derecho de petición consagrado en el artículo 8º de la Constitución, los antorchistas acudimos ante los presidentes municipales de Colima, Villa de álvarez y Tecomán para entregar los pliegos petitorios de nuestros compañeros; en estas reuniones, fuimos atendidos por los alcaldes Héctor Insúa García, Yulenny Cortés León y José Guadalupe García Negrete, respectivamente; luego de esto, iniciamos la acostumbrada fase de comisiones presionadoras integrada por los solicitantes, quienes acudieron a los ayuntamientos para saber de la respuesta a nuestras demandas. Y aquí fue, precisamente donde empezaron los problemas.

Héctor Insúa, al entrevistarse con nuestros compañeros y antes de que abordáramos nuestras peticiones, se gastó la mitad del tiempo que nos concedió en audiencia, para quejarse de las administraciones pasadas (priistas, obviamente) y por la situación que dejaron, después de esta especie de letanía, acabó diciendo que le dejaron una administración "quebrada", que no hay dinero para resolver las necesidades demandantes y que por lo mismo, sin dinero no se podía comprometer a nada. A los moradores de la casa del estudiante "Graciano Sánchez" les fue peor cuando lo fueron a ver, porque en tono prepotente, les dijo que no estaba de acuerdo en darles dinero "a cambio de nada"; les retiró el subsidio y se los condicionó a que presentaran "un proyecto viable" que lo convenciera, además, los exhortó a "buscar un trabajo aunque sea de meseros" porque estaban muy jóvenes y fuertes para hacerlo, que deberían aprender de él, que con mucho esfuerzo hizo su carrera universitaria y ahora es presidente. Juzgue usted amigo lector, la gente panista que ahora nos gobierna.

Yulenny Cortés por su parte, antes de que los colonos abrieran la boca para externar sus necesidades, afirmó categóricamente: "yo ya los conozco, ustedes son los que engañan a la gente ofreciéndoles terrenos en colonias irregulares"; lo que siguió ya se lo podrá imaginar, luego de los reclamos en defensa que hicieron mis compañeros, acabó diciendo lo que ya hemos escuchado anteriormente: "la administración anterior (también priista) dejó al municipio quebrado y con muchas deudas y no hay ni para pagar la nómina. Ahora entiendo, por qué el líder municipal del PAN, Héctor Mier Castro, cuando le reclamó el pago de las cuotas al partido, dijo que "Yulenny lloriquea y no atiende la población" y que debería "rentarse como plañidera" (Diario de Colima, 18 de mayo 2016)

Peor resultó José Guadalupe García. En la primera entrevista, igual que sus homólogos arriba citados, gastó la mitad del tiempo de la audiencia, para "lloriquear", como dijo el líder panista de la Villa; la otra mitad la dedicó para decir que está muy de acuerdo con las necesidades que se le plantean, pero que no tiene dinero y que agendaría una nueva entrevista; sólo que ya pasaron más de tres meses y no da respuesta. Cuando los pobladores de la comunidad de Caleras, desesperados por la falta de solución a sus peticiones de despensas y apoyos para la vivienda, tomaron la determinación de hacer "pintas" en las bardas de sus casas reclamando solución, de inmediato el Alcalde mandó un operativo de cuatro patrullas cargadas de policías para obligar a los pobladores a borrar sus reclamos, ante la negativa de los vecinos, los mismos policías borraron hasta la última letra de las bardas, no sin antes amenazar con cárcel al que volviera a escribir sobre ellas. Al día siguiente por la mañana, el secretario particular del Alcalde completó la faena, amenazando telefónicamente, con cárcel, al activista Alexis Zamudio si volvía a encabezar las pintas. ¿Habrá leído cuando menos alguna vez la Constitución el Alcalde de Tecomán? pero más bien ¿sabrá leer? Lo digo porque en las "pintas" no había referencia alguna a su persona, es decir, "[...] a la vida privada, a la moral y la paz pública. [...]" como dice el artículo 7º de la Constitución. Está claro que el Alcalde de Tecomán viola insolentemente la Constitución para no resolver las necesidades de los tecomenses.

Hace unos días, tiempo después de los hechos que denuncio más arriba, los diarios de mayor circulación local encabezaron sus primeras planas con sendas notas: "Tienen 2 alcaldes sueldo superior al de Nacho" y más adelante: "la munícipe de la Villa [Yulenny Cortés] percibe un salario neto de 72 mil 988 pesos al mes, mientras que el de Colima [Héctor Insúa], 71 mil 867 pesos; el mandatario José Ignacio Peralta tiene un sueldo mensual de 71 mil 172 pesos con 41 centavos" (Diario de Colima, Ecos de la Costa, El Noticiero, Diario Avanzada, etc., del día 23 de mayo de 2016). Pero esto no es todo, en los diarios del día 30 de mayo de 2016, las notas siguen: "Regidores y síndico de Colima también se aumentaron el sueldo. El incremento costará un millón 680 mil pesos al año" y la nota sigue: "Los regidores incrementaron sus salarios de 31 mil 042 pesos al mes a 41 mil 041 pesos, [...] El síndico Francisco Rodríguez García, quien el año pasado tenía un sueldo de 36 mil 053 pesos, ahora recibe 46 mil 053 pesos."

Cuando la prensa local encaró a los ediles para buscar una explicación, la respuesta que dieron causó más asombro e indignación que el aumento anunciado; veamos, " [...] el hecho de que la administración anterior haya dejado una situación económica compleja, no quiere decir que quienes integran la nueva administración tengan que sufrir las de Caín" esto dijo en su defensa Yulenny Cortés, pero además afirmó que "fueron miles y miles de villalvarenses los que decidieron que aunque venía ganando bien en los años anteriores [...] pues ahora también tuviera un buen suelo" (Diario de Colima, 24 de mayo 2016). Pues bien por los panistas, porque en verdad sí que saben hacer negocio con los votos.

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ítem más. Ya entrados en discusión, Yulenny y Héctor, para defender sus nuevos ingresos, arremetieron con todas las administraciones pasadas, presentes y creo que hasta futuras; para defender lo indefendible, argumentaron que "otros ediles calladitamente se aumentaron el sueldo, pero no lo han transparentado, como sí lo hicieron ellos", "[...] todos sabemos que la nómina se compone de dos partes: una es el sueldo que devengamos los funcionarios y otra es una partida secreta" para finalizar, los ediles afirmaron que esta "partida secreta" antes de que ellos llegaran, se repartía en "sobrecitos" y que lo que ellos hicieron sólo fue transparentarlo (Diario de Colima, 24-25 mayo 2016).

Finalmente, dos comentarios: primero, está claro que el aumento que declaran que se autorizaron los alcaldes aquí referidos, es una práctica deshonesta y agraviante para sus gobernados; lo es así, porque ellos mismos denuncian como deshonesta la práctica anterior de los "soberbios"; pero al mismo tiempo afirman que ganan lo mismo que los otros, sólo que sin el "sobrecito", es decir, transparentado. Segundo, a los antorchistas, y yo creo que a todos los colimenses, no creo que nos interese mucho cuánto ganan o dejen de ganar los alcaldes, lo que verdaderamente importa es cuánto gana el pueblo trabajador y cuántos tienen empleo seguro; los señores y señoras alcaldes, pueden aumentarse o disminuirse lo que les pegue la gana, con la única condición de que se pongan a trabajar en serio por todos sus gobernados y les aumenten los salarios, les den empleo bien pagado a todos los que quieran trabajar, les garanticen la seguridad, la vivienda, la salud, la educación y la recreación; esto es lo que verdaderamente nos interesa; porque mientras Héctor Insúa aumenta su sueldo y el de los regidores, al mismo tiempo desalojan a los vendedores ambulantes del centro, privándolos de la posibilidad de ganarse el sustento para sus hijos, le niega apoyos en obra y servicios a los colonos antorchistas, les quita los apoyos a los estudiantes y su municipio, como el de Villa de álvarez, está sumido en la suciedad, el desempleo, la inseguridad y la falta de servicios elementales para la población.

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